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Darren Aronofsky y su placentera tortura fílmica

Para atrapar al espectador, el cineasta muestra caóticos dramas personales, donde los sueños son truncados o los talentos llevados al extremo

Darren Aronofsky y su placentera tortura fílmica
GUADALAJARA, JALISCO (21/FEB/2011).- “¿Todos tus filmes retratan lo destructivo que puede resultar una obsesión?, ¿tiene algo que ver contigo”, cuestionaba a Darren Aronofsky el sitio obsessedwithfilm.com en una entrevista realizada en enero pasado a propósito del estreno de su más reciente filme titulado El cisne negro. “No lo sé. Simplemente lo hago. Creo que podría ir con un analista para hablar de ello…”. Respondió entonces el director nacido en Brooklyn y responsable de títulos como Pi, el orden del caos, Réquiem por un sueño, La fuente de la vida y El luchador.

Y no es para menos que se le cuestionara, pues el realizador suele llevar a la pantalla personas que poseen algún tipo de talento o tienen un sueño y no saben cómo manejar el éxito. Las historias suelen retratar caóticos dramas, cargados de  música que perturba y en los que el espectador suele estar siempre al borde del precipicio, en una especie de placentera tortura fílmica, en la que se desea salir corriendo de la sala, pero el interés le gana a la desesperación que a veces provoca con sus trabajos.

A menos de una semana de que los premios Oscar se lleven a cabo, y con una respuesta positiva en taquilla todo apunta a que al menos Natalie Portman se lleve  a casa la presea que la coronaría como Mejor actriz por su trabajo en El cisne Negro, cinta que cuenta además con nominaciones a Mejor película, Mejor director, Mejor fotografía y Mejor edición.

Experimenta con las emociones

En la citada entrevista, Aronofsky también asegura ser tímido y dice sentirse mejor detrás de cámaras que frente a ellas. “No estoy interesado en actuar. Eso no es para mí. Siempre he sido tímido. Me gusta experimentar con las emociones de otras personas, y trato de ayudarlos para hacerlo. Me considero más un hombre de proyectos”. 

De ahí que Darren no dude en poner en pantalla situaciones extremas, donde las personas deben tomar decisiones que incluso ponen en peligro sus vidas, y El cisne negro es sólo la más reciente prueba de ello, porque en los anteriores filmes prevalece el instinto de sobrevivencia pero también el de autodestrucción , algo que consigue que las historias atrapen de principio a fin, con todo y que los detractores del director no lo consideren así, sin embargo, casi una veintena de premios y 32 nominaciones a las justas fílmicas más importantes del mundo hablan por él, quien con tan sólo dos historias cortas y cuatro largometrajes ha logrado notoriedad en el mundo de la cinematografía.   

Sobre qué influyó en Aronofsky para interesarse en una historia que toma como punto de partida El lago de los cisnes de Tchaikovsky, el realizador responde a obsessedwithfilm.com. “Estuve leyendo un poco de la novela El doble (1846) de Dostoevski, en la que un hombre despierta y se da cuenta de que alguien lo ha reemplazado y ha tomado su vida, cuestión que considero que es una situación muy compleja”.

Deja marca

En otra de sus confesiones Darren asegura que cuando realizó Réquiem por un sueño sintió una especie de obsesión por concretar el proyecto, no obstante cuando se enfrentó al reto de la cinta El luchador decidió la manera de cambiar su forma de trabajar, aunque los resultados se mantienen en el estándar de un estilo que ha comenzado a dejar su marca, a pesar de que con la cinta anterior, La fuente de la vida, no muchos alabaron el resultado y la cinta no reportó grandes ganancias en taquilla como lo habían hecho las anteriores y como se han mantenido las posteriores a esa experiencia que salió a la luz en 2006 y que el propio creativo considera con la cinta que deseó hacer, independientemente de los resultados.

Finalmente, vale la pena decir que el director neoyorquino también afirma que aun cuando se considera un hombre que plantea proyectos, también admite que uno de los secretos de su éxito tiene que ver con la aportación de todo un equipo, y en especial la relación que asegura mantener con los actores. “Creo que hacer una película tiene que ver con crear atmósferas, donde los actores pueden hacer lo que realmente desean”.

''Me gusta experimentar con las emociones de otras personas, y trato de ayudarlos para hacerlo'',  Darren Aronofsky, cineasta.

FILMOGRAFÍA DE DARREN ARONOFSKY

1998 Pi, el orden del caos
2000 Réquiem por un sueño
2006 La fuente de la vida
2008 El luchador
2010 El cisne negro

EL INFORMADOR/ ALTAGRACIA LIZARDO MEDINA
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