Entretenimiento
Demián va por la consagración internacional
El actor mexicano trasciende fronteras con su talento, y se prepara para un nuevo año que promete ser brillante
CIUDAD DE MÉXICO (30/DIC/2011).- El talento es algo que trae en la sangre Demián Bichir. El ser hijo de actores (Maricruz Nájera y Alejandro Bichir) hacía que su destino estuviera orientado a ser un histrión. Pero no sólo ha sido la sangre lo que lo ha empujado a llegar a ser un artista reconocido internacionalmente. Un talento explotado al máximo y posiciones políticas y sociales bien definidas lo tienen constantemente en la mira de la crítica, así como de los medios de comunicación dentro y fuera de México.
El arranque de 2012 augura mantenerlo en el candelero. Y es que Bichir ha sido nominado para los Independent Spirit Awards y Screen Actors Guild Awards (SAG, por sus siglas en inglés) por su labor en el largometraje Una vida mejor (A Better Life), donde brilló bajo la batuta del realizador estadounidense Chris Weitz.
En la cinta, Demián se mete en la piel de un humilde trabajador que se tiene que ir de “mojado” de México a Estados Unidos para darle una mejor vida a sus hijos. Sobre las nominaciones, el histrión declaró en su momento que “para mí es un honor estar nominado para estos premios, porque son muy importantes y significativos en la industria del cine”.
Emocionado por las puertas que se han abierto tras su trabajo en Hollywood y cosechando aplausos en los diversos festivales, Bichir agregó en ese mismo sentido que “ser parte de esta película (Una vida mejor) es un privilegio porque de esa manera tenemos acceso a personajes dramáticamente poderosos, pero al mismo tiempo es una responsabilidad darle vida y voz a un personaje que representa a más de 11 millones de indocumentados”.
Con los pies en la tierra
Reconocido por su flexibilidad histriónica (lo mismo ha trabajado con éxito en el teatro, el cine y la televisión), el mayor del clan de los hermanos Bichir también se ha caracterizado por mantener congruencia en los papeles que elige, buscando en ellos un reto profesional y no un personaje que resulte de “relleno”.
En A Better Life se mete en la piel de Carlos Galindo, un jardinero indocumentado que se sacrifica en un trabajo muy duro para poder sacar a su hijo adelante. Y para quien piense que Bichir no sabe lo que es vivir “a salto de mata” en un país que le es ajeno en busca de un sueño, el actor relata una pequeña historia de cómo él también fue en su momento un indocumentado: “En 1985 me vine a Estados Unidos sin intenciones de regresar a México y al expirar la visa de turista en mi pasaporte comencé a vivir como indocumentado en Nueva York en donde gracias a unos paisanos encontré empleo como asistente de mesero en el restaurante Rosa Mexicano, en la calle 56 y Primera”.
“Yo no era ni siquiera mesero, mi trabajo consistía en limpiar las mesas, hacer los postres y prepararle un guacamole bien sabroso en las mesas a los clientes”, agrega el histrión, quien reconoce que ese trabajo le dio una nueva perspectiva sobre qué tanto influye la fuerza latina en la sociedad estadounidense, ofreciendo siempre su talento y dedicación a cambio de un sueño.
El éxito en la Unión Americana, sin embargo, no le hace olvidar todo el camino que tuvo que recorrer previamente en México, mismo donde se ha destacado en cintas como Cilantro y perejil (de Rafael Montero), Santitos (de Alejandro Springall), Todo el poder (Fernando Sariñana) y Sexo, pudor y lágrimas (de Antonio Serrano), donde demostró ser un imán de taquilla. Fue toda esta popularidad lo que lo animó a buscar oportunidades fuera de nuestro país. Sin noticias de Dios, de Agustín Díaz Yanes; American Visa, de Juan Carlos Valdivia, y la saga del Che, dirigida por Steven Soderbergh le abrieron de par en par las puertas del mercado anglosajón, aunque su llegada a Una vida mejor se debe a un curioso accidente del destino.
Crepúsculo y ascenso
Dice la leyenda popular dentro del cine mexicano que Demián Bichir aparece en todas las películas, y si bien no es cierto, sí hace el intento en estar en todas las que puede, y eso incluye a la saga Crepúsculo.
La segunda parte de la famosa película de vampiros adolescentes (Luna nueva) tuvo entre sus aspirantes a aparecer a cuadro a Demián, quien hizo el casting, aunque no pudo quedarse en él. Sin embargo, logró llamar la atención del director, Chris Weitz, quien le dijo que tenía un guión donde encajaría a la perfección. Le hablaba de la película Una vida mejor, que no sólo ha tenido eco en Estados Unidos, pues ya tuvo incluso la oportunidad de inaugurar el Festival Internacional de Cine de Morelia.
La cinta lanza críticas tanto a la situación que viven los migrantes en la Unión Americana, como la relación entre padres e hijos e incluso el sistema educativo anglosajón. Todos estos elementos terminaron por seducir a la crítica y poner a Demián de cara a lo que parece que será el año de su consagración internacional.
