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Con un poco de ayuda tapatía

Ringo Starr se presentó en el Auditoro Telmex, donde demostró por qué es una leyenda

GUADALAJARA , JALISCO (17/NOV/2013).- De vez en vez las leyendas de la música bajan a convivir con los mortales y entregan parte del encanto que las hizo brillar. Si no, que le pregunten al británico Ringo Starr, que en el Auditorio Telmex armó anoche una fiesta en la que más de siete mil personas refrendaron por más de dos horas que es un dios sonoro.

“¿Cómo estás, Guadalajara?”, fueron las primeras palabras del músico, y entonó las primeras melodías de la velada: ''Matchbox'', ''I don’t come easy'' y ''Wings''.

El ex integrante de The Beatles tomó su batería y dejó que los integrantes de su grupo, His All-Starr Band, dieran lo mejor de sí.

Vestido con una playera negra con una estrella dorada, Ringo se dejó querer por los admiradores que llevaron carteles con frases alusivas a sus melodías y mensajes de cariño y que a cada momento gritaron su nombre. ''I saw the lights'' y ''Evil ways'' fueron la antesala de uno de los éxitos más coreados de la noche: ''Rossana''.

Al entonar la mítica ''Yellow submarine'' del Cuarteto de Liverpool, el público se levantó con globos amarillos.

El toque seductor no se hizo esperar con ''Black magic woman''. Enfundado en una playera blanca, el británico retornó a escena para recordar otros tantos éxitos: ''Broken wings'', ''Hold the line'', ''Photograph'', ''Act Naturally'' y ''With a little help from my friends''.

“Todos ustedes son increíbles, muchas gracias”, les confesó Starr a sus seguidores.

Y es que no siempre un hijo pródigo de la industria global visita a una ciudad como Guadalajara, que sólo rinde culto a figuras tan emblemáticas.

Enrique Esparza

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