Entretenimiento
Cuando la paz mundial depende de una espía
Sacada de su oficina, Susan Cooper (Melissa McCarthy) se infiltra en un mundo de misiones peligrosas
GUADALAJARA, JALISCO (06/JUN/2015).- Acción, drama y mucha diversión, es lo que promete la nueva fórmula que Melissa McCarthy, Jason Statham y Jude Law presentan en “Spy: Una espía despistada”, que hoy se estrena en las salas de cine mexicanas.
La historia inicia cuando Susan Cooper (Melissa McCarthy), una analista de la CIA confinada a su escritorio en las oficinas sede de Langley, representa a una mujer modesta y la típica heroína no reconocida detrás de las misiones más peligrosas de la agencia. Pero cuando su socio Bradley Fine (Jude Law) desaparece de la faz de la tierra y otro agente Rick Ford (Jason Statham) está comprometido en otra misión, se ofrece como voluntaria para infiltrarse de lleno en el mundo de un traficante letal de armas, y evitar así un desastre mundial.
Aquí inicia una aventura que el director Paul Freig supo aterrizar en medio de ambientes bulliciosos dentro de Roma, París y Budapest, donde Susan pasa de hacer el trabajo de oficina al trabajo de campo, con intriga y misterio, tal como debe ser un verdadero espía internacional. Además, Freig asegura que la comedia proviene de los personajes, sin caer en una parodia o sátira. “Quería que tuviera el tono de un filme de espías, pero que fuera lo más divertida posible”, comparte el también guionista.
Las mujeres son mejores espías que los hombres
El director y guionista, Paul Freig, confiesa que ha leído acerca de que las mujeres suelen ser mejores espías que los hombres. “Por lo general las mujeres son mejores para leer señales físicas, ganarse la confianza y utilizar su intuición (…) eso es Susan Cooper, quien forma parte de un trío que es protagonista, compinche y adversario”.
El personaje de Melissa McCarthy no tiene confianza en sí misma, fue criada con la convicción del “no puedes” en su familia y es en la CIA donde espera elevar su autoestima. Hundida en una deprimente oficina, su personaje resuelve los casos siendo los ojos y oídos de Bradley Fine, un encantador y egocéntrico agente que suele terminar sus misiones casi sin despeinarse. “Él y Susan son el equipo perfecto, la crema y nata de la CIA, con una relación meramente platónica a pesar de los coqueteos ocasionales”, comenta Law sobre su personaje. A pesar de esto Susan entiende que Fine sólo tiene ojos para su espejo. Al respecto, McCarthy refiere que el personaje de Law le encanta por “ser alguien sinvergüenza”.
Statham, diferente a todo lo que ha hecho
Para el actor Jason Statham su personaje como el agente Rick Ford “es algo diferente a cualquier cosa que haya hecho antes y ha sido divertido. Es muy intenso, pero cómicamente inconsciente de su propia incompetencia”, comparte el actor, quien suele interpretar papeles de personajes despiadados.
A pesar de todo lo distinto que pueda ser este papel, Freig asegura que moldeó el personaje de Rick Ford especialmente para Jason Statham. “Es hasta cierto punto un sociópata, y Jason lo interpreta con mucha convicción. No le guiña el ojo a la cámara o permite que se vaya hacia la parodia, que es lo que lo hace tan irreverentemente divertido”, afirma el director.
Una escena imperdible
De toda la película, una de las escenas más divertidas de la película es el enfrentamiento entre Susan y una asesina (Nargis Fakhri) en un restaurante de Budapest. La pelea se da entre frutas, vegetales, patas de pavo y utensilios de cocina, en una coreografía que tomó semanas de ensayo y tan sólo dos días para grabarla. Ollas sartenes y comida vuelan por los aires mientras una ensalada en esta película también funciona como arma. En sí, la pelea es un tanto cómica como peligrosa, “no creas que no te puedo matar con una zanahoria”, diría Susan.
