Entretenimiento

Diana Bracho vive en libertad

La actriz se da la oportunidad de elegir nuevos retos tanto profesionales en cine, teatro y televisión

GUDALAJARA, JALISCO.- El compromiso y la seriedad profesional son dos sellos que han distinguido a Diana Bracho a través de una carrera que incluye muchos éxitos en la pantalla y los escenarios, pero también en la vida diaria. Es así como la actriz ha tomado la bandera para lucha contra la osteoporosis, y junto a un laboratorio clínico, ha emprendido una gira de conferencias por toda la República para darle a las mujeres información sobre esta “enfermedad silenciosa”.}

Haciendo un breve alto en su agenda y durante una visita a Guadalajara, la actriz platica sobre su reciente nominación a los premios que otorga una revista de celebridades por su trabajo en Fuego en la sangre, además de sus proyectos en televisión y cine, mismos que la mantendrán ocupada durante todo lo que resta el 2009.

¿Cómo te encuentras en este momento?

“Bien, haciendo campaña sobre la osteoporosis, que es una amenaza terrible para todas las mujeres que pasamos de 45 años y antes se entendía como un mal necesario, nosotras antes aprendíamos que a cierta edad las mujeres se hacían ‘pedacitos’ y afortunadamente en esta época no tiene que ser así. Y como actriz estoy haciendo una serie de televisión muy interesante que se llama Locas de amor, con una buena historia, un personaje tremendo, muy intenso y rico. Además tengo un par de proyectos de cine (entre ellos Martín al amanecer, cinta donde será hermana de Adal Ramones) y otra cosa por teatro. 2009 lo tengo lleno y con proyectos que me encantan”.

Muchos colegas tuyos toman banderas por ciertas causas sociales o políticas, ¿Tu porqué elegiste hacer campaña altruista contra la osteoporosis?

“Lo hago para regresarle al público un poco de lo mucho que me da. Y también es un compromiso muy personal porque en mi familia ha habido mucha osteoporosis, es algo que se puede transmitir genéticamente. Tengo una hija y dos nietas y me preocupa dejarles un mundo mejor. En realidad esto de ser una ‘persona altruista’ no me interesa, es como ser ‘primera actriz’, los títulos no me gustan mucho (risas). No es que me sienta altruista, soy una persona comprometida con lo que creo y cuando se me ofrece la oportunidad, pues que mejor”.

¿El estar en una campaña de este tipo no te limita sobre los papeles que puedes elegir?

“Soy una actriz, y como tal represento una ficción, he hecho todo tipo de personajes, desde muy buenas, abnegadas, tontas, brillantes, homosexuales, malvadas, asesinas. Represento un papel, pero no soy los personajes. Cuando yo entro en una campaña como esta soy Diana Bracho y me queda muy claro que no soy la ‘villana de cuento’ ni la ‘drogadicta de la telenovela’. Algo que he tratado de hacer a través de  mi trabajo es que el público entienda que los actores trabajamos a través de la ficción, que si hacemos una escena de amor no es que estemos enamoradas del actor ni engañamos al marido (risas)”.

¿En qué te fijas para elegir a un personaje?

“Entre más lejos esté un papel de mi como persona, más me gusta, porque me hace tomar riesgos. No me preocupa que la gente crea que mis personajes son malos, me preocupa que la gente me crea como actriz lo que hago. La calidad  moral de mis personajes no me contamina como persona”.

¿Hay algún personaje del que te sientas peculiarmente orgullosa?

“Voy a ser un poco presuntuosa, pero no he hecho más que cosas que me gustan, por lo tanto, amo a todos mis personajes, no puedo decir luego ‘hay, este no me gustaba’. fue muy satisfactorio mi trabajo en Fuego en la sangre con Gabriela Acevedo de Elizondo. Darle vida a esta madre desalmada, una mujer reseca, incapaz de amar, y que odia a sus hijas, es tan lejana de mi, porque soy una mamá y abuela muy amorosa. Gabriela me permitió explorar muchas cosas como actriz y brindar todo lo que tengo, es lo que siempre aspiro”.

Infiriendo que tú no haces papeles para recibir premios, ¿Cómo te sientes al haber sido nominada a Mejor actriz antagónica por “Gabriela Acevedo”?

“Es cierto, no trabajo por un premio. En realidad cuando hago a un personaje la gente me dice ‘hay, este es de premio’, pero no, para mi el premio es haber tenido un papel con que trabajar. Vivir de lo que me gusta y hacer cosas que me fascinan es ya un premio, y el de TVyNovelas es algo muy grato, no trabajo para eso, pero si lo hacen me siento feliz”.

¿Sientes que lo mejor está por venir?

“Estoy en una edad donde se considera que una mujer ya está “fuera de la jugada” y el poder ser considerada para papeles importantes y estar en plenitud de facultades, a mis 64 años -digo mi edad siempre porque hay que romper el prejuicio de que ya se está en la lona a cierta etapa-, es un orgullo. En esta época las mujeres como yo ya no somos consideradas ‘fracturadas’, sino firmes, por dentro y por fuera”.
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