Entretenimiento
El 'Boulevard de las estrellas' berlinés se estrenará con Marlene Dietrich
Se pretende sea una réplica del Walk of Fame de Hollywood trasladado a la historia y realidad actual de la capital alemana
La responsable del proyecto, Georgia Tornow, anunció hoy la elección de la figura de Dietrich como "la decisión más lógica" para el estreno del paseo de las estrellas berlinés, que se pretende sea no sólo un imán turístico, sino también una "invitación a reflexionar" sobre las peculiaridades de la historia el cine alemán.
La primera estrella quedará colocada en la Potsdamer Platz, sede del Festival de Cine de Berlín, el viernes de la próxima semana, segunda jornada de la Berlinale.
"Será el arranque de una gran operación, que culminará con la inauguración, en septiembre, del primer tramo del Boulevard, con 40 estrellas más, en lo que pretendemos sea un acontecimiento con rango de festival de cine", indicó Tornow.
La primera dosis de despliegue mediático lo tiene asegurado con la colocación de la primera piedra, por coincidir con la Berlinale, cuyo director, Dieter Kosslick, oficiará la ceremonia junto con el alcalde-gobernador de la capital alemana, Klaus Wowereit.
En los meses sucesivos de procederá a extender la alfombra roja sobre el trayecto previsto, desde la Postdamer Platz al vecino Museo del Cine, sede de la Filmoteca alemana.
A las cuarenta estrellas que se prevé queden inauguradas en septiembre se sumarán cada año unas diez más, con las figuras del cine pasadas o presentes.
"Estuvimos dudando entre dedicarle la primera a Marlene o a Fritz Lang. Finalmente nos decantamos por la estrella, al fin y al cabo las actrices y actores son el gran reclamo popular, más que los directores", admitió Tornow.
Dietrich es la figura idónea para el proyecto, ya que fue la diva más internacional de Berlín y, a la vez, representó a toda una elite de artistas -no sólo el mundo del cine, recordó Tornow- que dieron la espalda a la Alemania nazi.
Nacida en Berlín en 1901 y fallecida en París en 1992, la Dietrich abandonó Alemania en dirección a Hollywood el mismo día en que se estrenó "El ángel azul", el 1 de abril de 1930.
Tras la llegada de Hitler al poder, tres años más tarde, dio la espalda a su país, adoptó la nacionalidad estadounidense y actuó ante sus soldados para animar a la tropa en la guerra contra el Tercer Reich.
El precio que pagó fue alto: en 1960, cuando decidió pisar de nuevo su ciudad, fue acogida con gritos de "traidora" y "go home" por grupos de ciudadanos furiosos, que no olvidaron esa "deserción".
A su muerte en París, en 1992, empezó un largo proceso de reconciliación con su ciudad natal, que se inició con el traslado de sus restos mortales al cementerio berlinés de Friedenau, diez años después, y culminó con la donación por parte de sus herederos de las 100.000 piezas que forman su legado a la Filmoteca alemana.
El corazón de la Potsdamer Platz, complejo de calles y cines donde se celebra la Berlinale, lleva ahora su nombre y cerca de la placa que la recuerda irá ahora esa primera estrella.
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