Entretenimiento
Derroche de glamour con ''El gran Gatsby''
La adaptación del libro de Fitzgerald reunió a grandes estrellas de Hollywood, pero no ha sido recibida con aplausos
CANNES, FRANCIA (16/MAY/2013).- ''El Gran Gatsby'', nueva adaptación cinematográfica que Baz Luhrmann hizo de la novela de Scott Fitzgerald, abrió el Festival de Cannes, con Leonardo DiCaprio como protagonista tanto del filme como de la esperada primera alfombra roja.
La película, ya estrenada en Estados Unidos y recibida con frialdad en el pase de prensa, se presentó fuera de competición, por lo que desde ayer y hasta el próximo 26 de mayo sí aspirarán a la Palma de Oro 20 largometrajes.
Se trata de la segunda ocasión en que abre el festival una película en 3D, tras ''Up in the Air'' en 2009, y como es habitual, su elenco principal, integrado también por Carey Mulligan o Tobey Maguire, acudió a Cannes para defenderla.
Luhrmann buscó una fidelidad máxima a la prosa de Fitzgerald, pero dota a la novela, obra capital de la literatura estadounidense, de una espectacularidad estética y musical reconocible en películas como Moulin Rouge, y que no esconde su intención de hacerla más próxima a las nuevas generaciones. Quería situarla, señaló en una concurrida conferencia de prensa, en el “aquí y ahora”, y conseguir con esas referencias contemporáneas que el espectador sintiera la misma sensación e impresión que sus primeros lectores en 1925.
Detrás de una banda sonora que mezcla las voces de Beyoncé, Florence + The Machine o Lana del Rey se nota la mano de uno de sus productores, Jay-Z, y esa voluntad, según su director, guionista y productor, de hacer de la música un elemento central, como también lo era en la propia novela.
La calidad del material sobre el que partían, provocó que, según DiCaprio, todo el proceso, que el equipo define como “un gran viaje”, fuera “mucho más interesante”, y fomentara que todo el mundo se volcara en diseccionar cualquier posible lectura de cada frase y escena.
Las críticas que puedan llegar por las licencias tomadas, según Luhrmann, pasan a un segundo plano después de haber recibido la aprobación de una nieta de Fitzgerald, que se le acercó en el estreno estadounidense y le aseguró que su abuelo habría estado orgulloso.
Un rodaje excepcional
Al igual que millones de personas Leonardo DiCaprio leyó y le encantó la novela cuando era adolescente. Pero el astro de la adaptación cinematográfica del clásico literario dice que sólo ahora comenzó a entender la novela.
DiCaprio dijo que al leer nuevamente el libro de F. Scott Fitzgerald comenzó a pensar que no era la historia de romance trágico que alguna vez creyó.
“Recuerdo que la leí cuando era joven y me entretuvo, estaba fascinado con Gatsby pero no capté ni remotamente el profundo poder existencial de Fitzgerald al escribir este libro”, dijo el actor ante la prensa especializada.
“Me fascinó Gatsby como personaje. Me conmovió. Ya no era sólo una historia de amor para mí. Se convirtió en la tragedia del nuevo estadounidense, ese hombre en un mundo nuevo donde todo es posible, en una época de gran opulencia en la década de 1920. Quería convertirse en un gran Rockefeller, un gran estadounidense, y en algún momento durante el trayecto perdió el sentido de quién era él”.
En la película, DiCaprio luce radiante, lleno de bríos y usa trajes de lino inmaculados, como Gatsby, un hombre misterioso que ha prosperado por sus propios medios y cuya mansión en Long Island se convierte en el epicentro de fiestas despampanantes mientras tiene un anhelo romántico secreto.
DiCaprio es el aspecto de la película que más ha entusiasmado a los críticos, y el día de la inauguración del festival le dio a Cannes la dosis necesaria de poder estelar al posar con sus compañeros de reparto Tobey Maguire, Carey Mulligan y Joel Edgerton.
DiCaprio, quien trabajó por primera vez con el director en 1996 en la cinta Romeo y Julieta, dijo que Luhrmann extrajo lo mejor de su elenco. “Te inspira todos los días en el trabajo, no sólo a hacer lo mejor, sino a soñar en grande. Uno no puede estar en la misma sala que este hombre sin sentirse inspirado, sin sentirse nostálgico, y sin sentir que uno es parte de algo especial. Logra eso con todas las personas con las que trabaja, y es contagioso. Tampoco tiene miedo de tomar historias increíblemente clásicas que están incrustadas en nuestra cultura y que son un riesgo hacer”.
