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El Festival de Toronto mira a la guerra

El repertorio de películas este año en la XXXIII edición del Festival presenta cine de fuerte carga crítica

TORONTO, CANADÁ.- A pesar de que este año se quería aligerar la carga dramática con un toque más humorístico, los estrenos de The Lucky Ones y Fifty Dead Men Walking sumieron ayer al Festival Internacional de Cine de Toronto en la crudeza de la guerra.

La XXXIII edición del Festival comenzó el pasado día 4 con el estreno de la cinta canadiense Passchendaele, sobre la I Guerra Mundial, y concluirá el día 13, tras haber exhibido 312 películas procedentes de 64 países, entre ellas 15 españolas y latinoamericanas.

Marcha militar
Fifty Dead Men Walking es el último largometraje de la canadiense Kari Skogland, cuya filmografía incluye películas como Men with Guns (1997), Chicks with Sticks (2004) y The Stone Angel (2007).

Esta vez Skogland se arropa de la veterana solidez de Ben Kingsley, ganador de un Oscar al Mejor Actor en 1982 por Gandhi, y de la frescura del joven Jim Sturgess, una de las nuevas caras de Hollywood, protagonista de la reciente 21 junto con Kevin Spacey, para adentrarse en el conflicto civil de Irlanda del Norte.

En el film, basado en una historia real, Sturgess se encarga de dar vida a Martin McGartland, un pequeño delincuente del Belfast de finales de los años 80 despreocupado por el trasfondo político de la lucha entre católicos y protestantes.

La principal preocupación de McGartland es sobrevivir y hacer su vida más fácil a través de los constantes controles policiales. Sus circunstancias le hacen fácil objetivo para que un agente de los servicios de inteligencia, Ben Kingsley, le fuerce a proporcionar información sobre las actividades de la organización terrorista IRA.

Pero su éxito como espía se convierte en su penitencia. Además de ponerse a si mismo en peligro de muerte, sus actividades amenazan a su familia. Desde entonces, y ya han pasado 20 años, McGartland tiene que vivir de forma clandestina para evitar el castigo del IRA que traicionó.

La presentación del film de Skogland ha estado ayudada por la polémica que durante meses rodeó su producción. La película está basada en el libro que escribieron Martin McGartland y Nicholas Davies.

El verdadero McGartland amenazó con demandar a la productora de Fifty Dead Men Walking e interrumpir el estreno ayer de la película porque en su opinión la interpretación de Skogland no representaba de forma precisa lo ocurrido durante esos tumultuosos años.

Pero en horas previas a la proyección, la productora HandMade Films, Skogland y McGartland parecen haber resuelto sus diferencias con 37 mil dólares, la retirada de algunas escenas del film y la advertencia en la pantalla de que algunas escenas y personajes han sido modificados.

Más allá de las disputas detrás de la cámara, las interpretaciones de Sturgess y Kingsley proporcionan suficiente calidad para que el film atraiga la atención del público y los críticos.

Soldados en problemas
La segunda gala del día de ayer fue The Lucky Ones, del director estadounidense Neil Burger, realizador de Interview with the Assassin (2002) y The Illusionist (2006), film con el que fue nominado para el Oscar a la Mejor cinematografía.

Como en Fifty Dead Men Walking, The Lucky Ones se adentra en la problemática vida de aquellos que han estado envueltos en conflictos armados, en este caso tres soldados (Rachel McAdams, Tim Robbins y Michael Peña) que regresan a Estados Unidos tras prestar servicio en Irak.

Los tres soldados no tienen nada en común excepto que comparten el mismo vuelo que les lleva desde Alemania hasta Nueva York desde donde cada uno se dirigirá a sus hogares. Pero un problema en el aeropuerto neoyorquino les obliga a compartir un automóvil para poder llegar a sus destinos finales.

Sin embargo, sus planes quedan truncados rápidamente y los tres se sumergen en la realidad de que su misión en Irak les desconectó de su vida y de las dificultades de reencontrar el camino hacia sus hogares.
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