Entretenimiento
Atoms For Peace o la liberación de Thom Yorke
El vocalista de Radiohead tiene nuevo disco, ''Amok'', que nació en un mundo digital con la última meta de ser tocado en vivo
GUADALAJARA, JALISCO (27/FEB/2013).- A Thom Yorke nunca le gustó la idea de ser solista. Cuando el vocalista de Radiohead firmó solamente con su nombre un álbum llamado ''The Eraser'' en 2006, les advirtió a sus fans a través de un mensaje en su página de internet: “No quiero (escuchar) esa basura de que soy un traidor o que nos estamos desintegrando bla bla bla… esto fue hecho con su bendición (del resto de los miembros de Radiohead), así que no quiero escuchar la palabra ‘solo’. Simplemente no suena bien”.
No obstante, ''The Eraser'' es estrictamente una exploración de su mundo interior; el imaginario que habita la mente de Yorke traducido por una computadora: “Una acumulación de ideas realmente esquemáticas que iban conmigo desde que aprendí a utilizar la laptop correctamente”, según explicó él mismo en una entrevista para el periódico británico ''The Guardian''. Y a pesar de la naturaleza electrónica del disco, las reglas del rock —aunque sea el posmoderno— le ordenaban llevarlo a un concierto acompañado de una banda. Así nació Atoms For Peace.
En 2009, Yorke ensambló una agrupación con sus amigos famosos para tocar ''The Eraser'' en el Teatro Echoplex de Los Ángeles. Invitó al productor que lo apoyó en dicho álbum, Nigel Godrich, quien también ha sido partícipe en los logros más destacados de la trayectoria de Radiohead; al bajista de Red Hot Chili Peppers, Flea; al baterista ocasional de Beck y REM, Joey Waronker; y al percusionista brasileño que toca con David Byrne (fundador de Talking Heads), Mauro Refosco. Al principio se hicieron conocer por el nombre ??????, hasta que en honor a una de las canciones del álbum, fueron bautizados como Atoms For Peace.
Después de un pequeño tour por Estados Unidos, que llegó a desembocar hasta el festival Coachella en 2010, tuvieron que pasar años para que el pasado lunes 25 de febrero debutaran con una producción de estudio.
Para los estándares de Thom Yorke y la melancolía rockero-electrónica de Radiohead, ''Amok'' es una producción inusualmente “feliz”. “No lo hagas oscuro”, le advirtió Nigel Godrich a Thom Yorke cuando se encerraron para concebir el disco, según relató este último en otra entrevista para ''The Guardian''. El clima cálido de Los Ángeles se infiltró en las nueve canciones que conforman la producción, pues durante tres días seguidos, el dúo se dedicó a componer los beats y loops centrales que después fueron completados por el resto de los miembros de la banda.
''Amok'' nació en un mundo digital con la última meta de ser tocado en vivo. Como la mayoría de los productos de una sesión de improvisación, los cortes son pulsaciones de ritmos que no llegan a un clímax: deambulan por ahí, entre la voz protagonista de Yorke y sus letras crípticas. Son capas de microelectrónica y falsete sobre instrumentos reales, como la sensación de funk oculta en el bajo de ''Stuck Together Pieces'' o las percusiones afrobeat en ''Before Your Very Eyes…''
La liberación de los demonios de Yorke a través de ''Amok'' resulta contraproducente en términos de relevancia: es pasajero y hasta prescindible para el común de los mortales —opinarán lo contrario los fans de Yorke, que no necesariamente los de Radiohead—. Se trata de un disco de germen electrónico que crece a través de la instrumentación real y sus arreglos, con canciones que le tiran más al pop alternativo (lo más cercano al dance que el inglés haya hecho en la materia, según Rolling Stone), a diferencia del interiorismo emocional y tecnológico que caracteriza las obras maestras de Radiohead, ''OK Computer'' y ''Kid A''.
Esta nueva soltura, que venía manifestándose desde las inflexiones budistas en el último trabajo de Radiohead, King of Limbs, tiene impacto tanto en el sonido como en la vida de Yorke, quien ya se había animado a bailar una especie de coreografía de tai chi en el único video de ese disco, Lotus Flower. Las cosas llegaron a tal punto que el rey de los miserables clasemedieros se convirtió en un surfista aficionado acompañado de su amigo Flea, mientras grababan su disquito bajo el sol californiano. Le sirvió para dejar de apresurar las cosas, para disfrutar con paciencia mientras el sonido se cocinaba a fuego lento. Esa vibra es la que impera sobre Amok, según relató Thom a The Guardian.
“Puedes sentarte por años en una tabla esperando la ola adecuada. No te puedes enojar por ello. Sabes que eventualmente vendrá y empiezas a entender que la espera puede ser parte de ello. Parte de la diversión”.
