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Debuta como solista Alfonso Pichardo

El ex integrante de Moenia regresa a la escena musical con un álbum donde explora su creatividad personal

  GUADALAJARA, JALISCO.- El vocalista de Moenia emprende su propio camino con el disco Equivocal, donde explora con nuevos sonidos, temas e instrumentos “Me siendo deslumbrado, como cuando estás mucho tiempo en la oscuridad y de repente el Sol te da directo al rostro. No es una sensación ni buena ni mala, simplemente es diferente”. El que habla es Alfonso Pichardo, vocalista de Moenia, al definir la sensación de caminar solo y en lo desconocido por primera vez, al menos en su vida artística.

Quienes piensan en Pichardo, ven en él al arquetipo del músico pop-electrónico comercialmente exitoso, al menos en México: Aspecto robótico, voz profunda, música repleta de bits, pálido, ropa negra. Pero al hablar con EL INFORMADOR se muestra totalmente distinto a esa estampa: Es un compositor lleno de ideas, se confiesa sensible y curioso por cómo será recibido su primer material, un EP llamado Equivocal, trabajo que nace de su necesidad creativa y que ahora ha evolucionado hasta llevarlo a las puertas del debut como solista. “Empezó como algo no planeado, nunca pensé en sacar algo alterno o que fuera publico. Simplemente comencé a componer las canciones por el gusto y necesidad de hacerlas y ahora las cosas se han dado para que esté sonando en el radio”.

Agrega que la música es la que manda cuando debe tomar una decisión profesional: “Siento que cuando eres compositor (no me considero músico, sino un escritor de canciones) tienes la curiosidad de explorar otros sonidos, de ponerte en otro contexto. Eso es más que nada lo que me llevó a este proyecto, a pulirme, a encontrarme con otros músicos, a conocer otras formas de trabajar. Moenia es un espacio valioso que me ha dado todo lo que tengo, pero eran más de 10 años de tener únicamente eso. Esto lo tomo como una oportunidad de ver si puedo hacer las cosas de otra manera”.

Con el camino ya pavimentado y tomándose un respiro del trío electro-pop, Alfonso Pichardo explica cómo es volver a empezar en el mundo de la música, revela a los aliados que encontró mientras realizaba este material y confiesa en exclusiva qué es lo que piensa cuando se ve en el espejo por las mañanas.

Viniendo de un grupo exitoso, ¿qué te orilla a comenzar este camino en solitario?
“Quería ver qué se siente ser el dueño de todo lo que haces, pero creo que el principal reto era vencer mis propios miedos, de decir, ‘bueno, me aviento a hacerlo solo, con todo y el qué dirá la gente y que dirán mis compañeros de Moenia’. Quería descubrir si sólo funciono dentro de lo que es la banda o si puedo destacar por mis medios. Al día de hoy, puedo decir que me ha abierto los ojos a muchísimas cosas”.

¿Cómo a qué cosas?

“Por ejemplo, ahora valoro más lo que tengo con Moenia luego de tantos años y el trabajo de la gente que está detrás. La verdad no viví esa etapa de ser los nuevos y tocar puertas, el estar preguntando si va a haber fechas para tocar o en dónde, si tendremos dinero para hacer un video o movernos, si sonamos en radio o no. Todo ese tipo de cosas son las que una banda o músico nuevo vive y ahora ya las conozco”.

¿A quiénes recurriste para darle forma al proyecto de “Equivocal”?

“Estoy acostumbrado a trabajar, en el caso de Moenia, con el apoyo de Midi y Jorge que le meten mucho a la producción de sonidos y canciones, pues generalmente yo compongo y las armo con estructuras sonoras muy básicas. En este caso quise repetir la fórmula para repetir el éxito: Tuve un reencuentro con Juan Carlos Lozano, ex vocalista de Moenia, y con Yamil Rezc, que es un productor y músico que vine a descubrir en esta faceta. El está produciendo bandas muy interesantes como Lebarone, Hello Seahorse”.

¿Tu lanzamiento llega en el momento justo o pudo haber sido antes?

“No creo que pudiera haber sido antes. Tal vez después no lo habría hecho. Antes no me lo había planteado, aunque siempre he estado abierto a nuevos procesos creativos. Ahora se dio la coyuntura, con las canciones trabajadas y con Moenia en receso y sin un regreso a la vista. Ya en diciembre tenía yo 4 ó 5 canciones terminadas, mezclé el disco y empezó a resurgir Moenia, comenzó a surgir la idea de lanzar un nuevo disco y allí me eche para atrás con el mío. Pero los tiempos se detuvieron, vi la oportunidad y dijimos ‘vamos con todo’”.

Ahora que algunos temas circulan por internet y tienes página con las canciones, ¿cómo te tomas las opiniones del público?
“Las sigo con mucha atención. La inmediatez que te da internet puede ayudarte a medir las reacciones. Estoy muy pendiente de las opiniones. Era parte de mis miedos o curiosidades, ver cómo la gente lo iba a tomar. Procuro escuchar las críticas fundamentadas, pues sé que hay algunas, y hay otras que son muestras de inconformidad y se vale. No voy a negar que las negativas me afectan si finalmente estoy poniendo, entregando parte de mí a la gente”.

¿Te sorprende algo del camino recorrido hasta ahora con Moenia?
“A veces en las mañanas, mirándome en el espejo, sí me he llegado a preguntar, ¿qué estoy haciendo con mi vida? (risas). Puede que no les pase a otros músicos, pero mi vida era muy distinta antes de Moenia. Yo era abogado, tenía dos años de haberme recibido, recién casado, trabajaba en una empresa transnacional, mi vida era otra cosa. Y de repente me veo donde estoy y no sé ni cómo le hice, si es juego, es algo serio. Recién volvimos de Illinois y California, donde nos fue muy bien, y pienso que algo habremos hecho bien, que aun sin disco y sin giras podemos llenar y la gente canta con nosotros”.

¿Están pensando algo en especial con Moenia, cómo conseguir ‘chambelanes’?, porque en 2010 se cumplen 15 años de la banda.
“¿Quince años?, híjole, no lo había pensado (risas), está fuerte.... no lo había pensado en eso en serio, de repente siento viejo... ¡Tengo fans de 15 años!”.

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