Entretenimiento
Botellita de Jerez complace a sus seguidores
Cerca de 800 persaona disfrutaron de su música
Botellita de Jerez, que ofreció lo mejor de su repertorio.
Armando Vega-Gil "El Cucurrucucú", Francisco Barrios "El Mastuerzo" y Sergio Arau "El Uyuyuy", agradecieron a las autoridades del Faro de Indios Verdes la invitación a compartir con el público de la zona norte del Distrito Federal su concepto musical "Nacho es Chido", mediante un rosario de clásicos.
En entrevista con Notimex la directora Mónica Hernández Arrieta señaló que el espacio festeja dos años de existencia con una acreditación en la zona del ciento por ciento.
"Ya nos ubican y poco a poco vamos construyendo la historia de este Faro que se une a la labor integradora de la juventud, junto con el de Oriente, Tláhuac y Milpa Alta", detalló.
Destacó la diferencia de las otras propuestas del Faro de Indios Verdes, sólo puede ofrecer conciertos de corte muy íntimo, debido a la poca capacidad de espacio que existe en la vieja casona, antes fábrica de zapatos, donde se realizan los eventos.
La banda puso a cantar y bailar a familias completas, que no dejaron de corear los emblemáticos temas de la banda, además de bailar y saltar sin parar durante casi 90 minutos de música.
CIUDAD DE MÉXICO (24/JUL/2011).- Cerca de 800 personas bailaron y cantaron al ritmo de la banda de rock
Armando Vega-Gil "El Cucurrucucú", Francisco Barrios "El Mastuerzo" y Sergio Arau "El Uyuyuy", agradecieron a las autoridades del Faro de Indios Verdes la invitación a compartir con el público de la zona norte del Distrito Federal su concepto musical "Nacho es Chido", mediante un rosario de clásicos.
En entrevista con Notimex la directora Mónica Hernández Arrieta señaló que el espacio festeja dos años de existencia con una acreditación en la zona del ciento por ciento.
"Ya nos ubican y poco a poco vamos construyendo la historia de este Faro que se une a la labor integradora de la juventud, junto con el de Oriente, Tláhuac y Milpa Alta", detalló.
Destacó la diferencia de las otras propuestas del Faro de Indios Verdes, sólo puede ofrecer conciertos de corte muy íntimo, debido a la poca capacidad de espacio que existe en la vieja casona, antes fábrica de zapatos, donde se realizan los eventos.
La banda puso a cantar y bailar a familias completas, que no dejaron de corear los emblemáticos temas de la banda, además de bailar y saltar sin parar durante casi 90 minutos de música.
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