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Damián Alcázar, ciudadano del cine

El actor se declara como un eterno buscador de historias llenas de compromiso social y cargadas de crítica

MORELIA, MICHOACÁN (19/OCT/2011).- La cara de Damián Alcázar es una extraña mezcla de plenitud y hambre. La primera, porque ha sido homenajeado en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), donde ayer vivió una jornada casi enteramente dedicada a él, en la que se presentaron sus películas, develó placas, se le entregaron premios y convivió con el público. Pero también tuvo que cumplir con una agenda muy apretada, que lo dejó sin tiempo para descansar, pasear por la ciudad y hasta para comer. “Hacemos rápido la rueda de prensa ¿no? Es que ya metí dos veces mis enchiladas al horno”, afirma entre broma y en serio el actor.

El intérprete habló durante 15 minutos con los medios tocando, como siempre, una amplia variedad de temas. Desde qué lugares del Distrito Federal le gustan para pasear: “Coyoacán porque puedo andar en bicicleta”, afirma con una sonrisa, hasta sus preferencias políticas: “votaría por López Obrador, pero jamás lo van a dejar ganar”, agrega en tono serio.

Es el arte histriónico donde Alcázar se siente “como pez en el agua” al charlar. A pregunta expresa de este medio, sobre si le gusta ver sus propias películas o las sufre por encontrarse defectos, Damián asegura que “disfruto mucho ver mis películas, ver los detalles que hay en ellas, ver qué puedo hacer mejor, en qué acerté. Me ayuda a recordar a mis compañeros actores y directores”.

El actor confesó que necesita ver al menos “cinco veces una película para empezar a ver mi trabajo. Desde el principio puedo apreciar la labor del director, del diseñador, de los otros actores, pero el mío normalmente hasta la quinta. Allí comienzo a decir ‘¡ajá, nada mal!’ (risas)”.

Encarnación por convicción

Identificado con los papeles de hombres que enfrentan grandes problemas que trastocan su vida, Alcázar no se imagina “encarnando a un tipo rico, con una esposa bellísima, una mansión, dos hijos muy bonitos, muy macho y un trabajo de ensueño. Qué flojera”. En cambio, “quiero hacer un cine que importe, que diga cosas. Ésa es la postura que asumo al aceptar un papel y tan lo soy que espero no quemarme la lengua, nunca me verán en una novela de amor”.

Las historias “interesantes y bien escritas” son las que tienen prioridad en la mesa del actor michoacano, quien pone como ejemplo a Capadocia, serie a la que se suma en su tercera temporada. “He trabajado antes con Argos en ese tipo de proyectos, contestatarios y cuestionadores, pero también he metido la pata con ellos, como una novela que hice con TV Azteca nada más porque dirigía mi maestro Héctor Bonilla”.

Al preguntarle si cerró las posibilidades de trabajar en la Meca del Cine luego de laborar en la saga Las Crónicas de Narnia, Alcázar señaló que “a Hollywood le he dicho ‘no’ cuando me ofrecieron papeles como un narco en una película de Schwarzenegger, donde ya estaba contratado y al darme cuenta del papel dije ‘no’; o un policía nefasto en Hombre en llamas, donde el héroe era un estadounidense en México. Nosotros los latinos no somos los malos”, remata el actor al final de sus 15 minutos, tras los cuales, se va a perseguir sus enchiladas.

EL INFORMADOR / Juan Francisco González Rodríguez

UNA JORNADA INTENSA
Momentos memorables

* Durante una charla abierta organizada por el festival le propusieron al actor ser parte del relanzamiento en radio de Kalimán. El histrión aceptó que es un proyecto interesante “aunque yo tengo aspecto más de Solín”.

* En la presentación de la película Fecha de caducidad (rodada en Guadalajara) explicó que sería el primero en abuchear la película si era mala. “Afortunadamente me gustó, aunque es una lástima que mi personaje (Genaro) no salga más a cuadro”, dijo en son de broma.

* Alcázar explicó que México vive una situación compleja, y Michoacán más, “pero es una percepción que se ha creado de forma mediática, manipulada por otro tipo de intereses”.

* Reconoce que aunque su terruño es Michoacán “crecí en Guadalajara y viví muchos años en Veracruz, así que como Agustín Lara, ese Estado me adoptó”.

* Lamentó que persista la idea en cierto sector de la clase política de que no tiene sentido invertir en el Séptimo Arte. “Alguien dijo en la Cámara de Diputados que por qué se gasta dinero haciendo cine, que para qué sirve. Realmente hay gente muy obtusa que son auténticos parásitos. Nosotros los ciudadanos hacemos el cine y la cultura”.


''Creo que tenemos un gran país, que comienza en el Sur de Estados Unidos y termina en la Patagonia. Debemos quitarnos los divisionismos que tenemos en la cabeza.''
Damián Alcázar, actor.
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