Entretenimiento
Clausura Aleks Syntek el VIII Festival de San Luis
El primer tema que comprimió la atmósfera fue A veces voy, que el público coreó en forma espontánea.
Aleks Syntek coronó el VIII Festival de San Luis, al ofrecer un concierto donde la lluvia, el canto y la euforia se combinaron para crear a la bella estampa que despidió ocho días de manifestaciones artísticas y culturales.
De manera puntual, el recital y la fina precipitación, llovizna tibia que calentó aún más el ánimo de los presentes, llegaron a las 21:00 horas de ayer hasta el escenario de la Plaza Fundadores (1592). A partir de ese momento, Raúl Alejandro Escajadillo Peña, el popular Aleks Syntek, cantó, cantó y cantó.
El primer tema que comprimió la atmósfera fue "A veces voy", que el público coreó en forma espontánea. A esa canción le siguieron otras, algunas arrancadas a su discografía de más de una decena de producciones y otras más pertenecientes a su más reciente disco; todas gustaron por igual.
Sobre el escenario, su banda, una excelente dotación instrumental y lo fundamental para refrescar y despejar la garganta para cuando fuera necesario. A la tercera canción consecutiva, Syntek saludó a quienes, fieles a su ídolo, soportaron lluvia, relámpagos y vientos huracanados provenientes del Sur.
La plaza, dedicada a quienes fundaron la ciudad hacia finales del Siglo XVI, se vio ocupada casi en su totalidad por jóvenes miembros de la segunda generación de devotos del artista nacido en Mérida, en septiembre de 1969. Padres e hijos, madres e hijas, cantaron al unísono tema tras tema.
Las luces robóticas sobre, frente y alrededor del escenario, jugaron al mismo tiempo con la intensidad lumínica de los relámpagos que se dejaron ver y escuchar sobre suelo potosino. "De noche por la ciudad", canción que le proporcionó grandes satisfacciones, fue cantada por Aleks Syntek para sus fans.
Inquieto, el músico mexicano pulsó su guitarra y luego tocó los teclados para interpretar, a manera de homenaje al "Príncipe de la Canción "José José, "Preso", melodía pegajosa con la que el público mayor lo acompañó.
Estudioso, amante de la cultura y la academia, Aleks Syntek habló de la pasión que siempre ha sentido por los ritos mexicanos, razón por la cual compuso el tema "La doña muerte". Y explicó que una de las tradiciones más arraigadas en México es, precisamente, la del Día de Muertos.
Tras la guitarra y los teclados, se dio tiempo para demostrar su versatilidad al tocar su "tololoche", fino contrabajo con el que se remontó a la primera mitad del Siglo XX. Elevó la voz para regalar al público un tema de mala muerte, de barrio bajo, "Historias de danzón y arrabal", que gustó mucho.
Confundida la luz artificial del escenario con la de los rayos que usualmente acompañan a la lluvia, el público, en número de 10 mil, se vio iluminado de forma mágica y así, el impulso por cantar creció en tribuna, sillas colocadas frente al artista y calles aledañas a la enorme plaza cívica.
Mientras las familias terminaron la celebración del Día de las Madres con este concierto gratuito, tres "cartones" de cerveza, una hielera llena con la misma bebida y otros líquidos energizantes, se fueron terminando poco a poco al interior del escenario donde artistas y técnicos trabajaban muy duro.
La policía, quien mantuvo a raya la ley de no vender bebidas embriagantes en horas nocturnas, conforme a la ley vigente en la ciudad, vigiló con celo el orden. Así, tres mil oficiales intentaban guardar la paz, 10 mil almas marcharon satisfechas a sus hogares... y un grupo de artistas dijo alegre "Salud!". NTX 11/05/08 MLOM
SAN LUIS POTOSÍ.- El cantante y compositor mexicano
De manera puntual, el recital y la fina precipitación, llovizna tibia que calentó aún más el ánimo de los presentes, llegaron a las 21:00 horas de ayer hasta el escenario de la Plaza Fundadores (1592). A partir de ese momento, Raúl Alejandro Escajadillo Peña, el popular Aleks Syntek, cantó, cantó y cantó.
El primer tema que comprimió la atmósfera fue "A veces voy", que el público coreó en forma espontánea. A esa canción le siguieron otras, algunas arrancadas a su discografía de más de una decena de producciones y otras más pertenecientes a su más reciente disco; todas gustaron por igual.
Sobre el escenario, su banda, una excelente dotación instrumental y lo fundamental para refrescar y despejar la garganta para cuando fuera necesario. A la tercera canción consecutiva, Syntek saludó a quienes, fieles a su ídolo, soportaron lluvia, relámpagos y vientos huracanados provenientes del Sur.
La plaza, dedicada a quienes fundaron la ciudad hacia finales del Siglo XVI, se vio ocupada casi en su totalidad por jóvenes miembros de la segunda generación de devotos del artista nacido en Mérida, en septiembre de 1969. Padres e hijos, madres e hijas, cantaron al unísono tema tras tema.
Las luces robóticas sobre, frente y alrededor del escenario, jugaron al mismo tiempo con la intensidad lumínica de los relámpagos que se dejaron ver y escuchar sobre suelo potosino. "De noche por la ciudad", canción que le proporcionó grandes satisfacciones, fue cantada por Aleks Syntek para sus fans.
Inquieto, el músico mexicano pulsó su guitarra y luego tocó los teclados para interpretar, a manera de homenaje al "Príncipe de la Canción "José José, "Preso", melodía pegajosa con la que el público mayor lo acompañó.
Estudioso, amante de la cultura y la academia, Aleks Syntek habló de la pasión que siempre ha sentido por los ritos mexicanos, razón por la cual compuso el tema "La doña muerte". Y explicó que una de las tradiciones más arraigadas en México es, precisamente, la del Día de Muertos.
Tras la guitarra y los teclados, se dio tiempo para demostrar su versatilidad al tocar su "tololoche", fino contrabajo con el que se remontó a la primera mitad del Siglo XX. Elevó la voz para regalar al público un tema de mala muerte, de barrio bajo, "Historias de danzón y arrabal", que gustó mucho.
Confundida la luz artificial del escenario con la de los rayos que usualmente acompañan a la lluvia, el público, en número de 10 mil, se vio iluminado de forma mágica y así, el impulso por cantar creció en tribuna, sillas colocadas frente al artista y calles aledañas a la enorme plaza cívica.
Mientras las familias terminaron la celebración del Día de las Madres con este concierto gratuito, tres "cartones" de cerveza, una hielera llena con la misma bebida y otros líquidos energizantes, se fueron terminando poco a poco al interior del escenario donde artistas y técnicos trabajaban muy duro.
La policía, quien mantuvo a raya la ley de no vender bebidas embriagantes en horas nocturnas, conforme a la ley vigente en la ciudad, vigiló con celo el orden. Así, tres mil oficiales intentaban guardar la paz, 10 mil almas marcharon satisfechas a sus hogares... y un grupo de artistas dijo alegre "Salud!". NTX 11/05/08 MLOM
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