Entretenimiento
El FICG abre las puertas a las problemáticas sociales
Dos películas llegan como muestra de la calidad que se viene con esta nueva edición del festival
GUADALAJARA, JALISCO (28/FEB/2013).- El primer día del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) tuvo un toque social. No se tocaron problemas genéricos y clichés, sino casos específicos con personajes totalmente cercanos a la realidad. Fueron dos películas que exploraron las relaciones entre personas y culturas, así como la "limpia" social que puede afectar a inocentes por el hecho de pasar por el lugar equivocado.
En el Cineforo de la Universidad de Guadalajara, las películas "Nositaliaj. La belleza" (Argentina) y "Virgen Margarida" (Portugal) dieron una muestra de la calidad que se viene con esta nueva edición del festival.
La pérdida de la inocencia
Todo comenzó con una foto. Licíno Azevedo, cineasta de origen portugués, observó una imagen en la que unos militares transportaban a una prostituta. De ahí, fiel a su pasión, emprendió la realización de un documental, lo que lo llevó a visitar un campamento de prostitutas cuidado por integrantes del Ejército. Las mujeres le contaron la historia de Margarida, una joven virgen que fue llevada por error y que terminó siendo violada por soldados.
Después de realizar el documental, la historia de Margarida quedaba pendiente. Por eso, Licíno Azevedo comenzó un trayecto que abarcó unos siete años, que hoy lo llevó a presentar la película "Virgen Margarida" en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
La historia está situada en Mozambique. Tras la revolución, el régimen quiere limpiar las calles de la capital de prostitución, por lo que "recluta" a las sexoservidoras y las lleva a un campamento para enseñarles lo que, según los militares, es una buena vida. Margarida, una joven de 16 años que estaba próxima a casarse, es atrapada por error (aún es virgen) y es transportada junto con varias decenas de mujeres.
El director de la película afirmó que al no tener todos los detalles, se vio obligado a recurrir a la ficción; sin embargo, cree que será complicado presentarla en Mozambique por todos los tabús posrevolucionarios que existen. La primera presentación en un festival de este largometraje fue el año pasado, en Toronto.
Durante el "encierro al aire libre" que viven las prostitutas, están al mando de una militar que, aunque tenía planes de retirarse del ejército y casarse, le han asignado la misión de redimir a las mujeres. Durante la historia, se verá cierta obsesión por hacer una transformación social inmediata, pues la comandante acusa frecuentemente a las mujeres de ser viejas en sus ideales, además de afirmar que mientras no aprendan a ser buenas esposas y a dejar la mala vida, seguirán estando colonizadas.
Margarida vive todo este proceso de cierta manera protegida por un grupo de cuatro mujeres, que terminan creyéndole que es virgen y que intervienen ante la comandante para que la deje ir a casa; saben que si lo logran, ellas mismas tendrán esperanzas de regresar algún día.
La película también cumple con exponer el abuso militar. Aunque se consigue que Margarida pueda regresar a casa, la joven termina siendo víctima de un soldado.
Licíno Azevedo afirmó que lo más difícil fue conseguir financiamiento para la película, pues en Portugal no hay recursos dedicados para este fin.
Relaciones complejas
Yolanda es una adolescente que proviene de la cultura Wichi, en el Norte de Argentina. Ella vive con una familia católica a la cual ayuda a realizar los quehaceres del hogar. Ya sea intencionalmente o por omisión, la familia atropella una y otra vez los derechos de Yolanda, situación que se ve principalmente reflejada en el cabello de ésta; largo y bien cuidado, la madre de la familia termina haciendo que se lo corte, aun contra su voluntad.
La película se llama "Nositaliaj. La belleza". La directora argentina Daniela Seggiaro contó que logró sacar a la luz este proyecto tras siete años de estar buscando financiamiento. Sobre el impacto que desea lograr, dice que se trata de abrir un espacio para pensar en la complejidad de los vínculos entre culturas. Su intención no es buscar héroes o villanos, sino personajes que resulten conflictivos en su vida cotidiana, dentro del seno familiar.