El riesgo ha quedado claro en las críticas mixtas que ha generado en Cannes y Estados Unidos, donde se estrenó la semana pasada. Pero por encima de eso es un éxito en taquilla y el elenco y el director han expresado su orgullo por mantener vivo el espíritu de la novela de Fitzgerald.
Spielberg critica “las campañas” fílmicas
El cineasta Steven Spielberg, presidente del jurado, criticó las “campañas” que se realizan en Estados Unidos para la elección de los premios Oscar. “Esto es distinto. En Estados Unidos se hace campaña para los Oscar, como las campañas políticas”.
Al preguntarle las diferencias entre los Oscar y los galardones en Cannes, Spielberg destacó que radican en que “aquí en Cannes no habrá campaña, contrariamente a lo que se hace en Estados Unidos. Eso es un bola de aire fresco”, subrayó el realizador, quien ha participado en varias ocasiones en el certamen galo, la mayoría de las ocasiones fuera de competencia.
El realizador de E.T., quien estuvo acompañado de los otros ocho miembros del jurado durante la conferencia previo a la gala de apertura, restó importancia a la competencia entre las 20 películas que aspiran a la Palma de Oro.
“No estamos en una competición. Creo que tenemos un cierto número de filmes procedentes de diversas culturas de varios países y se reúnen una vez al año. Es una manifestación internacional. Son dos semanas de celebración y no de competencia”, insistió el director, quien consideró que todos los miembros del jurado tienen orígenes y personalidades distintas, pero tienen “un lenguaje en común, que es el del cine”.
Por su parte, el director de origen chino Ang Lee también comparó Cannes con los Oscar y dijo respecto a los premios de la Academia de Hollywood que “Cannes es el festival de prestigio, muy artístico, sofisticado. Los Oscar son una competencia que tiene un lado muy popular que toca además el mundo de los negocios y a la sociedad. Aquí hay una competencia. No me gusta decir que somos jueces. Tratamos de elegir el mejor filme sobre la base del corazón”, agregó el director de Secreto en la montaña.
A su vez, la actriz australiana Nicole Kidman señaló que quiso formar parte del jurado de esta edición “porque Spielberg era el presidente y la idea de pasar dos semanas con él me parecía un gran placer”.
Impacta a la prensa la cinta de Amat Escalante
La película mexicana Heli, del realizador Amat Escalante, causó “conmoción” en su estreno ante la prensa internacional. El filme, el único latinoamericano seleccionado para competir por la Palma de Oro de esta edición, impactó anoche a la crítica con algunas escenas de tortura explícita.
“Muestra una violencia que resulta insoportable. Me causó una fuerte impresión”, declaró la crítica de la principal radiodifusora de España, la Cadena Ser, María Guerra.
Según Guerra, las opciones de premio de la película son relativas por el perfil del presidente del jurado de Cannes este año, Steven Spielberg, y del otro director miembro del jurado, el realizador chino Ang Lee, cuya opinión será la que más pese, según la experta, en el palmarés final.
La película cuenta la historia de una modesta familia del Estado de Guanajuato, cuya vida entra en una fuerte espiral de violencia.
“Me impactó el filme, me desconcertó, pero me fui de la película en la escena de tortura que no fue nada púdica. No quería ver eso. Le falta espiritualidad”, declaró el crítico francés Alain Kruger, de la televisora Canal Plus. La prensa aplaudió de manera breve al final del filme, algunas de cuyas escenas causaron un “shock” entre los informadores y críticos, según reconocieron estos.
Alfombra roja en blanco y negro
Sin riesgos ni complicaciones, así fueron las elecciones de las primeras luminarias que arribaron al festival. Por la tarde, Nicole Kidman, miembro del jurado, así como Carey Mulligan, quien participa en El gran Gatsby apostaron por el negro; quien optó por el blanco absoluto fue Isla Fisheer, compañera de reparto de Mulligan en el filme de Baz Luhrmann, al lucir un primaveral y sencillo vestido que contrastaba con su larga melena pelirroja.
Al caer la noche, la alfombra roja se tiñó de luz con estilizadas figuras como columnas de mármol. Desde la bella y madura Cindy Crawford hasta Audrey Tautou, quien fungió como maestra de ceremonias en la gala de apertura, las famosas invitadas y protagonistas de la jornada lucieron prendas en un blanco que encandilaba a la luz de cada flash.
