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Audrey Hepburn hizo siempre lo que creía

Su hijo presentó el libro Audrey Hepburn. Un espíritu elegante.

GRANADA, ESPAÑA.- Audrey Hepburn "siempre hizo lo que creía y nunca lo que los otros esperaban de ella" y ese es el secreto de una carrera que ha tenido "resonancia en el tiempo", según afirmó hoy su hijo, Sean Ferrer, en Granada (sur de España).

En una entrevista con motivo de su participación en el Festival Internacional de Cine Clásico Retroback que se celebra en Granada, Sean Ferrer calificó a su madre de "simple, humilde, maravillosa".

Ferrer -nacido del matrimonio de la actriz con el también actor Mel Ferrer- presentó hoy en el marco del festival la edición en español del libro que ha escrito sobre su madre, titulado "Audrey Hepburn. Un espíritu elegante".

Un libro que comenzó a escribir como "una carta bastante larga" a sus hijos y a los hijos de su hermano, que un día se preguntarían cómo era "esa abuela tan famosa" a la que no tuvieron la oportunidad de conocer.

Contado "como un cuento", el libro pretende reflejar los valores y las reflexiones de la actriz y se basa en las conversaciones que tuvieron él y otros familiares con ella durante sus últimos meses de vida.

"Además de curar, la medicina te puede decir a veces el tiempo que te queda para que lo aproveches lo mejor que puedas, y nosotros lo usamos al máximo y tuvimos la oportunidad de decirnos todo lo que queríamos decir", explicó.

Se recogen así en las páginas de esta "biografía espiritual" sus ideas sobre la vida, la moda o el trabajo humanitario que desarrolló la actriz, quien creía "que era necesaria, no una culpabilización de la sociedad, pero sí una responsabilización".

Por ello, y para seguir las ideas de su madre, los beneficios de la venta del libro se destinarán a la Fundación Audrey Hepburn para la Infancia.

En cuanto al estilo de Audrey, su hijo afirmó que ella solía decir que vestía más como un caballero inglés que como una mujer y explicó que decidió "encontrar una manera de vestir que funcionaba para ella y quedarse con ese estilo toda la vida, en lugar de intentar cada año reinventarse".

Como resumen en pocas líneas de la manera de entender la vida de su madre, Ferrer recordó uno de sus poemas favoritos, escrito por Sam Levenson, en el que este humorista da "consejos de belleza" a su nieta.

Y le dice, por ejemplo, que para conseguir unos labios atractivos, diga palabras amables, para lograr una figura esbelta, comparta la comida con el hambriento y para tener un pelo bonito, deje que un niño pase sus dedos por él.
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