Entretenimiento
Eero Heinonen pone a meditar a sus fans
El cineasta y bajista de The Rasmus cantó el Foro Expo luego de presentar su cortometraje ''The Walker''
GUADALAJARA, JALISCO (05/MAR/2013).- Eero Heinonen es un músico finlandés que toca el bajo en la célebre banda The Rasmus. También es un novel director que la noche de este martes, en el marco de Son de Cine del FICG, presentó su primer cortometraje ''The Walker'', y ofreció un concierto gratuito.
Mientras comenzaba la proyección en el Foro Expo, la administradora de uno de los múltiples club de fans de The Rasmus narraba la espera en Facebook. También subió fotos del artista, y del viaje relámpago que hicieron sus jóvenes admiradoras, del DF a Guadalajara, solo para escuchar a su ídolo.
Heinonen realizó ''The Walker'' o ''El Caminante'', inspirado en la meditación hinduista que practica desde hace quince años. Ahí cuenta la historia de Tero, un joven finlandés que busca el significado de la felicidad, en un viaje a pie por Nepal y los Himalaya.
El ruido de los autobuses de la avenida Mariano Otero, no dejó de escucharse del todo durante las escenas lentas y contemplativas del corto. Aun así, el foro siguió llenándose hasta que se reunieron cerca de 200 personas.
Finalmente para las fans, la pantalla fue removida y Eero Heinonen apareció con su guitarra y se sentó en el suelo con las las piernas cruzadas. Las chicas entre 18 y 25 años se abalanzaron entonces hasta el borde del escenario mientras lanzaban agudos alaridos.
Las admiradoras no eran demasiadas, pero sí suficientes para quitarle visibilidad a aquellos entre el público que decidieron permanecer sentados. El propio Heinonen advirtió en inglés que este no sería un concierto de rock y que sería mejor si todos volvían a sus sillas. Nadie se movió.
"Bueno, como quieran", dijo resignado el finlandés, y comenzó a cantar una especie de mantra que acompañó con su guitarra. Aunque quizás un tanto confundidas, de nuevo las admiradoras gritaron con potencia una vez finalizado el primer tema.
Eero les volvió a pedir irse a sentar y ellas volvieron a gritar. Él dijo que tenía pensado ofrecer un concierto experimental y acústico; y ellas gritaron igual.
El músico cedió un poco y cantó uno de los éxitos de The Rasmus en versión acústica, mismo que todas las chicas corearon emocionadas. Con la intención de seguir cantando en grupo, interpretó después un tema de Bob Dylan y All you need is Love, de los Beatles, pero no se escucharon las voces en el público.
Finalmente, Heinonen decidió a volver a su idea original y mandó a sus fans a sentarse y guardar silencio. Les ordenó extender la palma izquierda sobre la pierna, poner la mano derecha sobre el corazón, cerrar los ojos y mirar a su interior.
Evidentemente más relajado, Heinonen siguió con los mantras y otros covers, entre los cuales contó anécdotas personales y explicó algunas cosas sobre la energía Kundalini.
Después de una media hora, las fans pudieron gritar de nuevo y corrieron a formarse en una larga fila para obtener un autógrafo y tomarse la foto con su Eero.
EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL
Mientras comenzaba la proyección en el Foro Expo, la administradora de uno de los múltiples club de fans de The Rasmus narraba la espera en Facebook. También subió fotos del artista, y del viaje relámpago que hicieron sus jóvenes admiradoras, del DF a Guadalajara, solo para escuchar a su ídolo.
Heinonen realizó ''The Walker'' o ''El Caminante'', inspirado en la meditación hinduista que practica desde hace quince años. Ahí cuenta la historia de Tero, un joven finlandés que busca el significado de la felicidad, en un viaje a pie por Nepal y los Himalaya.
El ruido de los autobuses de la avenida Mariano Otero, no dejó de escucharse del todo durante las escenas lentas y contemplativas del corto. Aun así, el foro siguió llenándose hasta que se reunieron cerca de 200 personas.
Finalmente para las fans, la pantalla fue removida y Eero Heinonen apareció con su guitarra y se sentó en el suelo con las las piernas cruzadas. Las chicas entre 18 y 25 años se abalanzaron entonces hasta el borde del escenario mientras lanzaban agudos alaridos.
Las admiradoras no eran demasiadas, pero sí suficientes para quitarle visibilidad a aquellos entre el público que decidieron permanecer sentados. El propio Heinonen advirtió en inglés que este no sería un concierto de rock y que sería mejor si todos volvían a sus sillas. Nadie se movió.
"Bueno, como quieran", dijo resignado el finlandés, y comenzó a cantar una especie de mantra que acompañó con su guitarra. Aunque quizás un tanto confundidas, de nuevo las admiradoras gritaron con potencia una vez finalizado el primer tema.
Eero les volvió a pedir irse a sentar y ellas volvieron a gritar. Él dijo que tenía pensado ofrecer un concierto experimental y acústico; y ellas gritaron igual.
El músico cedió un poco y cantó uno de los éxitos de The Rasmus en versión acústica, mismo que todas las chicas corearon emocionadas. Con la intención de seguir cantando en grupo, interpretó después un tema de Bob Dylan y All you need is Love, de los Beatles, pero no se escucharon las voces en el público.
Finalmente, Heinonen decidió a volver a su idea original y mandó a sus fans a sentarse y guardar silencio. Les ordenó extender la palma izquierda sobre la pierna, poner la mano derecha sobre el corazón, cerrar los ojos y mirar a su interior.
Evidentemente más relajado, Heinonen siguió con los mantras y otros covers, entre los cuales contó anécdotas personales y explicó algunas cosas sobre la energía Kundalini.
Después de una media hora, las fans pudieron gritar de nuevo y corrieron a formarse en una larga fila para obtener un autógrafo y tomarse la foto con su Eero.
EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL
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