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Con la magia intacta

Mago de Oz ofrece un vibrante concierto ante sus fieles seguidores en la Plaza de Toros Nuevo Progreso

GUADALAJARA, JALISCO (09/ABR/2011).- Rock pesado con toques caballerescos, largas melenas que se agitan relatando gestas increíbles y fieles cuyos saltos agitan el polvo del suelo hasta crear tornados. Los conciertos de Mago de Oz se convierten, por la fuerza de sus letras y fanáticos, en eventos dotados de un cierto hechizo, donde el grupo y sus fieles hacen comunión perfecta.

Con un retraso de más de 40 minutos, Mago de Oz regresó ayer a Guadalajara donde presentó un amplio recorrido por su discografía, aunque centrándose principalmente en la etapa Gaia.

En un acto poco común para un grupo musical, la banda arrancó el concierto disculpándose por el retraso en aparecer en el escenario, señalando que si la gente había esperado por un buen recital, eso es lo que obtendrían.

Con una producción sencilla que no fue más allá de un juego de luces, el conjunto se apoyó en todo momento en la potencia de su sonido, basado en guitarra, violín, sintetizador, flauta y el poderoso acompañamiento de batería, además de la personalidad magnética de Txus, líder de la escuadra ibérica.

Le dan la mano a México


Con un público entregado ante temas como Gaia, Siempre, Molinos, Puedes contar conmigo y Posada, Mago de Oz no desaprovechó la oportunidad para refrendar el cariño que siente el grupo por nuestro país, al que señalaron como “uno de los pocos que siempre ha tenido la puerta abierta para nosotros”.

Txus agregó que el grupo se presentó el jueves en Tijuana “y muchos nos preguntan si no tenemos miedo de presentarnos allá o en Monterrey. Yo les digo que si los estadounidenses tienen miedo es su problema. Con México estaremos en sus buenas y malas”, afirmó, para recibir de inmediato el júbilo de los presentes, en su mayoría uniformados en color negro con camisas alusivas a la banda.
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