Así, con una alta dosis de adrenalina y comedia, llega a las salas de cine “Spy: Una espía despistada”, cinta llena de creatividad con el talento puesto en la mesa, teniendo como protagonistas a tres actores que tienen como misión divertirnos mientras salvan al mundo en medio de la acción y el peligro.
La historia inicia cuando Susan Cooper (Melissa McCarthy), una analista de la CIA confinada a su escritorio en las oficinas sede de Langley, representa a una mujer modesta y la típica heroína no reconocida detrás de las misiones más peligrosas de la agencia. Pero cuando su socio Bradley Fine (Jude Law) desaparece de la faz de la tierra y otro agente Rick Ford (Jason Statham) está comprometido en otra misión, se ofrece como voluntaria para infiltrarse de lleno en el mundo de un traficante letal de armas, y evitar así un desastre mundial.
Aquí inicia una aventura que el director Paul Freig supo aterrizar en medio de ambientes bulliciosos dentro de Roma, París y Budapest, donde Susan pasa de hacer el trabajo de oficina al trabajo de campo, con intriga y misterio, tal como debe ser un verdadero espía internacional. Además, Freig asegura que la comedia proviene de los personajes, sin caer en una parodia o sátira. “Quería que tuviera el tono de un filme de espías, pero que fuera lo más divertida posible”, comparte el también guionista.
Las mujeres son mejores espías que los hombres
El director y guionista, Paul Freig, confiesa que ha leído acerca de que las mujeres suelen ser mejores espías que los hombres. “Por lo general las mujeres son mejores para leer señales físicas, ganarse la confianza y utilizar su intuición (…) eso es Susan Cooper, quien forma parte de un trío que es protagonista, compinche y adversario”.
El personaje de Melissa McCarthy no tiene confianza en sí misma, fue criada con la convicción del “no puedes” en su familia y es en la CIA donde espera elevar su autoestima. Hundida en una deprimente oficina, su personaje resuelve los casos siendo los ojos y oídos de Bradley Fine, un encantador y egocéntrico agente que suele terminar sus misiones casi sin despeinarse. “Él y Susan son el equipo perfecto, la crema y nata de la CIA, con una relación meramente platónica a pesar de los coqueteos ocasionales”, comenta Law sobre su personaje. A pesar de esto Susan entiende que Fine sólo tiene ojos para su espejo. Al respecto, McCarthy refiere que el personaje de Law le encanta por “ser alguien sinvergüenza”.
Statham, diferente a todo lo que ha hecho
Para el actor Jason Statham su personaje como el agente Rick Ford “es algo diferente a cualquier cosa que haya hecho antes y ha sido divertido. Es muy intenso, pero cómicamente inconsciente de su propia incompetencia”, comparte el actor, quien suele interpretar papeles de personajes despiadados.
A pesar de todo lo distinto que pueda ser este papel, Freig asegura que moldeó el personaje de Rick Ford especialmente para Jason Statham. “Es hasta cierto punto un sociópata, y Jason lo interpreta con mucha convicción. No le guiña el ojo a la cámara o permite que se vaya hacia la parodia, que es lo que lo hace tan irreverentemente divertido”, afirma el director.
Una escena imperdible
De toda la película, una de las escenas más divertidas de la película es el enfrentamiento entre Susan y una asesina (Nargis Fakhri) en un restaurante de Budapest. La pelea se da entre frutas, vegetales, patas de pavo y utensilios de cocina, en una coreografía que tomó semanas de ensayo y tan sólo dos días para grabarla. Ollas sartenes y comida vuelan por los aires mientras una ensalada en esta película también funciona como arma. En sí, la pelea es un tanto cómica como peligrosa, “no creas que no te puedo matar con una zanahoria”, diría Susan.
Así, con una alta dosis de adrenalina y comedia, llega a las salas de cine “Spy: Una espía despistada”, cinta llena de creatividad con el talento puesto en la mesa, teniendo como protagonistas a tres actores que tienen como misión divertirnos mientras salvan al mundo en medio de la acción y el peligro.
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