Entretenimiento

Ben Allison y su viaje a través del jazz

El intérprete encuentra en la música la forma de comunicarse con el mundo

GUADALAJARA, JALISCO (06/AGO/2013).- Para hacer jazz hay que ser un tanto aventurero y otro tanto viajero. Amar la música y estar dispuesto a dejarse llevar por los sonidos. Así lo aprendió el músico Ben Allison, quien se presenta como una de las cartas fuertes para este Encuentro Internacional de Jazz, que se celebra en nuestra ciudad.

Contrabajista, compositor y generador de proyectos de jazz en todos sus niveles, además de educador y promotor de nuevos talentos, el artista no es un extraño en tierras tapatías, y tampoco en nuestro país. Se define como un viajero frecuente, constantemente sorprendido por las realidades que encuentra. “Ya había venido hace un par de años a Guadalajara para un pequeño concierto, y estuve en la Ciudad de México apenas en febrero pasado, en el teatro Roberto Cantoral. Viajo mucho”.

Allison se presenta este 9 de agosto en el Teatro Degollado, recinto que pisará por primera vez, en gala de cierre del Encuentro Internacional de Jazz, organizado por la fundación Tónica. “Me siento muy afortunado de poder vivir lleno de retos, mejor de lo que imaginé. Puedo viajar, puedo conocer a mucha gente. Al final del día estoy haciendo lo que más amo en el mundo, y con eso, logro una conexión muy especial con la gente”.

—Es la segunda vez que vienes a Guadalajara, pero la primera que te presentas en el Teatro Degollado. ¿Qué tienes preparado para el público tapatío?

—Llego con un fantástico grupo de artistas neoyorquinos. Estaremos tocando mi música, al menos la que hemos podido recopilar de los últimos tres discos. También planeamos interpretar algunas piezas nuevas. Buscamos constantemente evolucionar como grupo, no estancarnos.

—Te gusta trabajar con otros músicos. ¿Qué es lo que buscas en tus colaboradores?

—Tengo más de dos décadas de carrera, y siempre he buscado estar en el escenario con gente con la que me lleve bien, con la que tenga una conexión musical primero, y segundo que sea personal. Me interesa mucho que tengan una personalidad fuerte, porque eso se refleja en lo que hacen. Todo lo que hago a nivel musical es producto de la sinergia de varias mentes, no es solamente lo que me gusta a mí. Yo puedo marcar una dirección, pero son mis colegas los que deciden cómo llegar hasta allí, y me gusta.

—Después de todo lo que ha ocurrido en tu carrera, los momentos positivos y negativos, ¿qué significa la palabra “música” para ti?

—Para mí es familia. Es todo. Me permitió encontrar una comunidad, una forma de ganarme la vida, a gente muy interesante, todo mi mundo. Y también es una forma de conectar culturas. La música que yo hago es instrumental, así que no hay letras, no hay palabras; todo lo que hacemos es abrir las emociones a la interpretación. Es muy emocionante viajar por todo el mundo y darnos cuenta de todo lo que tenemos en común.

—La música es el lenguaje universal real, ¿no?

—Totalmente. Hace un par de meses me presenté al lado de un fantástico músico nacido en Camboya. Él tenía 60 ó 70 años y sobrevivió al régimen sangriento de los Jemeres Rojos en su país (1970-1975). Venimos de trasfondos muy diferentes. Nos conocimos un día antes de presentarnos en Nueva York y al comenzar a tocar surgió el ''clic'', fácil, sin problemas. La música nos hizo sentirnos muy cómodos, y eso refuerza la idea de que la música es algo extraordinariamente universal. Mucho más que cualquier idioma.

—Hablando de raíces, el instrumento que te ha dado fama es el contrabajo, pero ¿recuerdas con que instrumento te enamoraste de la música?

—La garganta (risas), ése fue el primero. Mi familia no era muy musical, la verdad. Mi madre era una cantante amateur, le gustaba hacer música coral y ese fue mi primer acercamiento. Me interesé en la música de forma definitiva cuando visité Nueva York por primera vez. Allí me familiaricé con muchos estilos y culturas, formas de hacer música: mexicanos, asiáticos. Hay comunidades muy fuertes de todo el mundo, y allí formé mucho de mis gustos; siento que debo seguir aprendiendo. En dos semanas me voy a Brasil, lo que será una experiencia totalmente diferente, pero emocionante.

—Además de ese viaje a Brasil, después del “show” que ofreces en Guadalajara, ¿qué sigue para ti?

—Estoy preparando el lanzamiento de mi nuevo disco para octubre, ''The stars look very different today'', representa mi interés por la música de películas, que es de donde tomé la inspiración básica. Lo considero, por lo tanto, uno de mis proyectos más personales y participan los músicos que me acompañan para esta gira.

NUEVOS SONIDOS

Interesado en el guitarrón


Ben Allison estará presente en el Encuentro Internacional de Jazz para impartir talleres y ofrecer un concierto. Pero también busca llevarse algo a casa. “Me fascina el guitarrón”.

El jazzista explica que el guitarrón es un instrumento que le llama la atención, por su figura, por su sonido “que es perfecto, y porque creo que nadie lo ha aprovechado hasta ahora en mi país para hacer jazz”.

Ben no descarta que en un futuro ponga manos a la obra y busque sacarle jugo a un instrumento musical que reina en el mariachi, pero que podría encontrar pronto una nueva ventana en el mundo del jazz.

DISCOGRAFÍA SELECTA

Mundos internos


Third eye (1999)

Buzz (2004)

Cowboy justice (2006)

Little things run the world (2008)

Think free (2009)

Ben Allison Quartet / 9 de agosto / 20:30 horas / Boletos de 100 a 300 pesos en taquillas del recinto y al sistema Ticketmaster.
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