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Del tinto al blanco

Las opciones para una velada romántica son muchas, pero sin duda ninguna estaría completa sin un buen vino

GUADALAJARA, JALISCO.-Estar frente a la pareja en un ambiente armonizado con velas, música suave y aromas dulces, sin olvidarse de un buen vino, son una excelente opción para celebrar el Día de San Valentín.
 
Aparte de las acostumbradas flores, chocolates, poemas, muñecos de peluche, entre otros tantos símbolos representativos en el Día del Amor, existen diversas maneras de celebrar.

 Ya sea con los amigos o con la pareja, una velada acompañada de un buen vino, nunca es despreciable.

¿Qué tal un vino tinto complementando un fondue, un corte o una pasta? Dentro de la gama que ofrece esta clase de vino, se desprenden diversas clasificaciones: el cabernet sauvignon, vino de gran cuerpo y de sabor amargo y seco, de intenso color rojo oscuro y olor afrutado, ideal para acompañarse con carnes rojas o parrilladas; el merlot, vino más ligero que el anterior, con sabor afrutado, dulce, suave, de color carmesí intenso aunque más claro que el cabernet, buena mancuerna para estofados, legumbres asadas, arroz, pato, pescado; el carménere, este vino, es el punto intermedio entre los dos anteriores mencionados, de cuerpo medio, fácil de beber, en su sabor se encuentran frutas rojas y chocolate, es una buena opción para acompañarlo con quesos, cordero y carnes rojas; el chianti, de color oscuro, con olor a frutas y de sabor a ciruela con una ligera acidez, al igual que los anteriores, es pareja perfecta de los platillos de sabores fuertes como carnes rojas y salsas condimentadas.

Así que si la intención es reunirse en pareja y/o amigos a festejar este día del amor y la amistad, no deje de probar esta elegante y divertida sugerencia.

Pero sí se planea hacer algo más romántico, un escenario magnífico sería un cómodo y acogedor espacio decorado con luces de velas, aromas de inciensos y suaves notas musicales para acompañar una tabla de carnes frías, quesos ligeros y una botella de vino blanco.  

Dentro de las variedades que más adeptos tienen, se encuentra sin duda la que es la más apreciada: el chardonnay, de color pálido, casi dorado; su olor es dulce y cítrico y de sabor intenso; el asti, la característica principal de este vino es que es espumoso y muy burbujeante, su color es claro ambarino y su sabor es dulce, fresco y fácil de digerir; el lambrusco, este vino también es espumoso, sin embargo se encuentra disponible tanto en tinto, blanco y rosado; muy dulce y con pocas notas de sabor a alcohol; todos estos vinos son perfectos compañero de la carne blanca como el pollo, pescado y mariscos.

Tampoco puede dejar de mencionarse el vino rosado, éste es un vino tinto poco macerado, las tonalidades del vino rosado dependen del tipo de la uva y del tiempo de añejamiento; es un vino difícil porque está lleno de sutilezas en el aroma, el sabor y el color; más apetecible habiendo pasado por una ligera refrigeración, es un buen aperitivo acompañado de arroz, pollo, mariscos, salsa de tomate y vegetales.

Pero quien definitivamente se lleva la corona para alabar el nombre del amor, es el champagne, sinónimo indiscutible de la pasión, fiel representante en películas donde la pareja brinda celebrando su amoroso triunfo. Este vino espumoso se sirve frío en una larga copa de pedestal alto, su color es claro, burbujeante y su sabor es dulce y pegajoso. Una deliciosa combinación para un momento muy romántico es beberlo acompañado de fresas o cerezas.

No se preocupe a la hora de elegir cuál de toda la oferta vitivinícola que las tiendas le ofrecen, los mejores vinos son producidos por Francia, Italia, Chile y Argentina, cualquiera que de ellos escoja, sin duda será una excelente elección.

Así que si su intención es, además de los clásicos y trillados detalles por el Día del Amor, disfrutar de su pareja, no olvide aderezar ese momento con una botella de vino y dos copas de cristal.
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