Entretenimiento
Carlos Bolado escribe su poética de las heridas
Con el cine, el realizador hace una reflexión de la historia del país, para que las nuevas generaciones no la olviden
Pero momento, ningunos de estos proyectos que han tenido importante incidencia en el imaginario responden a la casualidad, son producto de un trabajo duro, de la posición y la espera. Entrevistado infinidad de veces, para Bolado no es novedad que todos o la gran mayoría de sus encuentros con los medios terminen en los límites de la política. Sí, intenta rescatar la memoria, acepta. Para no repetirnos, aunque nuestra realidad se parezca.
La carrera de Bolado está llena de éxitos y su trabajo es concienzudo, éticamente comprometido y socialmente poderoso. Apoya —como muchos otros creadores mexicanos— abiertamente el movimiento YoSoy132, ebullición social que recuerda hoy los acontecimientos estudiantiles del año 1968. Un tema de coyunturas.
El filme Tlatelolco, producido por Mónica Lozano, apela a la memoria desde la ficción pero con una base informativa real. Colosio, por su parte fue uno de los pocos thriller políticos que se han hecho en México sino es que el único. La película se estrenó un mes antes de las elecciones y abordó el asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la presidencia en el año 1994. Un acontecimiento que marcó la vida del país y que, como muchas de sus heridas, pareciera estar condenado a permanecer en el silencio. En el filme participaron actores como Kate del Castillo, Chema Yazpik y Daniel Giménez Cacho.
Carlos Bolado es director, guionista y productor. Estudió sociología en la UNAM y realización en el CUEC. Trabajo como sonidista y editor, esta última actividad lo llevó a acercarse a directores como Alfonso Arau y María Novaro. Su opera prima Bajo California/El límite del tiempo fue laureada en diversos festivales nacionales e internacionales, y se hizo ganadora de siete premios Ariel. Realizó con éxito un emotivo documental titulado Promises nominado al Oscar, para en 2006 filmar Sólo Dios sabe, con Diego Luna. Prepara hoy también Sueños de agua, un proyecto propio.
—Una frase que no es tuya, pero la dijiste en entrevista con Aristegui: “Un pueblo que no es crítico está condenado a repetir su historia”. ¿No te parece que la estamos repitiendo?
—Sí pero porque no la conocemos. Creo que debemos señalar para lograr una conciencia y construir una posición unida y fuerte. Ser una oposición. Es muy grave lo que sucede. Es grave que gane un partido como el PRI siendo que es un partido que debería haberse reformado; debería cambiar sus vicios y sus viejas costumbres. Es la misma manera de hacer la política que no nos gusta, que no le hizo bien al país, que nos hundió en la crisis, pero, la responsabilidad de este país no es del partido, sino es una responsabilidad compartida, como todo.
—¿Dónde está el poder de los jóvenes?
—Los jóvenes siempre han tenido libertad y se expresan, son rebeldes, pero no tiene formas de control, es decir, no hay control sobre su destino. Recordemos que en el 68 los grandes medios manipularon todo, los jóvenes no tenían medios de expresión y salían a la calle y se comunicaban a través de volantes y ahora las redes sociales ayudan aunque, ojo, eso a veces provoca que la gente no salga a la calle.
—¿De dónde se nutre tu cine, de qué realidad?
—De la literatura. Fui mucho al cine desde pequeño, a mi abuela le encantaba, vi mucho cine europeo. Fui fan de las novelas de capa y espada, de las obras de Dumas, de Cortázar, de Joyce, Ítalo Calvino fue de mis escritores preferidos. Tengo un hermano que es poeta Daniel Bolado y vive en Madrid. Me encanta Pessoa y El Libro del Desasosiego, por eso aprendí portugués y pude releerlo en su idioma. Me gusta la poesía de Jorge Amado y por eso cuando fui a Brasil filmé en Bahía.
Para Tlatelolco también hice mucha lectura de investigación periodística, para darle herramientas al actor, un director debe tener una cultura bastante amplia. Un conocimiento profundo acerca del tema que vas a abordar. Para Bajo California me leí las Crónicas Jesuitas. La literatura nutre mucho las cosas que se cuentan.
—¿Qué es lo que nos cuenta el cine que no nos cuentan otras disciplinas?
—Nos dice muchos lenguajes, por eso me gusta hacerlo. Me gusta el teatro pero es sólo una representación, es un continuo, el cine es fragmentado. Me gusta la danza, creo que soy un bailarín de flamenco de clóset y, finalmente, en el cine uno baila con las imágenes, juegas con el ritmo y con los movimientos. De hecho he estado pensando si quiero hacer una película de baile.
—El Patio de tu casa es México... ¿Cómo está ese patio?
—Está en proceso, en construcción, con algunos vicios que dificultan la construcción, vicios que tenemos que resolver y ponernos a hacer.
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