LO QUE VIENE
Con la agenda repleta
El saberse reconocido no se traduce a quedarse y disfrutar las mieles del éxito. Por lo pronto se encuentra en los últimos detalles de la filmación de Savages, película de Oliver Stone donde trabaja al lado de Blake Lively, Emile Hirsch, John Travolta, Salma Hayek, Uma Thurman, Benicio del Toro y Sandra Echeverria.
El arranque de 2012 augura mantenerlo en el candelero. Y es que Bichir ha sido nominado para los Independent Spirit Awards y Screen Actors Guild Awards (SAG, por sus siglas en inglés) por su labor en el largometraje Una vida mejor (A Better Life), donde brilló bajo la batuta del realizador estadounidense Chris Weitz.
En la cinta, Demián se mete en la piel de un humilde trabajador que se tiene que ir de “mojado” de México a Estados Unidos para darle una mejor vida a sus hijos. Sobre las nominaciones, el histrión declaró en su momento que “para mí es un honor estar nominado para estos premios, porque son muy importantes y significativos en la industria del cine”.
Emocionado por las puertas que se han abierto tras su trabajo en Hollywood y cosechando aplausos en los diversos festivales, Bichir agregó en ese mismo sentido que “ser parte de esta película (Una vida mejor) es un privilegio porque de esa manera tenemos acceso a personajes dramáticamente poderosos, pero al mismo tiempo es una responsabilidad darle vida y voz a un personaje que representa a más de 11 millones de indocumentados”.
Con los pies en la tierra
Reconocido por su flexibilidad histriónica (lo mismo ha trabajado con éxito en el teatro, el cine y la televisión), el mayor del clan de los hermanos Bichir también se ha caracterizado por mantener congruencia en los papeles que elige, buscando en ellos un reto profesional y no un personaje que resulte de “relleno”.
En A Better Life se mete en la piel de Carlos Galindo, un jardinero indocumentado que se sacrifica en un trabajo muy duro para poder sacar a su hijo adelante. Y para quien piense que Bichir no sabe lo que es vivir “a salto de mata” en un país que le es ajeno en busca de un sueño, el actor relata una pequeña historia de cómo él también fue en su momento un indocumentado: “En 1985 me vine a Estados Unidos sin intenciones de regresar a México y al expirar la visa de turista en mi pasaporte comencé a vivir como indocumentado en Nueva York en donde gracias a unos paisanos encontré empleo como asistente de mesero en el restaurante Rosa Mexicano, en la calle 56 y Primera”.
“Yo no era ni siquiera mesero, mi trabajo consistía en limpiar las mesas, hacer los postres y prepararle un guacamole bien sabroso en las mesas a los clientes”, agrega el histrión, quien reconoce que ese trabajo le dio una nueva perspectiva sobre qué tanto influye la fuerza latina en la sociedad estadounidense, ofreciendo siempre su talento y dedicación a cambio de un sueño.
El éxito en la Unión Americana, sin embargo, no le hace olvidar todo el camino que tuvo que recorrer previamente en México, mismo donde se ha destacado en cintas como Cilantro y perejil (de Rafael Montero), Santitos (de Alejandro Springall), Todo el poder (Fernando Sariñana) y Sexo, pudor y lágrimas (de Antonio Serrano), donde demostró ser un imán de taquilla. Fue toda esta popularidad lo que lo animó a buscar oportunidades fuera de nuestro país. Sin noticias de Dios, de Agustín Díaz Yanes; American Visa, de Juan Carlos Valdivia, y la saga del Che, dirigida por Steven Soderbergh le abrieron de par en par las puertas del mercado anglosajón, aunque su llegada a Una vida mejor se debe a un curioso accidente del destino.
Crepúsculo y ascenso
Dice la leyenda popular dentro del cine mexicano que Demián Bichir aparece en todas las películas, y si bien no es cierto, sí hace el intento en estar en todas las que puede, y eso incluye a la saga Crepúsculo.
La segunda parte de la famosa película de vampiros adolescentes (Luna nueva) tuvo entre sus aspirantes a aparecer a cuadro a Demián, quien hizo el casting, aunque no pudo quedarse en él. Sin embargo, logró llamar la atención del director, Chris Weitz, quien le dijo que tenía un guión donde encajaría a la perfección. Le hablaba de la película Una vida mejor, que no sólo ha tenido eco en Estados Unidos, pues ya tuvo incluso la oportunidad de inaugurar el Festival Internacional de Cine de Morelia.
La cinta lanza críticas tanto a la situación que viven los migrantes en la Unión Americana, como la relación entre padres e hijos e incluso el sistema educativo anglosajón. Todos estos elementos terminaron por seducir a la crítica y poner a Demián de cara a lo que parece que será el año de su consagración internacional.
LO QUE VIENE
Con la agenda repleta
El saberse reconocido no se traduce a quedarse y disfrutar las mieles del éxito. Por lo pronto se encuentra en los últimos detalles de la filmación de Savages, película de Oliver Stone donde trabaja al lado de Blake Lively, Emile Hirsch, John Travolta, Salma Hayek, Uma Thurman, Benicio del Toro y Sandra Echeverria.
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