Entretenimiento
Barbie desfila para ayudar a Haití
La muñeca ha mostrado su sensibilidad por la catástrofe natural que hace más de un mes dejó 217 mil muertos
Barbie, icono de la belleza imposible pero también de la frivolidad y superficialidad, no ha querido permanecer impasible ante la tragedia del pueblo haitiano y ha decidido sacar de su armario sus mejores vestidos para recaudar fondos y dejar así atrás su imagen de cabeza hueca.
Tan admirada por sus medidas como odiada por su imagen de rubia tonta, la Barbie, que el año pasado cumplió 50 años, ha madurado y se ha mostrado especialmente sensible con la catástrofe natural que hace más de un mes dejó 217 mil muertos y un país destrozado.
"Barbie, solidaria con Haití" es el nombre de una exposición organizada por el Ayuntamiento de Monturque -un pequeño pueblo cordobés con poco más de 2 mil habitantes- en la que se puede admirar el trabajo hecho por una coleccionista que ha restaurado y vestido con diseños confeccionados a mano a más de cien de estas muñecas.
Barbies de toda procedencia y raza que no se ven privadas de complementos como collares y bolsos, se exhiben orgullosas con vestidos de gala, cóctel e incluso con trajes de novia en la muestra, todo por la causa del pueblo haitiano.
La embajadora de Haití en España, Yolette Azor-Charles, no ha querido perderse esta original muestra de solidaridad y ha hecho un hueco en su apretada agenda para desplazarse hoy hasta esta localidad cordobesa y agradecer al pueblo su generosidad.
"Es una exposición única", ha declarado Azor-Charles mientras contemplaba una de las muñecas acompañada por la coleccionista y restauradora Amelia Baena y del alcalde de Monturque, Pablo Saravia, quien le ha explicado que todo el dinero recaudado irá destinado al país caribeño, así como la colecta realizada por profesores, padres y alumnos del colegio del municipio.
La embajadora, que ha mostrado su interés en que esta exposición pueda exhibirse en otros lugares, como Sevilla y Madrid, ha destacado la importancia de este tipo de actos de generosidad con Haití, porque mantienen vivo el recuerdo de un pueblo que, según ha dicho, no puede caer en el olvido.
Por su parte, la encargada de la exposición, Amelia Baena, ha explicado que nunca podría imaginar que una cosa que comenzó como una afición se vaya a convertir en un "grano de arena" para ayudar a los damnificados por el sísmo.
MONTURQUE, ESPAÑA.- La muñeca
Tan admirada por sus medidas como odiada por su imagen de rubia tonta, la Barbie, que el año pasado cumplió 50 años, ha madurado y se ha mostrado especialmente sensible con la catástrofe natural que hace más de un mes dejó 217 mil muertos y un país destrozado.
"Barbie, solidaria con Haití" es el nombre de una exposición organizada por el Ayuntamiento de Monturque -un pequeño pueblo cordobés con poco más de 2 mil habitantes- en la que se puede admirar el trabajo hecho por una coleccionista que ha restaurado y vestido con diseños confeccionados a mano a más de cien de estas muñecas.
Barbies de toda procedencia y raza que no se ven privadas de complementos como collares y bolsos, se exhiben orgullosas con vestidos de gala, cóctel e incluso con trajes de novia en la muestra, todo por la causa del pueblo haitiano.
La embajadora de Haití en España, Yolette Azor-Charles, no ha querido perderse esta original muestra de solidaridad y ha hecho un hueco en su apretada agenda para desplazarse hoy hasta esta localidad cordobesa y agradecer al pueblo su generosidad.
"Es una exposición única", ha declarado Azor-Charles mientras contemplaba una de las muñecas acompañada por la coleccionista y restauradora Amelia Baena y del alcalde de Monturque, Pablo Saravia, quien le ha explicado que todo el dinero recaudado irá destinado al país caribeño, así como la colecta realizada por profesores, padres y alumnos del colegio del municipio.
La embajadora, que ha mostrado su interés en que esta exposición pueda exhibirse en otros lugares, como Sevilla y Madrid, ha destacado la importancia de este tipo de actos de generosidad con Haití, porque mantienen vivo el recuerdo de un pueblo que, según ha dicho, no puede caer en el olvido.
Por su parte, la encargada de la exposición, Amelia Baena, ha explicado que nunca podría imaginar que una cosa que comenzó como una afición se vaya a convertir en un "grano de arena" para ayudar a los damnificados por el sísmo.
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