Entretenimiento

Diana Lein reconoce las oportunidades desde México

La actriz comparte sobre temas angulares en la vida: el arte, su España natal, la televisión y el miedo

GUADALAJARA, JALISCO (07/OCT/2011).- Diana Lein es una actriz española radicada en México. Nació en Bilbao, es fuerte y prudente. Recientemente participó en la telenovela (manufacturada como serie) Bajo el alma con TV Azteca “una buena historia, con buenos actores, nada de apuntador, el actor podía incidir en el personaje, cambiar diálogos y hacer propuestas”, dice. “La televisión está cambiando, y está haciendo el trabajo más grato para el actor”, señaló la intérprete Diana Lein en entrevista.

Le gusta ser actriz y mira su trabajo como un privilegio. Ahora mismo prepara un proyecto de cine, titulado Rencor tatuado, dirigido por Julián Hernández, guión de la escritora mexicana Malú Huacuja del Toro (Un Dios para Cordelia).

La filmación se prepara para enero de 2012. Participan Hugo Catalán, Giovanna Zacarías, Mónica del Carmen, entre otros actores. “Una historia de mujeres, hermosísima”. Se mantiene vigilante. Le interesan las series.

— ¿Cuál consideras que es la base de una buena historia?

— Que los personajes no se definan por una característica. (…) Por ejemplo un asesino serial puede ser, con su madre en casa, absolutamente encantador y adorable. Echarle un poco de coco a las historias, yo sé que hay muy buenos escritores en México y no sé si el freno está en las producciones o en las direcciones de las televisoras. En realidad se afanan en decir qué es lo que quiere la gente, la gente normalmente consume lo que le pones y si se pusiera un producto bueno, la gente lo apoyaría.

— Y ¿recuerdas algún momento bueno en la televisión?

— Creo que Mirada de mujer era una buena historia. Sí cambió la manera de hacer televisión en México.

— Siento que España tiene una herencia lírica (quizá por la copla o el flamenco) muy rica y sus cantautores tienen mucho qué decir, más aún que en México. ¿Cómo contamos historias en México?

— Creo que en algún punto son incomparables. Creo que sí se pueden comparar modelos económicos, Europa está de alguna manera mucho más avanzada —por su modelo económico— en cultura y arte que nosotros, porque tienen más presupuesto desde hace muchos años, más apoyos, y aquí los artistas estamos sobre la cuerda floja y no sé si los europeos podrían sobrevivir así.

— Ni lo creerían…

— Ni lo creerían, claro. Ahorita tengo trabajo, en los próximos tres meses quién sabe, el próximo año a lo mejor sale algo, creo que tiene que ver más con que nosotros no tenemos una infraestructura que nos soporte. Ahora, eso tiene una ventaja también, y lo digo como europea que ha emigrado, en México las cosas están más vivas, más frescas. Siento que Europa está un poco muerta en ese sentido. En México no sé si sea el surrealismo característico del país. Aquí no sabes lo que va a pasar al día siguiente. Hay mil oportunidades.

— ¿El arte tiene incidencia o poder para cambiar el entorno?

— A eso le estamos apostando. Sí, por supuesto. En la medida en que seamos capaces de hablar y de llegarle al prójimo. A eso aspiro.

— ¿Quién sí para la silla presidencial?

— Mira, eso sí ponlo tal cual, no puedo hablar de política mexicana porque soy extranjera. La agitación que vivimos hoy es muy difícil, creo que son los mexicanos los que tienen que hacer una gran toma de conciencia en las próximas elecciones y decidir a quién quieren votar para que la situación pueda solventarse de alguna manera. Yo no me puedo meter en la política pero creo que la situación mundial está “cañona”.

— Hablemos pues del 11-M y del 15-M, ¿qué pasó, sientes que sucedió algo en la sociedad española para generar este cambio en España?

— Es muy difícil decirlo desde aquí. Leo El País los domingos y de ahí me informo de la Madre Patria. Cuando sucedió lo del atentado yo salí a la calle —como muchos españoles que viven en México—, para protestar al respecto. Fue muy triste, porque había banderas y consignas nacionalistas que a todos los que nacimos después de los setenta nos da escalofrío y más siendo vascos. Todo eran consignas contra ETA, se daba por supuesto que había sido el culpable. La gente gritaba y había una señora llorando diciendo que todos se habían vuelto locos y que de esa manera ganaba la derecha. La masa puede tomar un suceso y volverlo una locura colectiva en cinco minutos y eso me dio mucho miedo. Y mucha impotencia , yo políticamente de pronto me siento inválida. Puedo votar por correo pero tampoco tengo la información necesaria, ni vivo ahí para saber qué hacer.

— ¿Qué es el miedo y qué es la fe? ¿Y para qué sirve?

— Wow. El miedo es la incertidumbre. El miedo a no saber qué pasará mañana, a si el narco va a dominar el país pero el miedo se combate enfrentándolo, y no de esta manera, si no en tu estar en el mundo, en tu quehacer, en tu trabajo. Cuando hice Los monólogos de la vagina fui parte de algo que me ha parecido maravilloso en mi vida, hicimos una función especial y todo el dinero se fue para una asociación Casa Amiga de Ciudad Juárez. Para mí que soy una simple actriz, que entretengo a la gente, el poder ser parte de eso… a lo mejor pude ayudar a que esas chavas se compren una camioneta y no recorran el camino solas y eso haga una diferencia. El miedo se combate con trabajo.

— ¿Y la fe?

— Yo soy absolutamente atea convencida. No tengo esta idea de la fe como de creer en algo. La fe que va en contra de la razón no la comparto, no me gusta. Y creo que igual con trabajo, es decir, tengo fe en el futuro pero eso no implica inmovilidad.

— El Patio de tu Casa es México ¿cómo está ese patio?

— Aterrorizado, lleno de sangre y con muchísimo dolor.

— El otro Patio es España ¿cómo está ese patio?

— Estoy tan lejos que no sé qué contestar. Tendría que volver, hace 10 años que no voy. La última vez fui a un entierro. Creo que están en una crisis muy severa y tendrían que replantear su esquema de vida. El esquema europeo en general.

Dolores Tapia

ENTRE DOS TIERRAS
Afincada en nuestro país


Actriz, nacida en Bilbao, España, el 22 de Agosto de 1976; y residente en México desde 1989. Diana Lein (Diana Landaluce Ochoa), comenzó su carrera a los ocho años en un cortometraje llamado El baile, en su natal Bilbao. Sin embargo ha desarrollado todo su trabajo en México.

Habla inglés y portugués. Paralelo a su formación actoral, estudió la carrera de Psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Ha participado en más de 20 películas. Los largometrajes Asesino en serio, de Antonio Urrutia; Rabioso Sol, Rabioso Cielo, de Julián Hernández; y Adán y Eva (Todavía), dirigida por Iván Avila Dueñas, en la que desempeñó el rol protagónico.
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