PARA SABER
Nombre: Amok
Grupo: Atoms For Peace
Sello: XL Recordings
Productor: Nigel Godrich
Amok está disponible a través de iTunes por 120 pesos. En Mr. CD, se puede encargar sobre pedido por 299 pesos.
Navega
http://atomsforpeace.info/
No obstante, ''The Eraser'' es estrictamente una exploración de su mundo interior; el imaginario que habita la mente de Yorke traducido por una computadora: “Una acumulación de ideas realmente esquemáticas que iban conmigo desde que aprendí a utilizar la laptop correctamente”, según explicó él mismo en una entrevista para el periódico británico ''The Guardian''. Y a pesar de la naturaleza electrónica del disco, las reglas del rock —aunque sea el posmoderno— le ordenaban llevarlo a un concierto acompañado de una banda. Así nació Atoms For Peace.
En 2009, Yorke ensambló una agrupación con sus amigos famosos para tocar ''The Eraser'' en el Teatro Echoplex de Los Ángeles. Invitó al productor que lo apoyó en dicho álbum, Nigel Godrich, quien también ha sido partícipe en los logros más destacados de la trayectoria de Radiohead; al bajista de Red Hot Chili Peppers, Flea; al baterista ocasional de Beck y REM, Joey Waronker; y al percusionista brasileño que toca con David Byrne (fundador de Talking Heads), Mauro Refosco. Al principio se hicieron conocer por el nombre ??????, hasta que en honor a una de las canciones del álbum, fueron bautizados como Atoms For Peace.
Después de un pequeño tour por Estados Unidos, que llegó a desembocar hasta el festival Coachella en 2010, tuvieron que pasar años para que el pasado lunes 25 de febrero debutaran con una producción de estudio.
Para los estándares de Thom Yorke y la melancolía rockero-electrónica de Radiohead, ''Amok'' es una producción inusualmente “feliz”. “No lo hagas oscuro”, le advirtió Nigel Godrich a Thom Yorke cuando se encerraron para concebir el disco, según relató este último en otra entrevista para ''The Guardian''. El clima cálido de Los Ángeles se infiltró en las nueve canciones que conforman la producción, pues durante tres días seguidos, el dúo se dedicó a componer los beats y loops centrales que después fueron completados por el resto de los miembros de la banda.
''Amok'' nació en un mundo digital con la última meta de ser tocado en vivo. Como la mayoría de los productos de una sesión de improvisación, los cortes son pulsaciones de ritmos que no llegan a un clímax: deambulan por ahí, entre la voz protagonista de Yorke y sus letras crípticas. Son capas de microelectrónica y falsete sobre instrumentos reales, como la sensación de funk oculta en el bajo de ''Stuck Together Pieces'' o las percusiones afrobeat en ''Before Your Very Eyes…''
La liberación de los demonios de Yorke a través de ''Amok'' resulta contraproducente en términos de relevancia: es pasajero y hasta prescindible para el común de los mortales —opinarán lo contrario los fans de Yorke, que no necesariamente los de Radiohead—. Se trata de un disco de germen electrónico que crece a través de la instrumentación real y sus arreglos, con canciones que le tiran más al pop alternativo (lo más cercano al dance que el inglés haya hecho en la materia, según Rolling Stone), a diferencia del interiorismo emocional y tecnológico que caracteriza las obras maestras de Radiohead, ''OK Computer'' y ''Kid A''.
Esta nueva soltura, que venía manifestándose desde las inflexiones budistas en el último trabajo de Radiohead, King of Limbs, tiene impacto tanto en el sonido como en la vida de Yorke, quien ya se había animado a bailar una especie de coreografía de tai chi en el único video de ese disco, Lotus Flower. Las cosas llegaron a tal punto que el rey de los miserables clasemedieros se convirtió en un surfista aficionado acompañado de su amigo Flea, mientras grababan su disquito bajo el sol californiano. Le sirvió para dejar de apresurar las cosas, para disfrutar con paciencia mientras el sonido se cocinaba a fuego lento. Esa vibra es la que impera sobre Amok, según relató Thom a The Guardian.
“Puedes sentarte por años en una tabla esperando la ola adecuada. No te puedes enojar por ello. Sabes que eventualmente vendrá y empiezas a entender que la espera puede ser parte de ello. Parte de la diversión”.
PARA SABER
Nombre: Amok
Grupo: Atoms For Peace
Sello: XL Recordings
Productor: Nigel Godrich
Amok está disponible a través de iTunes por 120 pesos. En Mr. CD, se puede encargar sobre pedido por 299 pesos.
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