Entretenimiento
Ciudadano Buelna da su versión de la historia
El nuevo filme de Felipe Cazals cierra su trilogía sobre el movimiento armado de 1910
Con Sebastián Zurita y Marimar Vega como protagonistas, el largometraje cuenta la historia de un héroe revolucionario olvidado por los libros que preservan la historia de México: Rafael Buelna, un personaje del cual el escritor Martín Luis Guzmán dijo que “debido a la contradicción entre sus ideales y la corrupción, Buelna no irradiaba el entusiasmo de la Revolución, sino su tristeza. Parecía moverse como prendido a una gran responsabilidad: de una parte, ejercer ciertos actos, y, por la otra, exigirse estrecha cuenta de ellos. Percibió desde un principio la tragedia revolucionaria: la imposibilidad material de no alcanzar los fines que la justificaban”.
Justo esto es lo que retrata Cazals en su trabajo. La historia gira alrededor del general Rafael Buelna, quien pudo haber cambiado el camino de la Revolución y de forma consecuente la historia actual del país, pues tuvo la posibilidad de fusilar a Álvaro Obregón, cambiar las intenciones de Carranza con la convención de Aguascalientes y también le salvó la vida a Lázaro Cárdenas.
Así fue la vida del llamado “Granito de Oro”, sinaloense que se unió a los 18 años al movimiento armado y que percibió desde un principio la imposibilidad moral de no estar con la Revolución y la imposibilidad material de no alcanzar los fines que la justificaban.
Una trilogía revolucionaria
Junto con Las vueltas del Citrillo y Chicogrande, Ciudadano Buelna completa una suerte de tríptico cinematográfico sobre el proceso revolucionario, del cual incluso el realizador declaró para el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) que se siente “muy comprometido con esa parte de la historia de hace 100 años, porque es un tema vigente, por eso decidí hacer Ciudadano Buelna, por ser un tema oportuno”.
Esta inquietud por conocer más sobre este capítulo de la identidad mexicana lo llevó hasta la vida de Buelna, quien no forma parte de la lista de héroes revolucionarios. Al respecto, el director tiene una máxima: “No aceptar la verdad oficial nunca, por principio. Indagar, buscar, averiguar. Yo creo que el cine está mucho más cerca del periodismo que de la literatura, mucho más cerca del periodismo que de la poesía. El cine busca referentes de contexto que puedan ser sujetos a discusión y análisis”.
Felipe Cazals lleva más de 40 años realizando cine y no parece querer descansar. “Mi vida es filmar. Yo filmaría todo el día todo. No necesariamente una película sino filmaría todo. Yo filmo en mi cabeza dos películas al día, antes eran cinco o seis cuando era más joven; no necesariamente perfectamente hiladas, no necesariamente con un final, pero sí estructuradas con cualquier pretexto voy inventando”, señaló para Imcine el realizador.
El cineasta, quien en 2007 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo de las Bellas Artes considera que el filmar es un proceso muy complejo y en su caso nunca claudicó en ello.
Una oportunidad para Marimar
Cazals ha sido aclamado por trabajos como su adaptación de la novela corta de José Revueltas, El apando (1976), entre otras cintas que retoman casos verídicos, como en Las poquianchis (1976). Por ello, trabajar con él representa una gran oportunidad, sobre todo para talentos jóvenes como Marimar Vega, quien señaló que no fue nada complicado rodar este filme, “porque trabajé en un ambiente muy especial, me la pasé muy bien, aprendí mucho y conocí gente muy linda; además de que todo era muy disciplinado, no me tuve que preocupar de nada, desde el vestuario hasta la dirección de escena”.
El cineasta ha sido tema de debate entre su equipo de trabajo por su rigor al momento de preparar una película, mas Vega declaró que nunca recibió un regaño por parte de él, “porque todo mundo hacía bien su trabajo. Y creo que esto es resultado de la preparación, porque desde antes de que iniciáramos la filmación Felipe nos puso a estudiar la historia de Buelna y de la Revolución Mexicana”.
FRASE
"Levantar cualquier proyecto es muy rudo y severo. No todo el mundo tiene la misma resistencia, hay que sacrificar otras cosas para continuar aquí en el cine "
Felipe Cazals, cineasta.
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