Entretenimiento

Cantinflas, humor eterno

Hoy se cumplen 100 años del natalicio del comediante que revolucionó el entretenimiento en el cine mexicano

Cantinflas, humor eterno
GUADALAJARA, JALISCO (12/AGO/2011).- La hizo de todo, en el cine y la televisión. Fuera de cámaras fue boxeador, mecanógrafo, soldado, mandadero, payaso, torero y actor, fracasando en todas menos en la última. En escena fue vago, charro, policía, conserje, barrendero, bell-boy, diputado, ministro, maestro, doctor, bolero, sastre, fotógrafo, limpiaventanas, mosquetero, asistente de científico, boticario, cartero, diplomático, brasero, vaquero y caricatura entre otros. Y en todos los casos tuvo éxito.

Simple y complejo. Responsable de haberle cambiado el rostro al cine mexicano, al entretenimiento y a la cultura de América Latina en general.“Pelado” pero con un humor fino. Iletrado pero dueño de todo el idioma. Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes “Cantinflas” cumpliría hoy 100 años de haber nacido.

Objeto de estudios académicos, lingüísticos, sociológicos, cinematográficos y gramaticales, Mario Moreno acaparó la atención del público mexicano. El ya fallecido escritor e intelectual Carlos Monsiváis, cronista por excelencia de la Ciudad de México, definió en su momento a Cantinflas como “una invitación permanente al abismo, lo suyo es la épica del sinsentido, la erupción de la plebe en el idioma. Cantinflas no me parece que se burle de nadie, más bien festeja sus limitaciones con incoherencia, es el despliegue animoso de la falta de vocabulario”.

En el México unipartidista de mediados del siglo XX y donde el poder de la censura era implacable, las películas del célebre comediante se convertían muchas veces en la única válvula de escape para lanzar críticas a la clase dominante. Mario Moreno incluso dio pasos en el mundo sindical al encabezar la Asociación Nacional de Actores (la ANDA) y abogar por la fundación de la Casa del Actor, que sigue en funcionamiento. El escritor Miguel Ríos explicó que “es como si Cantinflas fuera, más que nadie, el dictador mexicano del optimismo. Coquetea con la política como si fuera el político más experimentado. Se convierte en líder y proletariado con sólo cambiarse el sombrero o una frase”.

Mesurado en la selección de sus proyectos (su hijo Mario Moreno Ivanova recién declaró que su padre tenía un enorme baúl lleno de guiones en inglés y en español que jamás rodó), una vez frente a las cámaras no había forma posible de que le pararan la boca. La verborrea de Cantinflas, llena de palabras inexactas y extrañas se convirtió en un sello inimitable, una especie de huella dactilar que en un siglo nadie ha podido imitar.

Imparable
El literato, poeta, escritor y guionista Salvador Novo, una de las plumas más brillantes del país en el siglo XX, fue parte del equipo de escritores de la trama de la cinta El signo de la muerte de 1939, escribió ese año para la revista Hoy una interesante anécdota sobre la incontenible capacidad de hablar de Cantinflas: “Habituado al teatro, Cantinflas se suelta hablando frente a la cámara, y pueden correr 200 pies de película sin que su interlocutor lo interrumpa y lo encauce hacia el diálogo que la escena requiere. El signo de la muerte corría el riesgo de paralizarse si se dejaba a Cantinflas decir todo lo que se le ocurría”.

Novo agrega que “entonces Chano (Urueta, director de la cinta), sin decírselo a nadie, lo obligó en cada toma a decir una frase inicial fija, después de la cual lo dejaba en libertad de improvisar cuanto quisiera, a condición de que al terminar dijera, otra vez, una pequeña frase fija. De esta manera, si la improvisación no era excesiva y resultaba brillante, se dejaba. Si manifestaba ser larga, las afiladas tijeras del editor la expulsarían de la secuencia, sin dañar en lo mínimo ni la actuación de Cantinflas, ni la película”. El resultado fue una de las cintas más brillantes en la trayectoria del artista.

Cien años después de su nacimiento su legado y el estudio que hay sobre su vida se sigue escribiendo. Procuró ser un hombre feliz, ajeno a los escándalos, y promovió en sus películas historias de humor blanco y familiar. Pero a 18 años de su muerte, en un lluvioso 20 de abril de 1993, las agrias disputas en torno a sus bienes entre su hijo y su sobrino empañan el legado del cómico. En una vida de extremos, la de un hombre que nació pobre y terminó convertido en leyenda, que fracasó en todos los trabajos reales pero triunfó en los ficticios, que no concluyó la escuela pero acabó siendo parte del diccionario, hay una cosa que permanece invariable: La sonrisa, eterna, de “El mimo de México”.

Serie, cine y homenajes
El natalicio número 100 de quien hiciera resplandecer el cine de la Época de Oro en México no podía pasar sin homenajes. A Mario Moreno “Cantinflas” lo van a inmortalizar con todos los recursos posibles para que sea recordado y revivido por las nuevas generaciones, y que no se queden sin la oportunidad de conocer su talento.

Una serie animada, una película y hasta videojuegos comprenden el paquete de negocios que Mario Moreno Ivanova, hijo de Cantinflas, y la empresa jalisciense Primetime echarán a andar en el complejo multimedia Chapala Media Park, donde se realiza la parte creativa y las animaciones.

La serie animada llevará por nombre Cantinflas y llegará a las pantallas de televisión a finales de 2012. Está planeada en tres temporadas de 26 episodios cada una y le demandarán a las televisoras 30 minutos para transmitir dos capítulos por emisión.

El largometraje que plantean será animado y proyectado en tercera dimensión, la temática será la del clásico La vuelta al mundo en 80 días,que el actor rodó en 1956, y pretenden lanzarla en 2017. También –como un proyecto independiente– se tiene contemplado un filme biográfico del actor, donde el guión corre a cuenta de la argentina Gabriela Tagliavini y la dirección será del cineasta Alejandro Gómez Monteverde y José Portillo, pero el reparto de actores es aún incierto.

Como parte del plan de negocios de nombre Cantinflas World, llevarán  a “El Mimo de México” a las consolas de Xbox y Wii, así como a los ordenadores y, para no romper tan tajantemente con la tradición, habrá versiones en juegos de mesa.

El objetivo buscado por Moreno Ivanova, dueño de los derechos del nombre Cantinflas, en conjunto con Primetime, es recabar 37 millones de dólares para 2017, además de buscar el fomento a los valores familiares y el respeto a las buenas costumbres, que Mario Moreno promovía con su sencillo humor.

Mientras esos proyectos cobran forma, Cantinflas es homenajeado no sólo por sus seres allegados sino por todos quienes le guardan cariño y admiración. En las rejas del bosque de Chapultepec en la Ciudad de México, se expone una colección de fotografías titulada “Mario Moreno Cantinflas 100 años”, que permanecerá libre al público hasta el 28 de agosto.

Además, ya se ha presentado el libro Mario Moreno “Cantinflas”: El actor, el torero, el empresario, el hombre, con las memorias del actor compiladas por amigos, familiares y periodistas que lo conocieron, pero que editarán sin intención de lucrar ni distribuir al público en general.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando