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Cuca, 25 años de irreverencia

La agrupación celebra con música e irreverencia con más potencia

GUADALAJARA, JALISCO (30/MAR/2015).- No hay borrón ni cuenta nueva, pero sí una reestructuración significativa que tendrá consecuencias positivas. Cuca mantiene su esencia e historia, eso asegura José Fors, líder vocal de la banda tapatía que celebra 25 años de vida con música e irreverencia con más potencia.

A José no le interesa hablar de chismes, prejuicios, ni de comparaciones respecto a la salida del ahora ex guitarrista, Galileo Ochoa. El intérprete del “Son del dolor”, junto a sus colegas: el baterista Nacho “El implacable” González y el bajista Carlos Ávilez, destaca que el reconocimiento del que Cuca goza es porque cada integrante ha sabido aceptar los errores del pasado, disfrutar del aprendizaje del presente y de confiar en las oportunidades que ven en el futuro.

Tras seis años de intentar regresar al estudio, Cuca finalmente pagó su deuda con el público a través de “La venganza de Cucamonga”, su más reciente producción con la que no sólo apuesta por nuevos sonidos y letras, también abre espacio para que el guitarrista, Alejandro Otaola, se sume al proyecto con un aire fresco y versátil.

José, Nacho y Carlos consideran que los cambios que persiguen a Cuca van más allá de un peldaño para evolucionar y hacer valer su peso en la escena nacional del rock, también representa una catarsis personal para analizar su desarrollo como individuos, como padres, esposos y amigos.

“El ego tiene dos caras, el que te sirve para creer en ti, eso es sano. El otro es el que sabes que es una mentira. Pasé por una época terrible de alcohol y drogas, me sentía que era lo máximo, que nada me iba a pasar. Luego tocas fondo y te das cuenta que eres un simple mortal, y que ahí es donde realmente está la felicidad”, añade Fors.

¿Cómo y por qué ha sobrevivido Cuca? Carlos Ávilez dice que eso ha sido responsabilidad del público, de los fans que han compartido su afición por los rockeros a las nuevas generaciones. Añade que ver a niños y jovencitos en sus conciertos es una de las mayores ganancias que la agrupación ha tenido. “Ellos son los que nos convencen de seguir tocando, esa es la motivación primordial para seguir con este grupo. Para nosotros es muy gratificante, porque el mérito de que Cuca siga de pie es el público. Hemos tenido baches, pero el público no, siempre ha estado ahí”, subraya el bajista.
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