Entretenimiento
Confiensa Matt Dillon que le gusta la música latina
Nunca ha ofrecido una conferencia, pero le parece que será una experiencia interesante estar frente a jóvenes en la charla que dará el sábado
GUADALAJARA, JALISCO.- El actor estadunidense Matt Dillon, quien recibirá hoy el Premio Guadalajara Internacional, confesó su pasión por la música cubana, que lo llevó hace años a filmar en México parte del documental sobre el fenómeno musical.
Luego de manifestar sorpresa y desconocer las razones por la designación del galardón, por parte de la organización del XXV Festival Internacional de Cine en Guadalajara, agradeció tal distinción.
"Estoy contento y emocionado de estar por segunda ocasión aquí en esta ciudad, que me juran es la más mexicana de todas, luego de ocho años en los que me divertí de lo lindo conociendo restaurantes y cantinas por montones", apuntó.
Dillon comentó que su presencia en la capital jalisciense se debe a la edición de su primera película como director; además se dio el lujo de viajar en un camión urbano y recorrer la ciudad, sentado en la parte trasera de la unidad, para observar el paisaje.
Señaló que está muy contento por la invitación a participar mañana en 'Actuando, actuando, actuando…', charla magistral que ofrecerá como parte de las actividades del Talent Campus Guadalajara.
"Nunca he ofrecido una conferencia, además jamás he sido un maestro, pero será una experiencia interesante estar frente a jóvenes entusiastas y el público que gusta del cine', refirió.
Con relación a su interés por la música cubana, confesó que fue cuando viaja en Nueva York en un taxi y el conductor traía ese género que le llegó a las fibras del alma y le preguntó quiénes cantaban.
El taxista le informó que era La Sonora Matancera y Charlie Palmieri, dos de los máximos exponentes de esa música. Fue entonces que acudió a una tienda de discos a comparar algunos y pidió que le explicarán más sobre los exponentes.
A partir de ese momento sintió pasión por la salsa, huahuancó, son montuno, y demás ritmos afrocaribeños, sobre todo, provenientes de Cuba.
Esa pasión le llevó a dirigir un documental que por el momento se encuentra detenido, pero que lo llevó a la Ciudad de México para conocer más sobre otros exponentes como El Gran Fellove y el dueto Lobo y Melón, radicados durante años en la capital mexicana.
Dillon dijo que se la pasó filmando por diversos rumbos y sitios, así como entrevistando a gente.
Luego de manifestar sorpresa y desconocer las razones por la designación del galardón, por parte de la organización del XXV Festival Internacional de Cine en Guadalajara, agradeció tal distinción.
"Estoy contento y emocionado de estar por segunda ocasión aquí en esta ciudad, que me juran es la más mexicana de todas, luego de ocho años en los que me divertí de lo lindo conociendo restaurantes y cantinas por montones", apuntó.
Dillon comentó que su presencia en la capital jalisciense se debe a la edición de su primera película como director; además se dio el lujo de viajar en un camión urbano y recorrer la ciudad, sentado en la parte trasera de la unidad, para observar el paisaje.
Señaló que está muy contento por la invitación a participar mañana en 'Actuando, actuando, actuando…', charla magistral que ofrecerá como parte de las actividades del Talent Campus Guadalajara.
"Nunca he ofrecido una conferencia, además jamás he sido un maestro, pero será una experiencia interesante estar frente a jóvenes entusiastas y el público que gusta del cine', refirió.
Con relación a su interés por la música cubana, confesó que fue cuando viaja en Nueva York en un taxi y el conductor traía ese género que le llegó a las fibras del alma y le preguntó quiénes cantaban.
El taxista le informó que era La Sonora Matancera y Charlie Palmieri, dos de los máximos exponentes de esa música. Fue entonces que acudió a una tienda de discos a comparar algunos y pidió que le explicarán más sobre los exponentes.
A partir de ese momento sintió pasión por la salsa, huahuancó, son montuno, y demás ritmos afrocaribeños, sobre todo, provenientes de Cuba.
Esa pasión le llevó a dirigir un documental que por el momento se encuentra detenido, pero que lo llevó a la Ciudad de México para conocer más sobre otros exponentes como El Gran Fellove y el dueto Lobo y Melón, radicados durante años en la capital mexicana.
Dillon dijo que se la pasó filmando por diversos rumbos y sitios, así como entrevistando a gente.
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