Entretenimiento
El Galerías se rinde ante Bisbal
David Bisbal demuestra en el Teatro Galerías que el concepto “acústico” no está peleado con la diversión, la teatralidad y la algarabía
GUADALAJARA, JALISCO (29/MAR/2012).- La solemnidad y el ambiente “tranquilo” son los dos elementos que tiene en común la avalancha de conciertos acústicos que surgieron en los últimos años. Sin embargo, David Bisbal demostró anoche en el Teatro Galerías que el concepto “acústico” no está peleado con la diversión, la teatralidad y la algarabía.
“Esta noche verán a un David Bisbal muy distinto al que los visitó en años pasados”, advirtió el cantante nada más al arrancar el concierto, y aunque sí ofreció varios elementos diferentes, el español respetó lo que en esencia lo ha hecho famoso hasta ahora: actuar un poco las canciones, muchos pasos de baile e involucrar al público (mayoritariamente femenino) en su show. El escenario, con un decorado sencillo, estaba destinado a darle todo el protagonismo al cantante, quien aprovechó la oportunidad al máximo.
A las 20:40 horas comenzó el concierto y también el griterío ensorcedor de las mujeres ansiosas de ver al nativo de Almería.
Con su inconfundible peinado, Bisbal utilizó todo el oficio que acumula en una década de carrera para colocar en la palma de su mano al público.
Dentro de la veintena de canciones que interpretó destacaron Lloraré las penas, Dígale y Ave María. Pero el ibérico también dedicó espacio para varios covers: Adoro (de Armando Manzanero), Y si fuera ella (de Alejandro Sanz) y En un rincón del alma (de Alberto Cortez).
El teatro registró una buena entrada sin llegar al lleno. Las mujeres presentes lanzaban piropos a Bisbal mientras el español sonreía ¿Y cómo no iba a estar feliz? El experimento acústico funcionó a la perfección.
“Esta noche verán a un David Bisbal muy distinto al que los visitó en años pasados”, advirtió el cantante nada más al arrancar el concierto, y aunque sí ofreció varios elementos diferentes, el español respetó lo que en esencia lo ha hecho famoso hasta ahora: actuar un poco las canciones, muchos pasos de baile e involucrar al público (mayoritariamente femenino) en su show. El escenario, con un decorado sencillo, estaba destinado a darle todo el protagonismo al cantante, quien aprovechó la oportunidad al máximo.
A las 20:40 horas comenzó el concierto y también el griterío ensorcedor de las mujeres ansiosas de ver al nativo de Almería.
Con su inconfundible peinado, Bisbal utilizó todo el oficio que acumula en una década de carrera para colocar en la palma de su mano al público.
Dentro de la veintena de canciones que interpretó destacaron Lloraré las penas, Dígale y Ave María. Pero el ibérico también dedicó espacio para varios covers: Adoro (de Armando Manzanero), Y si fuera ella (de Alejandro Sanz) y En un rincón del alma (de Alberto Cortez).
El teatro registró una buena entrada sin llegar al lleno. Las mujeres presentes lanzaban piropos a Bisbal mientras el español sonreía ¿Y cómo no iba a estar feliz? El experimento acústico funcionó a la perfección.