La moda también llegó al cabello. Largas melenas cuidadosamente pulidas ondeaban al viento que, por momentos, sorprendió a las damas. Sin embargo, en contraste, los meticulosamente diseñados chongos despeinados también estuvieron a la orden del día.
La película, ya estrenada en Estados Unidos y recibida con frialdad en el pase de prensa, se presentó fuera de competición, por lo que desde ayer y hasta el próximo 26 de mayo sí aspirarán a la Palma de Oro 20 largometrajes.
Se trata de la segunda ocasión en que abre el festival una película en 3D, tras ''Up in the Air'' en 2009, y como es habitual, su elenco principal, integrado también por Carey Mulligan o Tobey Maguire, acudió a Cannes para defenderla.
Luhrmann buscó una fidelidad máxima a la prosa de Fitzgerald, pero dota a la novela, obra capital de la literatura estadounidense, de una espectacularidad estética y musical reconocible en películas como Moulin Rouge, y que no esconde su intención de hacerla más próxima a las nuevas generaciones. Quería situarla, señaló en una concurrida conferencia de prensa, en el “aquí y ahora”, y conseguir con esas referencias contemporáneas que el espectador sintiera la misma sensación e impresión que sus primeros lectores en 1925.
Detrás de una banda sonora que mezcla las voces de Beyoncé, Florence + The Machine o Lana del Rey se nota la mano de uno de sus productores, Jay-Z, y esa voluntad, según su director, guionista y productor, de hacer de la música un elemento central, como también lo era en la propia novela.
La calidad del material sobre el que partían, provocó que, según DiCaprio, todo el proceso, que el equipo define como “un gran viaje”, fuera “mucho más interesante”, y fomentara que todo el mundo se volcara en diseccionar cualquier posible lectura de cada frase y escena.
Las críticas que puedan llegar por las licencias tomadas, según Luhrmann, pasan a un segundo plano después de haber recibido la aprobación de una nieta de Fitzgerald, que se le acercó en el estreno estadounidense y le aseguró que su abuelo habría estado orgulloso.
Un rodaje excepcional
Al igual que millones de personas Leonardo DiCaprio leyó y le encantó la novela cuando era adolescente. Pero el astro de la adaptación cinematográfica del clásico literario dice que sólo ahora comenzó a entender la novela.
DiCaprio dijo que al leer nuevamente el libro de F. Scott Fitzgerald comenzó a pensar que no era la historia de romance trágico que alguna vez creyó.
“Recuerdo que la leí cuando era joven y me entretuvo, estaba fascinado con Gatsby pero no capté ni remotamente el profundo poder existencial de Fitzgerald al escribir este libro”, dijo el actor ante la prensa especializada.
“Me fascinó Gatsby como personaje. Me conmovió. Ya no era sólo una historia de amor para mí. Se convirtió en la tragedia del nuevo estadounidense, ese hombre en un mundo nuevo donde todo es posible, en una época de gran opulencia en la década de 1920. Quería convertirse en un gran Rockefeller, un gran estadounidense, y en algún momento durante el trayecto perdió el sentido de quién era él”.
En la película, DiCaprio luce radiante, lleno de bríos y usa trajes de lino inmaculados, como Gatsby, un hombre misterioso que ha prosperado por sus propios medios y cuya mansión en Long Island se convierte en el epicentro de fiestas despampanantes mientras tiene un anhelo romántico secreto.
DiCaprio es el aspecto de la película que más ha entusiasmado a los críticos, y el día de la inauguración del festival le dio a Cannes la dosis necesaria de poder estelar al posar con sus compañeros de reparto Tobey Maguire, Carey Mulligan y Joel Edgerton.
DiCaprio, quien trabajó por primera vez con el director en 1996 en la cinta Romeo y Julieta, dijo que Luhrmann extrajo lo mejor de su elenco. “Te inspira todos los días en el trabajo, no sólo a hacer lo mejor, sino a soñar en grande. Uno no puede estar en la misma sala que este hombre sin sentirse inspirado, sin sentirse nostálgico, y sin sentir que uno es parte de algo especial. Logra eso con todas las personas con las que trabaja, y es contagioso. Tampoco tiene miedo de tomar historias increíblemente clásicas que están incrustadas en nuestra cultura y que son un riesgo hacer”.
El riesgo ha quedado claro en las críticas mixtas que ha generado en Cannes y Estados Unidos, donde se estrenó la semana pasada. Pero por encima de eso es un éxito en taquilla y el elenco y el director han expresado su orgullo por mantener vivo el espíritu de la novela de Fitzgerald.
