Entretenimiento
Cara a cara con el Día de Muertos
El más allá y la vida son analizados por tres figuras del espectáculo: Vanessa Bauche, Joaquín Cortés y Ely Guerra
CIUDAD DE MÉXICO (02/NOV/2010).- La actriz Vanessa Bauche regresó de una muerte clínica a los 12 años de edad; el bailaor Joaquín Cortés aún no cree que su madre haya fallecido y la cantautora Ely Guerra soñó alguna vez que el más allá era un lugar lleno de tranquilidad.
Los integrantes de la gran familia artística han vivido de forma distinta, una intensa relación con el mundo de lo sobrenatural, a veces de primera mano y en ocasiones porque le sucede a uno de sus seres queridos.
Es por eso que el Día de Muertos guarda un fuerte simbolismo en la vida de las llamadas figuras públicas, a veces a niveles insospechados.
Vanessa Bauche
La experiecia de la actriz Vanessa Bauche con la muerte fue literalmente cara a cara. “No veo a la muerte desde un punto de vista religioso sino como una transformación de la energía. Cuando tenía 12 años me desmayé en la escuela, entré en coma y me llevaron de urgencia al hospital. No supieron qué me pasó, pero tuve un paro respiratorio y estuve a punto de tener un infarto. Tuve una muerte clínica durante dos minutos. Mientras los médicos aplicaban la reanimación cardiaca, escuché a lo lejos que iban a levantar el acta de defunción. En ese momento decidí regresar con los míos; creo que si no tienes una herida grave en un órgano vital, el irse o quedarse es una decisión”.
Tras esto, la vida de la artista se pintó de colores radicalmente distintos, pues como ella lo afirma “eso me sirvió para saber valorar cada segundo de vida, para vivir consciente de que lo que no hagas el día de hoy tal vez no puedas hacerlo mañana; cada instante es irrecuperable. Lo que no ames, lo que no perdones, lo que no liberes, tal vez se pierda para siempre. Una experiencia como ésa te cambia la forma de estar en la Tierra, eres más conciente, más plena, más intensa. Ves con otros ojos el amor, el placer y la libertad mental, intelectual y espiritual para estar aquí y ahora”.
Joaquín Cortés
Para el bailaor la muerte es un tema al que le cuesta trabajo comprender, aun cuando ha vivido de cerca experiencias que explica son sumamente dolorosas. “No tengo ni la menor idea de cómo sea el más allá. Se supone que debe ser un sitio donde la pases mejor, pero es un misterio muy grande. Las muertes que más me han dolido son las de mis abuelos, que eran como mis segundos padres y, sobre todo, la muerte de mi madre, que falleció siendo aún joven, a los 66 años, por culpa de un cáncer".
“El próximo 3 de diciembre mi madre cumplirá dos años de haberse ido y todavía a veces creo que volveré a verla por la tarde o por la noche. No sé cómo sea la vida de otras personas, pero en mi caso yo tenía una relación tan especial con ella que parecía que nunca se hubiera roto el cordón umbilical, una conexión muy grande. Es algo que no superas nunca; te marca y se queda para siempre en tu vida” afirma conmovido el bailaor, cuya fama le ha abierto las puertas de escenarios por todo el mundo.
Cortés anota que si bien no conoce los misterios que guarda la muerte, entiende bien que esta palabra guarda diversos significados. “Las rupturas amorosas sí pueden ser otra forma de la muerte, pero eso tiene remedio: te vuelves a enamorar y ya. La inyección y motor de mi vida es el amor. Siempre necesito estar enamorado para seguir transmitiendo emociones y sensaciones”.
Ely Guerra
Conocida por su espíritu bohemio y roquero, Ely Guerra asegura que si bien el mexicano juega con la idea de la muerte, jamás se está preparado al 100% para afrontarla. “Me gusta hacer ofrendas a los muertos y mi especialidad es un pan de jengibre con leche de coco que me queda brutal. Hasta ahorita no he perdido a un ser querido muy cercano. Bueno, sí, a mis abuelos, pero no viví con ellos una relación estrecha de nieta. Viví más el dolor de mi padre que el propio. A pesar de que en México tenemos una tradición profunda para celebrar a la muerte, realmente no estamos preparados para recibirla a la hora que llega”.
