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Charla sobre las dos caras del erotismo

Las periodistas Lydia Cacho y Sanjuana Martínez se reunieron anoche con el escritor Alberto Ruy Sánchez para hablar sobre los lados luminosos y oscuros del erotismo.

GUADALAJARA, JALISCO.- En sus años de adolescencia, la periodista Sanjuana Martínez leía al Marqués de Sade (a quien descubrió en el Index Prohibitorium de El Vaticano) a escondidas, en el baño. Ahí se encerraba libro en mano para que su familia, de ésas tradicionales y conservadoras, no le hiciera reproches por el tipo de literatura que empezaba a sorprenderla.

Por esa misma edad andaba su colega Lydia Cacho cuando descubrió y leyó un ejemplar de Lolita, la obra cumbre de Vladimir Nabokov, y en sus páginas encontró la razón para tener noches de pesadillas por el desconcierto que entonces le provocó.

Al escritor Alberto Ruy Sánchez, por su parte, le interesó en esa misma etapa de su vida el fenómeno que significaron para las letras alrededor del mundo Sade y Sacher Masoch, pero siempre se opuso a la combinación de sexo y violencia que imperaba en su obra y en la de otros autores del estilo.

Estas anécdotas junto con un sinfín de ideas que definieron las posturas de los tres ponentes en relación a lo que de ominoso y deslumbrante tiene el sexo en la vida de un ser humano, fueron expuestas ayer en el Auditorio Juan Rulfo de Expo Guadalajara.

"La sexualidad llama", sentenció Martínez. Así que no fue extraño encontrarse con un aforo numeroso con el que Martínez, Cacho y Ruy Sánchez departieron durante cerca de dos horas. De manera amena, con un lenguaje tajante o bromista por parte de los ponentes -de acuerdo al lado erótico acerca del cual estuviesen hablando-, que provocó tanto las risas como la reflexión de los ahí reunidos, la mesa redonda "El amor y el erotismo: entre la luz y la sombra" fue, según explicó al presentar a las periodistas y al escritor Nubia Macías, directora de la FIL, una idea que surgió desde la edición pasada de la Feria con la intención de dejar claro que "esta parte tan bella de la vida también produce luminosidad".

Ruy Sánchez fue el primero en hacer uso de la palabra y para referirse al trabajo de investigación que han desarrollado Martínez y Cacho acerca de las redes de pederastas en el país, afirmó que "si ellas tienen la fortaleza de enfrentar a estos tremendos demonios, es porque también saben acerca del lado brillante del amor y del sexo. Es necesario deshacer todos los claroscuros que envuelven a este tema".

Antes de cuestionar a las periodistas sobre "dónde comienza esa constitución de un yo erótico", Ruy Sánchez -quien contó que de su familia paterna adquirió el hábito del contacto físico como una forma de expresión afectiva-, aseveró que "el erotismo es todo aquello que afirma a la vida".

La sexualidad, expresó Martínez, es un tema del que poco se puede hablar en el país, "salvo en el caso de la reproducción o las enfermedades. Es un tabú impuesto por los atavismos católicos". También compartió con los presentes que “aunque llegué tarde a la exploración sexual, ahora he recuperado terreno".

Para Lydia Cacho, el sexo "llegó desde que nací". Agregó que, en ocasiones, es en la oscuridad donde la gente encuentra las respuestas a este tema y en la luz del día las inquietudes cesan por miedo a ser reprendidos.
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