Entretenimiento
Daniel Craig, un espía de lujo
El intérprete ha sabido convivir con la fama y afirma que actuar con la reina de Inglaterra fue una gran experiencia
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (17/OCT/2012).- Con un suéter gris de cashmere, a juego con una corbata gris oxford y una camisa blanca impecable, Craig apareció en una de las cálidas suites del sofisticado Hotel boutique Crosby Street, situado en el corazón del SoHo neoyorquino. El motivo: la promoción de la cinta Skyfall, la reciente entrega del Agente 007.
El actor británico lleva viviendo 10 años en Nueva York y recientemente ha buscado, junto a Rachel Weisz, un nuevo hogar, pues según afirma la revista Vanity Fair en su edición estadounidense, a la pareja se le ha visto en la ciudad de los rascacielos mirando departamentos de ocho y 11 millones de dólares, en promedio.
Y, aunque odia esta pérdida de privacidad, porque los paparazzi siguen cada uno de sus pasos, intenta quejarse lo menos posible. “Queda fatal que me queje de la fama, la verdad. Sí, es difícil perder la intimidad, pero ya he asumido que es parte de tener la suerte de hacer un trabajo maravilloso, por el que me pagan muy bien y con el que me divierto tanto. Así que no puedo decir que sufro”, dice el actor.
Entre las cosas que le ha permitido Bond se encuentra la de haber actuado al lado de la reina de Inglaterra, para la apertura de los pasados Juegos Olímpicos. “Fue algo increíble, que me puso el corazón a mil. Fue un poco raro que de pronto me encontrara en un coche yendo rumbo al Palacio de Buckingham”, cuenta divertido.
Intentó ser muy respetuoso con Isabel II, dice, pero tampoco tuvo que aprender ni someterse a reglas del protocolo. “Simplemente llegué ahí, la saludé muy respetuoso y empezamos a filmar. No hicimos ningún ensayo y fueron sólo un par de tomas”, explica Daniel, para quien la reina es una gran actriz. “Tenía muy claro lo que tenía que hacer e incluso le dio sugerencias a Danny Boyle (el director) de lo que ella recomendaba para hacer la escena más real. Fue una experiencia de lo más divertida”.
Al igual que su personaje del Agente 007, Daniel asegura que le gustan las mujeres fuertes y con personalidad. “Estoy rodeado de ellas en mi vida y me siento muy agradecido por ello. Empezando por mi hija. Las admiro”, asegura el histrión al que se le ha reconocido precisamente por haber aportado sensibilidad al mítico personaje.
“Me gusta la contradicción que hay en James Bond. Es un chauvinista pero le encantan las mujeres y su actitud hacia ellas ha cambiado con el tiempo. A mí me ha tocado ver la transformación del Bond del pasado al de la actualidad. Es una dinámica muy interesante y apasionante”, cuenta Daniel.
Los trajes del millón
Con tantas décadas y actores que han interpretado a Bond no faltan las anécdotas. Una de la mejores, las relacionadas con los sofisticados trajes que el detective suele lucir. “Hay una gran historia que es verdad y es que cuando Sean Connery era James Bond, el diseñador de vestuario le pidió que durmiera con sus trajes para que comprobara que eran suficientemente cómodos y se sintiera perfecto en ellos. La verdad es que me encanta la sastrería. Esa era la profesión de mi padre, así que entiendo el gran trabajo y dedicación que hay en la confección de un buen traje. De hecho guardo algunos de las películas y muchos de ellos los dono a fundaciones de caridad”, cuenta acerca de las subastas en las que Craig ha recaudado hasta un millón y medio de dólares para donar a proyectos benéficos.
Respecto a lo que representa interpretar a Bond en su 50 aniversario comenta: “No puedes pensar en la responsabilidad que eso te da. Tienes que quitarte todo el peso de encima, ir al set y hacer tu mejor trabajo y punto”.
El actor británico lleva viviendo 10 años en Nueva York y recientemente ha buscado, junto a Rachel Weisz, un nuevo hogar, pues según afirma la revista Vanity Fair en su edición estadounidense, a la pareja se le ha visto en la ciudad de los rascacielos mirando departamentos de ocho y 11 millones de dólares, en promedio.
Y, aunque odia esta pérdida de privacidad, porque los paparazzi siguen cada uno de sus pasos, intenta quejarse lo menos posible. “Queda fatal que me queje de la fama, la verdad. Sí, es difícil perder la intimidad, pero ya he asumido que es parte de tener la suerte de hacer un trabajo maravilloso, por el que me pagan muy bien y con el que me divierto tanto. Así que no puedo decir que sufro”, dice el actor.
Entre las cosas que le ha permitido Bond se encuentra la de haber actuado al lado de la reina de Inglaterra, para la apertura de los pasados Juegos Olímpicos. “Fue algo increíble, que me puso el corazón a mil. Fue un poco raro que de pronto me encontrara en un coche yendo rumbo al Palacio de Buckingham”, cuenta divertido.
Intentó ser muy respetuoso con Isabel II, dice, pero tampoco tuvo que aprender ni someterse a reglas del protocolo. “Simplemente llegué ahí, la saludé muy respetuoso y empezamos a filmar. No hicimos ningún ensayo y fueron sólo un par de tomas”, explica Daniel, para quien la reina es una gran actriz. “Tenía muy claro lo que tenía que hacer e incluso le dio sugerencias a Danny Boyle (el director) de lo que ella recomendaba para hacer la escena más real. Fue una experiencia de lo más divertida”.
Al igual que su personaje del Agente 007, Daniel asegura que le gustan las mujeres fuertes y con personalidad. “Estoy rodeado de ellas en mi vida y me siento muy agradecido por ello. Empezando por mi hija. Las admiro”, asegura el histrión al que se le ha reconocido precisamente por haber aportado sensibilidad al mítico personaje.
“Me gusta la contradicción que hay en James Bond. Es un chauvinista pero le encantan las mujeres y su actitud hacia ellas ha cambiado con el tiempo. A mí me ha tocado ver la transformación del Bond del pasado al de la actualidad. Es una dinámica muy interesante y apasionante”, cuenta Daniel.
Los trajes del millón
Con tantas décadas y actores que han interpretado a Bond no faltan las anécdotas. Una de la mejores, las relacionadas con los sofisticados trajes que el detective suele lucir. “Hay una gran historia que es verdad y es que cuando Sean Connery era James Bond, el diseñador de vestuario le pidió que durmiera con sus trajes para que comprobara que eran suficientemente cómodos y se sintiera perfecto en ellos. La verdad es que me encanta la sastrería. Esa era la profesión de mi padre, así que entiendo el gran trabajo y dedicación que hay en la confección de un buen traje. De hecho guardo algunos de las películas y muchos de ellos los dono a fundaciones de caridad”, cuenta acerca de las subastas en las que Craig ha recaudado hasta un millón y medio de dólares para donar a proyectos benéficos.
Respecto a lo que representa interpretar a Bond en su 50 aniversario comenta: “No puedes pensar en la responsabilidad que eso te da. Tienes que quitarte todo el peso de encima, ir al set y hacer tu mejor trabajo y punto”.
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