Entretenimiento
Dirige Diemecke concierto de la Filarmónica del DF
Ofrece recital con obras de Chopin, Brahms y Dvorák; la agrupación tuvo como invitada de honor a la pianista Eva María Zuk
MÉXICO.- Bajo la dirección huésped de Enrique Arturo Diemecke, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) ofreció anoche un magno concierto que incluyó obras de Johannes Brahms, Federico Chopin y Antonin Dvorák.
Como parte de su Temporada de Conciertos 2008, la agrupación tuvo como invitada de honor a la pianista Eva María Zuk, quien mostró su talento y se llevó fuertes ovaciones del público que se dio cita en la sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli.
La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México inició su presentación con la "Obertura Festival Académico, Op.80", de Brahms, la cual se estrenó el 4 de enero de 1881, en Breslau, bajo la dirección del propio compositor.
La pieza fue magistralmente ejecutada bajo la dirección de Diemecke, quien como es habitual en él, le imprimió vigor a la interpretación, cimbrando la sala.
Tras unos minutos de espera, debido a la colocación del piano, apareció en el escenario la pianista Eva María Zuk, quien recibió fuertes aplausos que compartió con Diemecke, para luego ejecutar "Concierto para piano y orquesta No. 2 en fa menor, Op.21", de Chopin.
Obra de la cual se desprenden movimientos "Maestoso", "Larghetto" y "Allegro vivace", que cautivaron a los asistentes.
Los aplausos no se hicieron esperar y al término de su participación Eva María Zuk agradeció al público e hizo partícipe de ese reconocimiento a todos los músicos de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.
Para terminar el concierto, la agrupación interpretó la obra "Sinfonía No. 9 en mi menor, Op. 95, Del nuevo mundo", de Dvorák, que fue compuesta entre diciembre de 1892 y mayo de 1893.
"Adagio-Allegro molto", "Largo", "Scherzo: Molto vivace" y "Allegro con fuoco", son los movimientos que integran la pieza, que fue interpretada con virtuosismo por los músicos.
EL INFORMADOR / MLOM / 30-03-08
Como parte de su Temporada de Conciertos 2008, la agrupación tuvo como invitada de honor a la pianista Eva María Zuk, quien mostró su talento y se llevó fuertes ovaciones del público que se dio cita en la sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli.
La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México inició su presentación con la "Obertura Festival Académico, Op.80", de Brahms, la cual se estrenó el 4 de enero de 1881, en Breslau, bajo la dirección del propio compositor.
La pieza fue magistralmente ejecutada bajo la dirección de Diemecke, quien como es habitual en él, le imprimió vigor a la interpretación, cimbrando la sala.
Tras unos minutos de espera, debido a la colocación del piano, apareció en el escenario la pianista Eva María Zuk, quien recibió fuertes aplausos que compartió con Diemecke, para luego ejecutar "Concierto para piano y orquesta No. 2 en fa menor, Op.21", de Chopin.
Obra de la cual se desprenden movimientos "Maestoso", "Larghetto" y "Allegro vivace", que cautivaron a los asistentes.
Los aplausos no se hicieron esperar y al término de su participación Eva María Zuk agradeció al público e hizo partícipe de ese reconocimiento a todos los músicos de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.
Para terminar el concierto, la agrupación interpretó la obra "Sinfonía No. 9 en mi menor, Op. 95, Del nuevo mundo", de Dvorák, que fue compuesta entre diciembre de 1892 y mayo de 1893.
"Adagio-Allegro molto", "Largo", "Scherzo: Molto vivace" y "Allegro con fuoco", son los movimientos que integran la pieza, que fue interpretada con virtuosismo por los músicos.
EL INFORMADOR / MLOM / 30-03-08
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