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Bruno Bichir hace un sacrificio brutal

La consecución del éxito es el tema central de su nueva puesta en escena; visitará la ciudad el 24 de agosto

GUADALAJARA, JALISCO (09/AGO/2013).- Bruno Bichir ataca en dos campos: como conversador y como actor. En el primero, le gusta desmenuzar las palabras, es fanático irredento de los sinónimos y, sobre todo, de exponer sus emociones. En el segundo, se define como trabajador apasionado, incansable según la crítica, y parece insaciable según su producción. Prueba de esto es su proyecto teatral más reciente: Éxito a cualquier precio, que llegará el 24 de agosto al Teatro Diana.

“Me encanta Guadalajara, es una de las ciudades que más he visitado en la vida”, explica, y agrega que “es un punto obligado para cualquier propuesta escénica. Por eso nos gusta la idea de venir aquí”.

Éxito a cualquier precio está basada en un texto original de David Mamet, y cuenta las peripecias de unos desesperados agentes inmobiliarios de Chicago que, viéndose entre la espada y la pared por ganar una competencia de ventas, están dispuestos a poner en práctica todo tipo de trucos y tranzas de venta con tal de adjudicar bienes raíces indeseables a cándidos compradores.

A lo largo de la trama, los vendedores no van a dudar en mentir, difamar, robar, amenazar, ocultar información o maquillar cifras para ganar. El premio para el mejor vendedor es un Cadillac. El segundo lugar se lleva un juego de cuchillos. Todos los demás, serán despedidos.

La obra es dirigida por Enrique Siger, y cuenta, además, con la participación de Héctor Bonilla, Patricio Castillo, Juan Carlos Colombo, Julio Bracho y Javier Díaz Dueñas.

Gozo en estado puro

Bruno reconoce que integrarse a Éxito a cualquier precio es uno de esos regalos que da la carrera de actor. Es ser parte de un “garbanzo de a libra”. “Es un placer trabajar al lado de todos ellos. Es una delicia poderlo hacer, un aprendizaje, camaradería, cofradía, complicidad extrema. Y luego con un texto brutal de David Mamet, que es un monstruo entre los escritores de teatro a nivel mundial”.

La obra ya ganó el Pullitzer en 1984, e incluso fue adaptada a una película en 1992. El personaje que interpreta Bruno en la obra, Ricky Roma, y fue encarnado por Al Pacino en la gran pantalla.

¿Qué opina del éxito? “Éxito es una palabra muy relativa”, afirma Bruno, antes de siquiera comenzar a responder la pregunta.  “Primero, me es raro hablar de éxito. Es el título que se decidió en español, porque así se denominó a la película que se proyectó aquí. El nombre original era Glengarry Glen Ross”.

“Pero hablando del éxito del que habla la obra, creo la palabra correcta sería ‘sacrificio’. Los personajes son empleados, trabajadores como muchos de nosotros, que salen a la calle, para sacar ‘el chivo’, a dar la batalla diaria por conseguir que sus trabajos se mantengan, por no ser desplazados, despedazados por un sistema capitalista con su vorágine envolvente”.

El éxito por él mismo

En la entrevista habla de lo que es el éxito para los personajes de la obra, pero, ¿qué ha sacrificado Bichir en pro del éxito? “Yo he sacrificado en mi terreno... muchísimo. Amores, familia, tiempo, salud. Uno come a deshoras, no ves a tus seres queridos, no atiendes a la mujer que amas, no descansas”.

Agrega que “aparentemente el teatro es un ritual que te exige alejarte de todo, y dedicarte a la creatividad pública. Un pintor o escritor puede dedicarse a lo que le gusta donde esté. Un actor vive de su persona, de su cara, sus ojos, su voz, su estado de ánimo. Los que somos actores hemos sacrificados muchísimo”.

¿Qué si lo volvería a sacrificar todo por la actuación? La carcajada de Bruno se escucha fuerte a través del teléfono. “No me arrepiento de nada de lo que he sacrificado, y sí lo haría, otra vez”.

Por el éxito, quién sabe, pero por sentirse tan pleno como ahora, por supuesto.

PARA SABER
Pato tiene un marcapasos


Éxito a cualquier precio es una obra donde no hay medias tintas. Escenas fuertes, dramáticas, con toques leves de humor y actuaciones que tocan todo los bordes emocionales, incluso en una zona peligrosa.

Uno de los integrantes del elenco, el histrión Patricio Castillo, tiene un marcapasos, un elemento que le permite hacer su vida normal, aunque a veces sus compañeros de obra lo cuidan de más, reconoce Bruno.

“Pato Castillo tiene un marcapasos y en algunas escenas durante los ensayos previos al estreno le pedíamos que le bajara (risas), porque se pone muy intenso y nos preocupaba”.

“Pero él no se guarda nada en cada escena -agrega Bichir-, es una entrega brutal la que nos otorga, y de la que aprendemos mucho”.

FRASE

"
No me interesa el éxito. Me interesa la creatividad, escudriñar en el alma humana "

Bruno Bichir,
actor.
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