Con este filme, la cineasta también busca poner el foco sobre las comunidades indígenas, tantas veces olvidadas y excluidas. Aunque su historia se centra en Argentina, afirmó que se trata de un problema que sufre toda América Latina.
EL INFORMADOR / ROBERTO MEDINA
En el Cineforo de la Universidad de Guadalajara, las películas "Nositaliaj. La belleza" (Argentina) y "Virgen Margarida" (Portugal) dieron una muestra de la calidad que se viene con esta nueva edición del festival.
La pérdida de la inocencia
Todo comenzó con una foto. Licíno Azevedo, cineasta de origen portugués, observó una imagen en la que unos militares transportaban a una prostituta. De ahí, fiel a su pasión, emprendió la realización de un documental, lo que lo llevó a visitar un campamento de prostitutas cuidado por integrantes del Ejército. Las mujeres le contaron la historia de Margarida, una joven virgen que fue llevada por error y que terminó siendo violada por soldados.
Después de realizar el documental, la historia de Margarida quedaba pendiente. Por eso, Licíno Azevedo comenzó un trayecto que abarcó unos siete años, que hoy lo llevó a presentar la película "Virgen Margarida" en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
La historia está situada en Mozambique. Tras la revolución, el régimen quiere limpiar las calles de la capital de prostitución, por lo que "recluta" a las sexoservidoras y las lleva a un campamento para enseñarles lo que, según los militares, es una buena vida. Margarida, una joven de 16 años que estaba próxima a casarse, es atrapada por error (aún es virgen) y es transportada junto con varias decenas de mujeres.
El director de la película afirmó que al no tener todos los detalles, se vio obligado a recurrir a la ficción; sin embargo, cree que será complicado presentarla en Mozambique por todos los tabús posrevolucionarios que existen. La primera presentación en un festival de este largometraje fue el año pasado, en Toronto.
Durante el "encierro al aire libre" que viven las prostitutas, están al mando de una militar que, aunque tenía planes de retirarse del ejército y casarse, le han asignado la misión de redimir a las mujeres. Durante la historia, se verá cierta obsesión por hacer una transformación social inmediata, pues la comandante acusa frecuentemente a las mujeres de ser viejas en sus ideales, además de afirmar que mientras no aprendan a ser buenas esposas y a dejar la mala vida, seguirán estando colonizadas.
Margarida vive todo este proceso de cierta manera protegida por un grupo de cuatro mujeres, que terminan creyéndole que es virgen y que intervienen ante la comandante para que la deje ir a casa; saben que si lo logran, ellas mismas tendrán esperanzas de regresar algún día.
La película también cumple con exponer el abuso militar. Aunque se consigue que Margarida pueda regresar a casa, la joven termina siendo víctima de un soldado.
Licíno Azevedo afirmó que lo más difícil fue conseguir financiamiento para la película, pues en Portugal no hay recursos dedicados para este fin.
Relaciones complejas
Yolanda es una adolescente que proviene de la cultura Wichi, en el Norte de Argentina. Ella vive con una familia católica a la cual ayuda a realizar los quehaceres del hogar. Ya sea intencionalmente o por omisión, la familia atropella una y otra vez los derechos de Yolanda, situación que se ve principalmente reflejada en el cabello de ésta; largo y bien cuidado, la madre de la familia termina haciendo que se lo corte, aun contra su voluntad.
La película se llama "Nositaliaj. La belleza". La directora argentina Daniela Seggiaro contó que logró sacar a la luz este proyecto tras siete años de estar buscando financiamiento. Sobre el impacto que desea lograr, dice que se trata de abrir un espacio para pensar en la complejidad de los vínculos entre culturas. Su intención no es buscar héroes o villanos, sino personajes que resulten conflictivos en su vida cotidiana, dentro del seno familiar.
Con este filme, la cineasta también busca poner el foco sobre las comunidades indígenas, tantas veces olvidadas y excluidas. Aunque su historia se centra en Argentina, afirmó que se trata de un problema que sufre toda América Latina.
EL INFORMADOR / ROBERTO MEDINA
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