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¡Atrapen a Mel!

Con una cinta donde se combina la acción con toques de comedia, Gibson busca dejar atrás los momentos difíciles de su carrera

¡Atrapen a Mel!
GUADALAJARA, JALISCO (21/JUN/2012).- La vida de Mel Gibson se transformó, en los últimos años, en una mala película. Problemas con la ley, fracasos en sus proyectos cinematográficos, un creciente desprestigio, un divorcio envuelto en violencia y peleas con otros integrantes de la farándula definen lo que los expertos piensan es la decadencia de quien fue alguna vez una de las máximas estrellas del cine. Pero si hay alguien que aun cree que Mel Gibson tiene futuro es…el propio Mel Gibson.

El mejor ejemplo de que hay redención para todos es Atrapen al gringo, una cinta donde el actor busca retomar los elementos que le dieron fama en la década de los años noventa: acción, humor mordaz y sólido elenco de apoyo.

La historia del filme relata los problemas que enfrenta un criminal llamado Driver (encarnado por Gibson), quien en una de sus tropelías es atrapado por la policía mexicana. Su sentencia incluye ser llevado a una nada cómoda cárcel de alta peligrosidad, donde tiene que convivir con maleantes de todo tipo en un ambiente plagado de violencia y traiciones, desde ladrones hasta narcotraficantes. Allí, el “gringo” como es llamado por todos en la prisión, tendrá que aprender a sobrevivir, lejos de su cultura, las leyes y la esperanza. Pero en el camino, podría encontrarse la redención que durante años se le ha negado.

La obsesión creativa

El director de la cinta, Adrian Grunberg, recuerda que la génesis de Atrapen al gringo se dio mientras Gibson se encontraba en México en la filmación de Apocalypto. El propio Grunberg era asistente de producción en ese entonces. “En esa época, Mel estaba leyendo mucho sobre el sistema penitenciario mexicano. Y entonces le vino a la mente el contar la historia de un estadounidense que se ve atrapado en este sistema. Aunque la película se rodó en Veracruz, la cárcel que aparece en la película está basada en una de Tijuana, llamada El Pueblito (nombre que también tiene la prisión de la película)”.

Cargada de humor negro, la cinta originalmente trataba sobre un experimento social, y como los lazos entre los internos reforzaba su sentimiento de reintegración a la sociedad. Pero las cosas cambiaron. “El carácter de Driver hace que la película se vuelva muy irónica. No es un tipo bueno encerrado con malos —explica el director— sino uno de ellos, que se llega a sentir hasta cómodo en ese ambiente”.

Atrapen al gringo permite, de acuerdo a Grunberg, ver a un Mel “más cercano a los roles de anti-héroes que le quedan bien. Creo que todos adoramos ese cinismo que tenía en Payback con Porter, o con Riggs en Arma mortal. Pero Driver es distinto, y es grandioso poder verlo de nuevo en este tipo de papeles”.

Un comienzo difícil

Aunque la cinta marca la vuelta de Mel a un rol protagónico de acción, no se pudo sacudir una de las maldiciones con las que carga el australiano: La mala taquilla, un elemento que Adrian Grunberg espera cambie en México, y más porque es en nuestro país donde se rodó la película y en ella aparecen varias estrellas locales. En el elenco figuran nombres como los de Peter Stormare, Dean Norris, Bob Guton, Jesús Ochoa, Gustavo Sanches Parra, Daniel Jiménez Cacho, Dolores Heredia y Tenoch Huerta.

“La película ha tenido una buena aceptación por parte del público y de la crítica, aunque en términos de dinero no le ha ido muy bien y no sé a qué atribuirlo, quizá tiene que ver la falta de promoción que ha tenido”, confesó el realizador, quien niega que este “bache” se pueda atribuir a los escándalos públicos que enfrentó el histrión en el pasado. “Yo no creo lo que se ha dicho sobre él fuera de Estados Unidos, además de que nada de eso es cierto, yo soy su amigo, soy judío, y nunca he sentido que él sea antisemita”.

Por lo pronto, la cinta llegará este fin de semana a la taquilla mexicana, y será el público quien determine si el camino elegido por Gibson lo encarrila de nueva cuenta en dirección al éxito.

Jesús Ochoa, sin obsesión por Hollywood

Son muy pocos los actores pueden presumir que aparecen en una de las telenovelas de mayor audiencia en la pantalla chica mexicana y, al mismo tiempo, son parte del elenco de una producción hollywoodense que llega a los cines. Y Jesús Ochoa forma parte de ese club.

Por estos días Ochoa es parte del grupo de actores que le da forma a la historia Por ella soy Eva, donde interpreta al millonario Adriano, un hombre seductor aunque algo atolondrado, en el melodrama. Pero al mismo tiempo, el actor se codea con estrellas internacionales, al ser parte del elenco de Atrapen al gringo.

“No me siento estrella internacional, el chiste es funcionar donde te llamen, por ejemplo, si produces, tienes que hacer buenos proyectos, a eso le tiro, el teatro me ha dejado la mejor enseñanza: aprender a jugar en equipo con quien esté enfrente”, explicó en una reciente entrevista.

No es la primera vez que Jesús Ochoa forma parte de un proyecto emanado de la Meca del Cine. Antes participó en Man on Fire y previamente en 007 Quantum of Solace. “Hay actores de esa talla e incluso mejores aquí en el cine mexicano, que les dicen a los de afuera ‘quítate que ahí te voy’”.
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