Spielberg critica “las campañas” fílmicas
El cineasta Steven Spielberg, presidente del jurado, criticó las “campañas” que se realizan en Estados Unidos para la elección de los premios Oscar. “Esto es distinto. En Estados Unidos se hace campaña para los Oscar, como las campañas políticas”.
Al preguntarle las diferencias entre los Oscar y los galardones en Cannes, Spielberg destacó que radican en que “aquí en Cannes no habrá campaña, contrariamente a lo que se hace en Estados Unidos. Eso es un bola de aire fresco”, subrayó el realizador, quien ha participado en varias ocasiones en el certamen galo, la mayoría de las ocasiones fuera de competencia.
El realizador de E.T., quien estuvo acompañado de los otros ocho miembros del jurado durante la conferencia previo a la gala de apertura, restó importancia a la competencia entre las 20 películas que aspiran a la Palma de Oro.
“No estamos en una competición. Creo que tenemos un cierto número de filmes procedentes de diversas culturas de varios países y se reúnen una vez al año. Es una manifestación internacional. Son dos semanas de celebración y no de competencia”, insistió el director, quien consideró que todos los miembros del jurado tienen orígenes y personalidades distintas, pero tienen “un lenguaje en común, que es el del cine”.
Por su parte, el director de origen chino Ang Lee también comparó Cannes con los Oscar y dijo respecto a los premios de la Academia de Hollywood que “Cannes es el festival de prestigio, muy artístico, sofisticado. Los Oscar son una competencia que tiene un lado muy popular que toca además el mundo de los negocios y a la sociedad. Aquí hay una competencia. No me gusta decir que somos jueces. Tratamos de elegir el mejor filme sobre la base del corazón”, agregó el director de Secreto en la montaña.
A su vez, la actriz australiana Nicole Kidman señaló que quiso formar parte del jurado de esta edición “porque Spielberg era el presidente y la idea de pasar dos semanas con él me parecía un gran placer”.
Impacta a la prensa la cinta de Amat Escalante
La película mexicana Heli, del realizador Amat Escalante, causó “conmoción” en su estreno ante la prensa internacional. El filme, el único latinoamericano seleccionado para competir por la Palma de Oro de esta edición, impactó anoche a la crítica con algunas escenas de tortura explícita.
“Muestra una violencia que resulta insoportable. Me causó una fuerte impresión”, declaró la crítica de la principal radiodifusora de España, la Cadena Ser, María Guerra.
Según Guerra, las opciones de premio de la película son relativas por el perfil del presidente del jurado de Cannes este año, Steven Spielberg, y del otro director miembro del jurado, el realizador chino Ang Lee, cuya opinión será la que más pese, según la experta, en el palmarés final.
La película cuenta la historia de una modesta familia del Estado de Guanajuato, cuya vida entra en una fuerte espiral de violencia.
“Me impactó el filme, me desconcertó, pero me fui de la película en la escena de tortura que no fue nada púdica. No quería ver eso. Le falta espiritualidad”, declaró el crítico francés Alain Kruger, de la televisora Canal Plus. La prensa aplaudió de manera breve al final del filme, algunas de cuyas escenas causaron un “shock” entre los informadores y críticos, según reconocieron estos.
Alfombra roja en blanco y negro
Sin riesgos ni complicaciones, así fueron las elecciones de las primeras luminarias que arribaron al festival. Por la tarde, Nicole Kidman, miembro del jurado, así como Carey Mulligan, quien participa en El gran Gatsby apostaron por el negro; quien optó por el blanco absoluto fue Isla Fisheer, compañera de reparto de Mulligan en el filme de Baz Luhrmann, al lucir un primaveral y sencillo vestido que contrastaba con su larga melena pelirroja.
Al caer la noche, la alfombra roja se tiñó de luz con estilizadas figuras como columnas de mármol. Desde la bella y madura Cindy Crawford hasta Audrey Tautou, quien fungió como maestra de ceremonias en la gala de apertura, las famosas invitadas y protagonistas de la jornada lucieron prendas en un blanco que encandilaba a la luz de cada flash.
La moda también llegó al cabello. Largas melenas cuidadosamente pulidas ondeaban al viento que, por momentos, sorprendió a las damas. Sin embargo, en contraste, los meticulosamente diseñados chongos despeinados también estuvieron a la orden del día.
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