Entretenimiento
El Festival de San Sebastián replantea sus prioridades
El encuentro fílmico teme perder el estatus adquirido y por ello refuerza el apartado de industria
''Dentro del apartado de festival internacional competitivo y no especializado el más grande es Cannes, seguido de Berlín y Venecia, y luego San Sebastián. Estamos muy consolidados, pero no podemos dormirnos porque hay muchos festivales que ya tienen un tamaño importante que están a nuestro alrededor y podríamos perder fuerza en el panorama internacional'', asegura el responsable del festival, que se celebra del 20 al 28 de septiembre este año.
Rebordinos destaca que para evitar el descenso y ubicarse como ''pequeño entre los grandes'', el certamen donostiarra ha aumentado la participación de la industria y se ha especializado un poco más en el ámbito latinoamericano y español. ''Ahí, gracias a una lengua común, no sé si seremos los mejores, pero sí queremos ser imprescindibles. Que el que quiera saber, en el último periodo del año, qué está pasando con el cine latinoamericano y español, sepa que San Sebastián es el sitio, que es la puerta a Europa de todo ese cine''.
Su gran apuesta es el Foro de Producción Europa-América Latina, que celebrará su segunda edición este año, en el que la película Futbolín, la coproducción entre Argentina y España, dirigida por Juan José Campanella, será la encargada de dar el banderazo de inicio este viernes.
Las fortalezas
A Rebordinos le gustaría legar un festival ya asentado como un lugar de encuentro de la industria internacional, para lo que se ha dado ''un golpe muy fuerte'' con ese Foro de Coproducción que tiene a productores, directores e institutos de cine latinoamericanos muy agradecidos.
''Ya teníamos un pie en la industria con Cine en Construcción (apoyo a los filmes latinos con dificultades financieras para la posproducción) que funciona como un tiro. La fórmula del Foro es buena, con un tamaño que podemos asumir porque no tendría sentido hacer un mercado como el de Berlín o Cannes. Y después de Toronto, que es un gran mercado, sería absolutamente suicida'', afirma.
Cine en Construcción, que San Sebastián organiza junto a los Encuentros de Cine de América Latina de Toulouse, es un semillero del que han salido películas que han triunfado en otros festivales, algo que no considera perjudicial para el Zinemaldia, ''nosotros también nos beneficiamos cuando Cannes pone en marcha los suyos. Cuando un festival trabaja un proyecto en vías de desarrollo, sabe que quizá no lo tendrá el año siguiente''.
El directivo pone el ejemplo de Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, que compite por la Concha de Oro este año y que el pasado fue seleccionada por el Atelier de Cannes, organizado por Cinéfondation del festival francés, que elige proyectos en desarrollo y propicia el encuentro entre profesionales.
El otro aspecto que desea dejar consolidado es el digital, un gran cambio para que todo el Festival cuente con un gran espacio virtual en un plazo de cuatro años.
Rebordinos sabía, cuando accedió al cargo en 2011, que su cometido sería gestionar la crisis. ''Probablemente sea difícil mantenerte fresco más allá de cinco, seis o siete años si sigue esta presión'', recalca, pues no se equivocó cuando pensaba que iba a ser un trabajo muy duro y que iba a requerir de todo el esfuerzo técnico, administrativo y creativo para mantenerel encuentro en el circuito de los grandes festivales.
FRASE
''No sé los años que dirigiré el Festival, pero con este grado de estrés que supone la crisis no es un trabajo para 10 ó 15 años ''
José Luis Rebordinos, director del Festival de Cine de San Sebastián.
Hacen frente a los problemas
La situación económica se traduce para el certamen en unos presupuestos que, en vez de crecer, disminuyen. En 2012 obtuvo 10 millones de dólares y este año 400 mil menos. Además, en enero de 2012 el encuentro tenía confirmados a sus patrocinadores; sin embargo, este año recién se concretaron los apoyos.
Esta edición habrá menos brillo de luminarias. Ya sea por cuestiones de agenda o por la falta de presupuesto, la oferta se ajustará a las circunstancias, pero no por ello perderá la calidad a la que tienen acostumbrado al público. Rebordinos afirma que reserva una gran sorpresa para la apertura.
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