Entretenimiento
Despecho, baile y tequila con Jenni Rivera
''La diva de la banda'' encabeza la noche que permitió a miles desahogar sus emociones al ritmo de la banda y el mariachi
ZAPOPAN, JALISCO (25/OCT/2011).- El turno de las mujeres llegó. Esta vez fueron ellas quienes tomaron el Palenque la madrugada del lunes y le dieron un sabor agridulce, que osciló entre el despecho y el deseo gracias a las tajantes canciones de la “Diva de la banda”, Jenni Rivera.
A la una de la mañana comenzó la serenata para esos hombres a los que cada una de las presentes quería decir algo, y con la ayuda de la banda, y más tarde del mariachi, la cantante se encargó de que esos mensajes llegaran o, al menos, se escucharan en todo el recinto.
Precedida por su hermano Juan Rivera, “La gran señora” se contoneó en el ruedo con jeans, chaqueta negra de piel, blusa oscura, botas de tacón afilado y un collar de largas tiras plateadas que se sacudían en su abdomen.
Sábanas mojadas y Culpable o inocente fueron algunos de los temas con los que tanto ella como sus adeptas calentaron la garganta, pues apenas empezaba la sesión. “Dicen que las artistas que tomamos cuando estamos trabajando somos corrientes… ¡salud por eso!”, y apuró una copa de tequila.
El furor no se hizo esperar y los cuatro mil admiradores que reunió, en la primera de dos presentaciones pactadas en el recinto, la ovacionaron cuando sus siguientes tragos los dio sin necesidad de utilizar copas: bebió directo de la botella, cual se hace en los palenques, y tras hacer muecas ordenó a su garganta dar voz a La mentadita y Mírame.
Después, anunció que saldría para cambiar de vestuario y continuar con mariachi, así que regresó para engalanar el ruedo con un largo y entallado vestido azul que desnudaba sus hombros para continuar con Por qué no le calas y La gran señora, de su reciente álbum.
“No se te olvide que aquí somos tres, y este ‘triangulito’ no me está gustando”, fue una de las frases que cantó Jenni junto a las asistentes que no escatimaron en volumen de voz. Despecho, dolor, rencor, desamor, orgullo e ilusión fueron los platos fuertes que la cantante ofreció en el ruedo acompañada de sus seguidoras, quienes no dejaron de corear ni un solo tema.
Además, la intérprete recibió de su público ramos de flores, besos y hasta sombreros que portó durante unos minutos. Cambió una vez más de atuendo y esta vez se trató de un corto vestido morado con el que se despidió cantando Ámame, Hacer el amor con otro, Déjame volver e Inolvidable.
“Gracias, Guadalajara, por hacerme feliz”, dijo tras remover sentimientos en sus admiradoras y reivindicar el poder femenino en el Palenque. Al instante desapareció del ruedo.
Participa con Edward James Olmos
Se estrena en la actuación
Filly Brown es la película de Edward James Olmos donde Jenni Rivera debutará como actriz del Séptimo Arte, y aunque no es su fuerte, la cantante asegura que fue Olmos quien la convenció de participar en el filme.
“Me acaban de avisar que están terminando la edición para el 1 de noviembre, que el otro día la mostraron en Las Vegas y que gustó muchísimo, y es algo importante, mi pasión no es la actuación pero Edward me animó”, contó minutos antes de su presentación en el Palenque de las Fiestas de Octubre.
A la una de la mañana comenzó la serenata para esos hombres a los que cada una de las presentes quería decir algo, y con la ayuda de la banda, y más tarde del mariachi, la cantante se encargó de que esos mensajes llegaran o, al menos, se escucharan en todo el recinto.
Precedida por su hermano Juan Rivera, “La gran señora” se contoneó en el ruedo con jeans, chaqueta negra de piel, blusa oscura, botas de tacón afilado y un collar de largas tiras plateadas que se sacudían en su abdomen.
Sábanas mojadas y Culpable o inocente fueron algunos de los temas con los que tanto ella como sus adeptas calentaron la garganta, pues apenas empezaba la sesión. “Dicen que las artistas que tomamos cuando estamos trabajando somos corrientes… ¡salud por eso!”, y apuró una copa de tequila.
El furor no se hizo esperar y los cuatro mil admiradores que reunió, en la primera de dos presentaciones pactadas en el recinto, la ovacionaron cuando sus siguientes tragos los dio sin necesidad de utilizar copas: bebió directo de la botella, cual se hace en los palenques, y tras hacer muecas ordenó a su garganta dar voz a La mentadita y Mírame.
Después, anunció que saldría para cambiar de vestuario y continuar con mariachi, así que regresó para engalanar el ruedo con un largo y entallado vestido azul que desnudaba sus hombros para continuar con Por qué no le calas y La gran señora, de su reciente álbum.
“No se te olvide que aquí somos tres, y este ‘triangulito’ no me está gustando”, fue una de las frases que cantó Jenni junto a las asistentes que no escatimaron en volumen de voz. Despecho, dolor, rencor, desamor, orgullo e ilusión fueron los platos fuertes que la cantante ofreció en el ruedo acompañada de sus seguidoras, quienes no dejaron de corear ni un solo tema.
Además, la intérprete recibió de su público ramos de flores, besos y hasta sombreros que portó durante unos minutos. Cambió una vez más de atuendo y esta vez se trató de un corto vestido morado con el que se despidió cantando Ámame, Hacer el amor con otro, Déjame volver e Inolvidable.
“Gracias, Guadalajara, por hacerme feliz”, dijo tras remover sentimientos en sus admiradoras y reivindicar el poder femenino en el Palenque. Al instante desapareció del ruedo.
Participa con Edward James Olmos
Se estrena en la actuación
Filly Brown es la película de Edward James Olmos donde Jenni Rivera debutará como actriz del Séptimo Arte, y aunque no es su fuerte, la cantante asegura que fue Olmos quien la convenció de participar en el filme.
“Me acaban de avisar que están terminando la edición para el 1 de noviembre, que el otro día la mostraron en Las Vegas y que gustó muchísimo, y es algo importante, mi pasión no es la actuación pero Edward me animó”, contó minutos antes de su presentación en el Palenque de las Fiestas de Octubre.
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