Entretenimiento
Conocerlos es querelos menos
Cuanto más sabe el público sobre los artistas, menos simpatiza con ellos
Un caso reciente, que menciona el investigador Bruce Pfeiffer, quien es profesor en la Escuela Wittemore de Empresa en esa universidad y autor del estudio, es el del actor y cineasta Clint Eastwood y su participación en la Convención Nacional Republicana a finales de agosto.
Eastwood, con una larga y muy encomiada carrera cinematográfica, improvisó un diálogo ficticio y cáustico con el presidente Barack Obama simbolizado por una silla vacía. La actuación se convirtió en material de mofa de los comediantes en la televisión.
"Las celebridades que apoyan públicamente a los candidatos políticos deberían pensarlo dos veces", señala el artículo. "Los artistas que muestran más su posición acerca de asuntos políticos, religiosos o sociales quizá lo paguen con una disminución de su popularidad y una merma de sus ganancias".
"La disposición de algunos famosos a involucrarse en asuntos controvertidos por su sentido de responsabilidad social es admirable", apunto Pfeiffer. "Sin embargo, cuando informan al público sobre sí mismos y sus posiciones (los célebres) puede que vean una reducción de sus presentaciones y ventas en la taquilla".
Preiffer ha llevado a cabo una extensa investigación sobre cómo el público reacciona a los artistas famosos una vez que conoce sus puntos de vista personales.
Por ejemplo, encontró que cuando la gente se entera de las opiniones religiosas de dos actores con posiciones diametralmente opuestas -Tom Hanks y Mel Gibson- menos simpatiza con ambos.
Tanto liberales como conservadores tenían opiniones similares acerca de Hanks y Gibson conociéndolos como actores de cine y antes de enterarse sobre las creencias y opiniones de cada uno.
Pero, "cuando se les proporcionaron descripciones de las prácticas y actitudes de estos famosos, liberales y conservadores divergieron en sus evaluaciones de los actores, en particular acerca de Gibson", dijo Pfeiffer.
Además, ciertos grupos se diferenciaron en la manera que percibieron a los artistas una vez que tuvieron más información acerca de ellos.
Hanks ha hecho donaciones para muchos políticos demócratas y ha expresado abiertamente su apoyo al matrimonio de homosexuales, las causas ambientales y los combustibles alternativos. En 2008 declaró, con un video en su página de MySpace, su apoyo por la candidatura presidencial de Barack Obama.
Por su lado, Gibson, quien se describe como un católico tradicionalista, se opone a la ordenación sacerdotal de mujeres, a la financiación con fondos públicos de la investigación de células madre de embrión humano, y ha hecho declaraciones que, según sus críticos, tienen tono antisemita y homófobo.
En el experimento con Hanks y Gibson, los liberales y las mujeres tendieron a mostrar una actitud menos favorable hacia Gibson cuando recibieron más información sobre él. De la misma manera, la opinión sobre Hanks empeoró entre los conservadores y los hombres que recibieron información sobre este actor.
"Estos datos revelan uno de los fundamentos que sostienen la adoración de las celebridades: ignorancia", comentó Pfeiffer. "A menos que los famosos mantengan actitudes que son aceptables para la mayoría es probable que salgan mejor parados, financieramente, si se guardan sus opiniones y prácticas en privado".
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