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CONTEMPLACIONES CONTRA EL TEDIO Por: David “Negro” Guerrero

Para Arturo Suárez: ¡fliiiiiiítt!: ¿es tuyo?

Para Arturo Suárez: ¡fliiiiiiítt!: ¿es tuyo?
"el problema es que estamos envueltos
en la truculencia radial noticiosa"

I

El verso que nos sirve de epígrafe es tomado de Contribución al seudopoema sinfónico de la ciudad, que a nuestro muy miserable juicio es uno de los mejores poemas dedicados a Tapatilandia, y que está incluido en La diaria conspiración, título del primer poemario (tiene dos; el otro es Palabras debidas, de 1984) publicado por este admirado creador y defensor del lenguaje y la palabra. La diaria conspiración forma parte de un puñado de títulos (A quien corresponda, de Javier Ramírez; Cielos de las cosas devueltas, de Raúl Aceves; Por el chingo de cosas que vivimos juntos, de Raúl Bañuelos; o Tela de araña, de Jorge Souza, entre otros) que aparecieron en la colección Cuaderno breve, que a inicios de los 80 editaron Javier Ramírez y Luisfernando Ortega; publicaciones, en efecto, breves, de pocas páginas pero material literario de primera, que anunciaba lo que los autores publicados darían al correr de los años. En el caso de la plaquette de Suárez, conteniendo apenas siete poemas, con un dibujo en la portada de Jonathan Aparicio, se trata de un ejemplar de colección. No solo porque es testimonio de una más de las tantísimas colecciones y esfuerzos editoriales independientes que le han dado sabor y color a la literatura de Jalisco, sino porque se trata de un autor que, para lamento de sus lectores, ha dejado a un lado -a propósito o no- su estupenda hechura de poeta para favorecer a ese otro personaje que habita en el también editor y corrector: el creador y principal promotor del periquete; el Periquetero Mayor, Arduro Suaves.

II
La Real Academia Española define como "brevísimo espacio de tiempo" al periquete. Puede ser. Sin embargo, más allá de significados enciclopédicos, nos quedamos con el resultado que ha logrado Arturo Suárez, desde hace casi 20 años. Literariamente hablando, el periquete puede fácilmente ser vecino de la greguería (al estilo de Ramón Gómez de la Serna), el aforismo (Lichtenberg o Wittgenstein) -de hecho, Raúl Aceves ha escrito que el periquete es un "aforismo transgénico"-; la sentencia (al estilo, por ejemplo, de "date prisa, pero despacio", de Suetonio), y hasta del refrán popular (¿qué dice un periquetero ante "palo dado ni Dios lo quita"?). Sin embargo, la mejor definición es la que da el propio Arturo: "el periquete es una frase corta de amplias pretensiones para la comunicación y recreación verbales": poesía no eres tú, pero sigues inspirando.

III

Una imagen, más allá del lugar, queda atrapada al recordar a Arturo. Además de un reconocimiento a la constancia. En el primer caso recordamos las tardes sabatinas en las que se reunían los miembros (algunos de heroica permanencia; otros, de paso fugaz) del Club de Periqueteros Solitarios de Occidente, Asociación Banal, ya fuera en el café Gardel (¡cómo olvidar a Gloria y sus hermosas hijas!) o en La Mutua (con todo y los gritos de carretonero de fondo del generoso Raúl Ureña), entre otros que recibían a los periqueteros trashumantes. Y aparecen muchos rostros y nombres; Raúl Bañuelos, Óscar Tagle, Luz Balam, Zelene Bueno, Felipe Ponce, Ramiro Lomelí o Angélica Íñiguez, por decir solo unos cuantos que llegan a la atrofiada memoria, que entre sorbos de café, tragos de cerveza o ron, aplausos que interrumpían las lecturas cuando pasaba un forro (entiéndase, una mujer hermosa), daban cuenta de la existencia, permanencia y vigencia del periquete en la Perra Apatía.

IV
En el caso de la constancia, nuestra memoria lo ubica ya sea en las mañanas (cuando conducía el noticiario Ana María García) o en las tardes ("ahorita vengo, voy al Tintero"), en Radio Universidad de Guadalajara. Es de admirar la seriedad, puntualidad, constancia y compromiso que Arturo ha dado siempre, independientemente de los programas por los que sus periquetes desfilan (al grado de que se ha dado cabida a los "cientifiquetes", "perikinetes", "canuteros", y demás, según la temática de la emisión). No encontramos otro autor que tenga ese récord de permanencia: actualmente se le escucha cada semana en Señales de humo, con Alfredo Sánchez (que el lunes le dedicó una estupenda colaboración en Público), y los sábados en ¡El Tintero! (aplausos para Hugo García).

V
Por todo lo anterior, y lo que se nos quedó ("por fortuna", diría Arturo) es que nos sumamos al reconocimiento que en días pasados le ofreció la Unidad de Vinculación y Difusión de la Universidad de Guadalajara. Sí, es de reconocer la trayectoria como difusor y divulgador de la literatura, el arte y la ciencia, a través del periquete por parte de Arturo Suárez. Pero, insistimos, ojalá le dé una mejor oportunidad también al excelente poeta que es. Felicidades sinceras. A él y a Margarita.

VI
Por cierto, ¿y mis peris?
Comentarios, quejas y envío de periquetes ojetes a: davidguerrero.lemus@gmail.com
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