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Demián Bichir en ''Hidalgo: La historia jamás contada''
Según el director Antonio Serrano, 'Hidalgo: la historia jamás contada,' muestra el lado humano del Padre de la Patria
En realidad no es el Padre de la Patria, sino el actor mexicano Demián Bichir quien lo interpreta. Y se trata de un ensayo de la película Hidalgo: la historia jamás contada, que finalmente se estrena hoy en la pantalla grande mexicana. Se trata del nuevo proyecto del director Antonio Serrano, el mismo de la taquillera cinta Sexo, pudor y lágrimas.
Bichir luce con la frente sangrante, las muñecas de las manos amoratadas por supuestos grilletes, lo mismo que las piernas. Su ropa está desgastada.
“Siempre me tocan unas golpizas increíbles (en el cine)”, exclama entre risas este actor de 45 años. (La caracterización) Se llevaba un rato, había que tapar mi pelona, rasurar bien todas las mañanas para que no se viera el pelo que queda. La primera vez que me decoloraron el cabello para encanecerlo fueron 10 horas”, recuerda. Hidalgo: la historia jamás contada tiene como fin mostrar al cura como un ser humano normal, bajándolo del pedestal.
De entrada el personaje tiene hijos, le gusta el juego (incluso derrotando en la mesa a un joven José María Morelos y Pavón), así como el baile y la música.
Nada es inventado. Todo fue una exhaustiva investigación realizada por el guionista de la historia, Leo Mendoza.
Comienza la noche previa a su fusilamiento y en la celda va recordando su vida. Se verá que a 200 años de la gesta independentista, las cosas no han cambiado mucho. En una secuencia, explica Bichir, le dice a sus captores que los muertos eran necesarios. “Le dice al español: claro que ha habido muertos, que murieron españoles, así es la guerra. Básicamente durante siglos han saqueado el país y nos han dejado migajas. ¡Y yo dije, caray, me suena familiar!”, cuenta un carcajeante Bichir.
Escenas bien cuidadas
Ana de la Reguera encarna a Josefina Quintana, la mujer con quien Miguel Hidalgo procreó dos hijos. Hay escenas en la cama de ambos, pero están cuidadas. Nada de escándalo, ni generador de chismes como tratan de establecer algunos medios.
“¡Me gusta ser la causante de hacerlo más humano!”, exclama Ana. “Me gusta mucho demostrar que era un hombre como cualquier otro, que tenía sus debilidades y le gustaban las mujeres”.
La actriz, igual que el resto del elenco femenino, debía vestir a la época. Así que había corsé de por medio, lo cual las hacía caminar y sentarse como en aquellos albores del siglo XIX en la Nueva España.
“Nos teníamos que poner unas cosas que se llamaban tontillos, como una llanta de algodón alrededor de la cintura, y venía la ropa interior que parecían shorts, y la falda. Eran cosas que no se verían jamás, pero sí te ayudaba a la actuación”, recuerda Ana.
Un día ese vestuario le jugó una mala pasada, pues no se dio cuenta que se paró junto a un hormiguero. “Imagínense mi desesperación, estaban las hormigas entre mi ropa, salí corriendo para que me ayudaran”, narra divertida.
“No sé si sea un parteaguas (la película), lo que está increíble es que no es la historia que cumple la expectativa de un héroe como nos han enseñado”, concluye Antonio Serrano, el realizador del filme.
DETALLES DEL RODAJE
La cinta se filmó en locaciones de los estados de Guanajuato, San Luis Potosí y Michoacán. En esta última ciudad, el Gobierno los apoyó quitando postes de luz y cerrando calles para poder representar mejor una comunidad del siglo XIX. En la catedral se dejó de oficiar misa durante dos días para filmar.
Hidalgo: la historia jamás contada tuvo como responsable de arte a Brigitte Broch, ganadora del Oscar por su trabajo en la película Amor en rojo (Moulin Rouge!). La producción corrió a cargo de Astillero Films y es el proyecto ganador del Bicentenario de Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
''Me gusta mucho demostrar que (Hidalgo) era un hombre como cualquier otro, tenía sus debilidades y le gustaban las mujeres ''
Ana de la Reguera, actriz.
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