Entretenimiento
Carlos Monsiváis presenta libro de Pedro Infante
Nunca tuve la posibilidad de ser un Pedro Infante: Carlos Monsiváis
Carlos Monsiváis aclaró que "el sentirse en algo
Pedro Infante" implica ya sea la renuncia al trato con el espejo o la ignorancia y el desprecio por los rasgos fisonómicos.
"En ese sentido nunca tuve la mínima posibilidad de ser en algo Pedro Infante", expresó Monsiváis, quien hoy presentó su nuevo libro titulado "Las leyes del querer", editado por Aguilar.
En su volumen, Monsiváis ofrece un acercamiento diferente al ídolo del cine nacional y sostuvo "que yo haya localizado, digamos con técnicas de laboratorio, una semejanza entre Infante y yo, no".
"Por supuesto que soy melodramático, pero mi melodrama es determinado por la posibilidad de interrumpirlo cuando viene algo que me parece gracioso. Soy de melodramas salteados, de fragmentos. No podría sentirme jamás `Pepe El Toro', porque ser melodramático a saltos es un modo heterodoxo o francamente blasfemo de ser melodramático", opinó el también cronista mexicano.
El libro, una suerte de bien lograda crónica-ensayo de Carlos Monsiváis, descubre un nuevo perfil de Pedro Infante. "Es imposible imaginarse una cultura popular mexicana sin Pedro Infante, como también sería imposible imaginarse su creación y desarrollo sin los dispositivos previos de una cultura popular que cree en el machismo", agregó el autor.
El pueblo, dijo el entrevistado, "le tiene recelo o se burla de él, necesita de sus canciones para orientarse y hallar el sentido de las películas, cree en el melodrama para no alejarse de la familia. Creo que fue una alianza muy feliz, la de una cultura popular que surgía de ciudades en plena transformación y un personaje como Pedro Infante".
Explicó que ese maridaje surgió entre la industria fílmica cuando comenzaba a volverse central, y un personaje cuyos múltiples dones se avenían, de un modo clarísimo, a la necesidad popular de otros personajes que ya no fuesen estrictamente rurales y que no estuvieran ligados al arrabal, al Centro Histórico, ni al "Quinto Patio".
Carlos Monsiváis aclaró el momento en que Pedro Infante le pidió escribir un libro sobre su persona, "me lo dijo en el momento en que vi una película absurda, enloquecida, que son cuatro o cinco películas en una disparatada como pocas".
Se refirió a "La vida no vale nada", filme que tiene un título derivado del compositor guanajuatense José Alfredo Jiménez y que sin embargo fue capaz de arraigarse en el espectador.
"Es una película inverosímil en cuanto a la sucesión de atmósferas y de tramas, donde Pedro Infante no se pierde, a pesar de la atrocidad y sinrazón de la trama", agregó.
Se convenció cuando el artista, muerto en 1957 al caer el avión que piloteaba, "canta de manera formidable canciones rancheras y tiene momentos actorales muy dignos en esa película, "fue al terminar de verla y asegurarme que no era una producción de intención anarcosurrealista, sino un melodrama típico que se había enloquecido sobre la marcha".
En ese momento, Carlos Monsiváis se dijo a sí mismo que estaba frente a alguien que había sido capaz de soportar la trama, que resistió la variedad de guiones y que, sin embargo, logró una película donde no se borra ni se adhiere a los elementos de plena insensatez. "Me dije: él es algo distinto a lo que yo había supuesto", confesó a Notimex.
Entonces, gracias al DVD, "el nuevo Santo en mi idea de la religión", consideró para sus adentros que había que revisar a Pedro Infante.
Fue entonces que se comunicó con las personas indicadas, con los ejecutivos de la editorial Aguilar, puso manos a la obra y el resultado es un revelador libro sobre el ídolo popular Pedro Infante.
CIUDAD DE MÉXICO.- El escritor
"En ese sentido nunca tuve la mínima posibilidad de ser en algo Pedro Infante", expresó Monsiváis, quien hoy presentó su nuevo libro titulado "Las leyes del querer", editado por Aguilar.
En su volumen, Monsiváis ofrece un acercamiento diferente al ídolo del cine nacional y sostuvo "que yo haya localizado, digamos con técnicas de laboratorio, una semejanza entre Infante y yo, no".
"Por supuesto que soy melodramático, pero mi melodrama es determinado por la posibilidad de interrumpirlo cuando viene algo que me parece gracioso. Soy de melodramas salteados, de fragmentos. No podría sentirme jamás `Pepe El Toro', porque ser melodramático a saltos es un modo heterodoxo o francamente blasfemo de ser melodramático", opinó el también cronista mexicano.
El libro, una suerte de bien lograda crónica-ensayo de Carlos Monsiváis, descubre un nuevo perfil de Pedro Infante. "Es imposible imaginarse una cultura popular mexicana sin Pedro Infante, como también sería imposible imaginarse su creación y desarrollo sin los dispositivos previos de una cultura popular que cree en el machismo", agregó el autor.
El pueblo, dijo el entrevistado, "le tiene recelo o se burla de él, necesita de sus canciones para orientarse y hallar el sentido de las películas, cree en el melodrama para no alejarse de la familia. Creo que fue una alianza muy feliz, la de una cultura popular que surgía de ciudades en plena transformación y un personaje como Pedro Infante".
Explicó que ese maridaje surgió entre la industria fílmica cuando comenzaba a volverse central, y un personaje cuyos múltiples dones se avenían, de un modo clarísimo, a la necesidad popular de otros personajes que ya no fuesen estrictamente rurales y que no estuvieran ligados al arrabal, al Centro Histórico, ni al "Quinto Patio".
Carlos Monsiváis aclaró el momento en que Pedro Infante le pidió escribir un libro sobre su persona, "me lo dijo en el momento en que vi una película absurda, enloquecida, que son cuatro o cinco películas en una disparatada como pocas".
Se refirió a "La vida no vale nada", filme que tiene un título derivado del compositor guanajuatense José Alfredo Jiménez y que sin embargo fue capaz de arraigarse en el espectador.
"Es una película inverosímil en cuanto a la sucesión de atmósferas y de tramas, donde Pedro Infante no se pierde, a pesar de la atrocidad y sinrazón de la trama", agregó.
Se convenció cuando el artista, muerto en 1957 al caer el avión que piloteaba, "canta de manera formidable canciones rancheras y tiene momentos actorales muy dignos en esa película, "fue al terminar de verla y asegurarme que no era una producción de intención anarcosurrealista, sino un melodrama típico que se había enloquecido sobre la marcha".
En ese momento, Carlos Monsiváis se dijo a sí mismo que estaba frente a alguien que había sido capaz de soportar la trama, que resistió la variedad de guiones y que, sin embargo, logró una película donde no se borra ni se adhiere a los elementos de plena insensatez. "Me dije: él es algo distinto a lo que yo había supuesto", confesó a Notimex.
Entonces, gracias al DVD, "el nuevo Santo en mi idea de la religión", consideró para sus adentros que había que revisar a Pedro Infante.
Fue entonces que se comunicó con las personas indicadas, con los ejecutivos de la editorial Aguilar, puso manos a la obra y el resultado es un revelador libro sobre el ídolo popular Pedro Infante.
Síguenos en