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Confesiones del 'Profesor Jirafales'

Quiso ser de todo: torero, piloto aviador; pero fue la actuación la que capturó su ser como el maestro en la escuelita del 'Chavo del ocho'

GUADALAJARA, JALISCO (10/FEB/2015).- Aún suena por los estudios el grito “¡Ta, ta, ta, taaaa... ta!”; todavía reclama que le digan maestro ‘Longaniza’. Rubén Aguirre interpretó durante decenios al “maestro más querido de América Latina”, el Profesor Jirafales, y este 2015, el actor presentó sus memorias: “Después de usted”.

El libro publicado por la editorial Planeta es un nostálgico relato que descubre su vida profesional y su desarrollo personal. Él mismo lo aclara en entrevista para este medio: “No todo trata sobre el programa de ‘El Chavo del Ocho’”, aunque afirma que fue una época que marcó su vida. En su narración “hay cosas del hombre: el padre, los hermanos, los primeros trabajos y los estudios”, comentó.

Muchos amigos lo exhortaron a que emprendiera esta tarea, entre ellos Ricardo Rocha y Don Francisco. Aclaró que en un principio se negó a hacerlo, pero cedió: “Poco a poco fui anotando por ahí, sin querer queriendo, como decía Roberto Gómez Bolaños… Además mis hijos y mi mujer me recuerdan cosas”, agregó.

Nada ha sido fácil

“No sé si han intentado escribir; pero, qué difícil es hacer un libro para alguien que no escribe”, comenta el actor durante la charla. Su relato, comenta, comienza en el Norte del país, de donde es oriundo.

“Allá sufrí la decepción de ser rechazado para la pantalla chica: el director de Canal 10 de Monterrey vio mi primera aparición a cuadro y por mi estatura, me dijo que no servía para la televisión, que tenía unas enormes manos que parecían manoplas de beisbol, que era grotesco”.

Eso marcó al joven que buscaba hacerse una carrera en los espectáculos: “Qué te digan eso cuando vas comenzando, cuando eres joven y tienes sueños, es muy duro”… Pero no se desanimó y con el apoyo de su esposa continuó buscando cumplir sus sueños.

Las discusiones

Durante la entrevista, es imposible no cuestionar a Rubén Aguirre sobre las desavenencias que hubo entre los actores del “Chavo del ocho” y al respecto el actor comenta: “Me da mucha tristeza los malos comentarios”, por las disputas de que surgieron por los derechos de autor de los personajes de ‘La Chilindrina’ y ‘Quico’, interpretados por María Antonieta de las Nieves y Carlos Villagrán.

Con la frase de “si no tienes nada bueno que decir de alguien mejor no digas nada”, Aguirre comenta los casos de sus ex compañeros: “Crecimos juntos, no éramos nadie. Gracias a Roberto Gómez Bolaños se hicieron ricos, para qué tirarle… El mínimo grado de agradecimiento es quedarse callado”, concluyó.

Sobre Florinda Meza, comenta: “Lo que sentía Florinda por él era más que amor, era devoción. La gente dice que se metía en sus conversaciones, lo que sucede es que ya no oía bien, por eso ella contestaba”.

Las dos caras de ser exclusivo

Actualmente, Aguirre cuenta con un contrato de exclusividad en Televisa, desde los años de ‘El Chavo’. Sobre ello comparte: “Me invitaban a hacer otras cosas, hasta de Venezuela me invitaron a hacer ‘La Escuelita del Profesor Jirafales’, pero no podía por la exclusividad”.

A pesar de que ahora esa exclusividad significa un sueldo fijo a manera de pensión, hubo momentos en los que deseó poder hacer más proyectos: “Siento como que me estorbaba, me daba mucho coraje, me sentía castrado. Me invitaban a hacer comerciales, pero no me daban permiso”.

En una ocasión uno de esos comerciales era de una cerveza estadounidense: había mucho dinero de por medio, “pero no lo consideré por el consejo de  Gómez Bolaños, quien me dijo que anunciar cerveza iba contra la imagen del ‘Profesor Jirafales’ y mi papel dentro del humorismo blanco”, señala.

Añade que “con ese éxito sentí mucha responsabilidad: no me imagino a los padres de los niños viendo que el ídolo de su hijo está todo borracho en un bar. Claro que bebo tequila, pero una o dos en mi casa”, comentó entre risas.

LAS POSTURAS DE RUBÉN AGUIRRE SOBRE...

La importancia del cariño del público


Acerca de la importancia del cariño del público, el actor recuerda a ‘Chespirito’, “él decía que una cosa es ser conocido y otra cosa es ser querido por el público”. Y el amor lo consiguieron no sólo en México, sino en toda Latinoamérica: “Tuvimos una trascendencia tal que me pidieron autógrafos lo mismo en Nueva York que en Tierra del Fuego”.

Los cambios en la industria

El actor ha sido testigo de cómo cambió la industria del entretenimiento. Desaprueba la tendencia de algunos actores y medios que no definen los límites entre la vida privada y la pública: “Se están sobrepasando: venden su boda a una revista. Mi vida privada es muy mía”.
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