Entretenimiento
Beben dosis perfecta de Rococó
Al ritmo de ska fusión, el grupo defeño hace vibrar a los asistentes en el foro de Calle 2
Lo que pasa es que la gira Ejército de paz, que Panteón Rococó hace un año arrancó en esta ciudad, ya cerró su ciclo de entrega de divisas en forma de temas como Vendedora, Borracho, La dosis perfecta, Cumbia del olvido, Carencia, por mencionar las de cajón, mismas que ya regó por México, Latinoamérica y Europa.
"Ooooooooooh y des-pués de rom-per el hi-elo juntos...", y de estar todos expectantes, de pie, al instante se activaron con el ska de la banda que arrancó sin rodeos, con todo, con lo mejor que tiene.
Los metales, guitarras, bajo, batería, tambores, pandero y la impúdica voz del Dr. Shenka salieron de golpe haciendo fusiones tan agitadas que hacían a los presentes acelerar el ritmo, hasta rolas más baladescas, pero todas bien bailadas y aprovechadas.
Desde la sillas, las escaleras o la locación general hacían fiesta con esos ritmos que incitan a entregar el cuerpo a merced suya, dando la impresión de que los brazos, piernas y cabeza de los encendidos fans están por desensamblarse.
La noche también sonó a rock, o al menos dejó el saborcito porque el ritmo del ska por encima de todo no lo perdonan los rococós, se trate de cumbia, merengue o el mismo rock.
Puños arriba golpeando el aire, pies despegándose del suelo y voces exaltando al Panteón no se cansaron, querían más a pesar de que los defeños ya habían pasado lista de sus más incisivas y hasta sentimentales letras, al estilo Panteón Rococó.
Dos horas de lluvia de cerveza, patadas y locura después, la energía que explotó en el escenario se desvaneció, de hecho, los asistentes se la robaron, fue su munición para el resto del año.
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ
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