La hija del técnico de futbol Alberto Guerra asegura que esta lejanía que mantiene con el más allá en su día a día no ha evitado que piense cómo será la existencia en otros planos. “He tenido sueños acerca del morir muy contrastantes. Siendo muy chica, soñé que mi hermana menor se estaba ahogando y que yo no podía salvarla, fue horrible. En cambio, hace poco soñé que me desconectaba del mundo y que llegaba a un lugar de oscuridad total pero muy tranquilo. Ojalá que así sea el más allá”.
Los integrantes de la gran familia artística han vivido de forma distinta, una intensa relación con el mundo de lo sobrenatural, a veces de primera mano y en ocasiones porque le sucede a uno de sus seres queridos.
Es por eso que el Día de Muertos guarda un fuerte simbolismo en la vida de las llamadas figuras públicas, a veces a niveles insospechados.
Vanessa Bauche
La experiecia de la actriz Vanessa Bauche con la muerte fue literalmente cara a cara. “No veo a la muerte desde un punto de vista religioso sino como una transformación de la energía. Cuando tenía 12 años me desmayé en la escuela, entré en coma y me llevaron de urgencia al hospital. No supieron qué me pasó, pero tuve un paro respiratorio y estuve a punto de tener un infarto. Tuve una muerte clínica durante dos minutos. Mientras los médicos aplicaban la reanimación cardiaca, escuché a lo lejos que iban a levantar el acta de defunción. En ese momento decidí regresar con los míos; creo que si no tienes una herida grave en un órgano vital, el irse o quedarse es una decisión”.
Tras esto, la vida de la artista se pintó de colores radicalmente distintos, pues como ella lo afirma “eso me sirvió para saber valorar cada segundo de vida, para vivir consciente de que lo que no hagas el día de hoy tal vez no puedas hacerlo mañana; cada instante es irrecuperable. Lo que no ames, lo que no perdones, lo que no liberes, tal vez se pierda para siempre. Una experiencia como ésa te cambia la forma de estar en la Tierra, eres más conciente, más plena, más intensa. Ves con otros ojos el amor, el placer y la libertad mental, intelectual y espiritual para estar aquí y ahora”.
Joaquín Cortés
Para el bailaor la muerte es un tema al que le cuesta trabajo comprender, aun cuando ha vivido de cerca experiencias que explica son sumamente dolorosas. “No tengo ni la menor idea de cómo sea el más allá. Se supone que debe ser un sitio donde la pases mejor, pero es un misterio muy grande. Las muertes que más me han dolido son las de mis abuelos, que eran como mis segundos padres y, sobre todo, la muerte de mi madre, que falleció siendo aún joven, a los 66 años, por culpa de un cáncer".
“El próximo 3 de diciembre mi madre cumplirá dos años de haberse ido y todavía a veces creo que volveré a verla por la tarde o por la noche. No sé cómo sea la vida de otras personas, pero en mi caso yo tenía una relación tan especial con ella que parecía que nunca se hubiera roto el cordón umbilical, una conexión muy grande. Es algo que no superas nunca; te marca y se queda para siempre en tu vida” afirma conmovido el bailaor, cuya fama le ha abierto las puertas de escenarios por todo el mundo.
Cortés anota que si bien no conoce los misterios que guarda la muerte, entiende bien que esta palabra guarda diversos significados. “Las rupturas amorosas sí pueden ser otra forma de la muerte, pero eso tiene remedio: te vuelves a enamorar y ya. La inyección y motor de mi vida es el amor. Siempre necesito estar enamorado para seguir transmitiendo emociones y sensaciones”.
Ely Guerra
Conocida por su espíritu bohemio y roquero, Ely Guerra asegura que si bien el mexicano juega con la idea de la muerte, jamás se está preparado al 100% para afrontarla. “Me gusta hacer ofrendas a los muertos y mi especialidad es un pan de jengibre con leche de coco que me queda brutal. Hasta ahorita no he perdido a un ser querido muy cercano. Bueno, sí, a mis abuelos, pero no viví con ellos una relación estrecha de nieta. Viví más el dolor de mi padre que el propio. A pesar de que en México tenemos una tradición profunda para celebrar a la muerte, realmente no estamos preparados para recibirla a la hora que llega”.
La hija del técnico de futbol Alberto Guerra asegura que esta lejanía que mantiene con el más allá en su día a día no ha evitado que piense cómo será la existencia en otros planos. “He tenido sueños acerca del morir muy contrastantes. Siendo muy chica, soñé que mi hermana menor se estaba ahogando y que yo no podía salvarla, fue horrible. En cambio, hace poco soñé que me desconectaba del mundo y que llegaba a un lugar de oscuridad total pero muy tranquilo. Ojalá que así sea el más allá”.
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