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Eduardo Verástegui hace cine para curar el alma

Con un presupuesto menor a los 30 millones de dólares, el actor produjo la cinta 'El gran pequeño', una película llena de fe y que llega a la taquilla hoy

GUADALAJARA, JALISCO (15/MAY/2015).- Cada vez hay más actores que deciden emprender el camino como directores o productores porque las ofertas fílmicas que reciben no satisfacen al cien por ciento sus intereses, y esa es una de las razones primordiales que motivaron a Eduardo Verástegui a convertirse en cineasta, a tener su propia casa productora y comenzar a hacer los proyectos que le lleguen al alma y que pueda mostrarlos a un público interesado en una mirada de valores, esperanza y fe, un cine para curar el alma.

Eduardo comparte en entrevista con esta casa editorial que así como hay doctores que curan enfermedades, él desde la trinchera del Séptimo Arte quiere ofrecer un aliento de esperanza en un mundo que ve dividido por el odio, la guerra y la discriminación, de ahí que con Metanoia Films y de la mano de sus socios, el director Alejandro Monteverde y el creativo Leo Severino, esté en la construcción de un cine más introspectivo. El primer proyecto fue “Bella”, en 2006 y ahora está “Little Boy”, que se estrena el 15 de mayo en la cartelera nacional con más de mil copias y la cual contó con un presupuesto de 26 millones de dólares, el monto más caro hasta ahora para una cinta independiente rodada en México.

“Yo me convertí en productor por necesidad, porque como actor no llegaba a mis manos material que me apasionara, que me tocara el corazón. Cuando haces una película le metes mucha pasión, tiempo y energía, y de pronto si no te convence llega un momento en el que dices: ‘no lo quiero prestar mi vida a un proyecto que tengo que vender después, si no creo en él’. Fueron cuatro años de estar rechazando proyectos, llegué a pensar que tal vez era el fin de mi carrera porque no había nada que me interesara hacer, me cansé de esperar y eso me llevó a montar una productora de cine para poder tener el poder de controlar el mensaje y el contenido de una obra”.

El también actor explica que los proyectos que le llegaban no le convencían porque seguían denigrando el papel del latinoamericano en la industria hollywoodense. “Los proyectos que rechazaba eran los que denigraban al latino, que seguían alimentando ese estereotipo, para mí es muy importante elevar la dignidad de los latinos en Estados Unidos”.

Dirigir es una opción

Con la experiencia de dos películas como productor y actor, Eduardo no descarta que en los próximos proyectos que lleguen pueda adentrarse a dirigir en alguno, aunque ahora no es algo que esté buscando, de momento la logística y la ardua tarea de conseguir presupuesto y de que estos rindan es una tarea que le apasiona.

“Eso sería más adelante, hoy en día me gusta producir y actuar, obviamente el trabajo de actor no es que sea más fácil, pero te enfocas en una sola cosa, a darle vida a un personaje, a desarrollarlo. Como productor no te puedes ir un sólo segundo, estás desde el principio, desde que descubres la obra, escoges el guión, hasta que sale en DVD. Es un trabajo intenso de preproducción, producción, postproducción, audiciones, publicidad, distribución, marketing… Te metes en todo, no duermes, si no te apasiona te vuelves loco y a mí me encanta, esta es mi vocación, de esta manera me comunico con el mundo, dirigir será como algo natural que se va a ir dando”.

En “Little Boy” que retrata la vida de un niño ochos años con problemas de crecimiento que sufre de bullying y que además tiene la fe de que su padre va a regresar de la Segunda Guerra Mundial, Eduardo dijo que lo más difícil de hacer en esta cinta es que el presupuesto rindiera porque además en el elenco hay estrella de primera línea como: Emily Watson, Tom Wilkinson, Jakob Salvati, Kevin James, Michael Rapaport y David Henrie.

“Es una película cara, histórica y compleja, desde construir un set, un pueblito entero, el protagónico es un niño de siete años (Jakob Salvati), todo en contra, pero se hizo y es una historia americana con un lenguaje universal hecha por mexicanos y filmada en México (Rosarito, Baja California) es algo muy poderoso esta combinación”.

Vive en equilibrio

Aunque recientemente Eduardo dijo en una entrevista para CNN que lleva 13 años de celibato porque desea encontrar a la mujer de su vida y con ella compartirlo todo, pues en el pasado hizo daño a muchas mujeres, el actor asegura sentirse en el mejor momento de su vida donde hay un equilibrio que nada ni nadie puede romper y todo lo debe a la confianza que tiene en él mismo.

“Lo que sale de  la boca viene del corazón, y dónde está tu corazón, está tu tesoro. Cualquier cosa que el artista, cineasta o actor vaya a realizar, es una manifestación de quién es realmente él como persona, para mí es importante purificar mi corazón, llenarme de cosas, rescatar valores, para que cuando me toque contar algo, sea positivo”.
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