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Documentales por encargo, en DocuLab

Tres directores mexicanos compartieron con los jóvenes sus experiencias en la realización de documentales por encargo

GUADALAJARA, JALISCO (08/MAR/2013).- Estudiantes avanzados y jóvenes profesionales del documental en Iberoamérica, asistieron a la charla  de esta tarde, Documental de autoría o por encargo, que se llevó a cabo en el marco de DocuLab.5, en la edición 28 del FICG.
 
"Es interesante porque es un tema tabú que raramente se trata", dijo el moderador Pau Montagud antes de presentar a los tres directores mexicanos que hablaron de sus experiencias: Everardo González, Nicolás Echevarría y Federico Weingartshofer.
 
Con toda una carrera en la televisión, y por tanto, con gran experiencia en los documentales por encargo, Montagud expresó tres labores que -en su opinión- tiene todo aquel que se dedica al oficio del cine: hacer buenas películas, hacer películas que trasciendan y vivir con dignidad de su trabajo.
 
Everardo González desarrolló después esta última idea: "Merecemos cobrar y muy bien", dijo el autor de documentales como Cuates de Australia (2011) y Los Ladrones Viejos (2008), quien insistió en la necesidad de deshacerse de esta idea heredada -"y muy equivocada"- de que el documentalista sólo trabaja por amor al arte.
 
Afirmó también que vivir de la propia obra es bastante complejo, porque la realización de un proyecto puede tomar entre cuatro y cinco años, y la remuneración normalmente llega hasta el final. Y "si no hay la voluntad de hacer de esto un oficio y no sólo una visión creativa, pues habrá que esperar otros cuatro años para volver a cobrar".
 
González reconoció, además, que es en los trabajos por encargo donde ha encontrado muchas historias que después utiliza para su obra. Como cuando estuvo viajando por cada estado de la república durante ocho semanas, gracias a su trabajo en la serie televisiva México Nuevo Siglo, producida por Enrique Krauze.
 
El director, quien mantuvo el micrófono por más tiempo, enfatizó también en la necesidad de estar bien asesorado en cuestiones legales para dejar muy en claro los términos de trabajo en el contrato. Y sobre todo en lo que se refiere al corte final.
 
En su intervención, Nicolás Echevarría contó que "en sus tiempos" no había ese tipo de problemas de derechos legales. "Era otro México, en el que el cine estaba en poder del estado", expresó el autor de documentales como María Sabina. Mujer Espíritu (1979) y Niño Fidencio, taumaturgo de Espinazo (1981), ambos producidos por Margarita López Portillo, hermana del ex presidente de México.
 
"Mis mejores documentales fueron por encargo, porque me coloqué en el lugar y el momento adecuado para poder realizar estas películas", expresó el cineasta.
 
Federico Weingartshofer dijo por su parte que, dado que cada documental lleva implícita una posición política, es muy importante "buscar a las instituciones que hacen documentales, ver cuáles son sus líneas y encontrar los temas en los que tu encajes". Porque no se puede hacer arte, ni documental -dijo- si no estás convencido de lo que estás haciendo.
 
Weingartshofer es autor de documentales como Siqueiros, Pasión, Color de furia (1996), México Plural (1985) y El Papel de San Pablito (1982).
 
EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL
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