Entretenimiento
Arriaga consigue críticas positivas
El director, además de ser jurado en La Mostra de Venecia, compite con un cortometraje que ayer tuvo una buena recepción
VENECIA, ITALIA (05/SEP/2010).- Aunque Guillermo Arriaga ya había robado la atención en la edición 67 del Festival de Cine de Venecia a su llegada el pasado miércoles como parte del jurado que preside Quentin Tarantino, la jornada del sábado definitivamente la hizo suya al conseguir dos minutos de aplausos al final de la proyección del cortometraje El Pozo, que con sala llena se estrenó en competencia como parte de la Sección Horizontes.
Al estreno también acudió el protagonista de El pozo, el ranchero originario de Coahuila, Humberto Berlanga, quien se emocionó y lloró al final de la exhibición, que duró ocho minutos.
Entre el público asistente también se pudo ver al joven director germano de origen turco Fatih Akin, entre otras destacadas personalidades del cine y la cultura, sobre todo italianas.
“Me tiene muy emocionado estar aquí en competencia. Estar aquí ya es un premio, ya van dos años que vengo antes con Fuego, y estoy muy contento de que El pozo se exhiba en este lugar”, aseguró Arriaga, cuyo trabajo fue producido para una serie de TV Azteca, titulada 13 formas de amar a mi México y en la que cuenta la historia de un niño que cae en un pozo abandonado de una petrolera.
El filme es el primero que se exhibe de los cuatro con los que México participa este año en el Festival de Venecia, al que acude con una discreta, pero representativa delegación, en la que también compite Yordí Capó con su corto Firmes, apoyado por la Universidad de Guadalajara.
El filme está en competencia en la ecléctica Sección Horizontes, que promueve las nuevas tendencias cinematográficas. Parte del equipo del cortometraje viajó a Venecia, entre otros, la productora Patricia Bernal, mamá del actor Gael García Bernal, y el fotógrafo del corto, Sergio Yazbek.
Dolor que se transforma
Consciente de los problemas de su patria a pesar de estar lejos de casa, el cineasta Guillermo Arriaga asegura que México sufre un gran dolor por la escalada en la violencia. “Creo que es una violencia generada por los vicios que ha tenido la sociedad mexicana, entre ellos, los más graves, la injusta distribución de los ingresos, la falta de oportunidades y la impunidad. Eso se vive ahora y éste es un momento de gran dolor para México, pero, a veces, es del dolor de donde sacas la energía y la fuerza para transformarte”.
La actual incertidumbre social que vive la República Mexicana, la polémica ley de Arizona, que criminaliza la presencia en ese Estado de inmigrantes indocumentados y que define como un “balazo” en su propio pie por parte de Estados Unidos, o su futuro en el cine y la literatura son algunos asuntos de los que Arriaga habla sin ninguna reserva.
“Cuando tú amas a un país tienes que amarlo con todas sus contradicciones. Por casualidad o por cabalística, o por alguna razón misteriosa, los años 10 han sido críticos en la sociedad mexicana: 1810, la Independencia; 1910, la Revolución, y ahora 2010, esta violencia desatada”, explica el escritor y añade que cree que se necesita “tomar medidas profundas, se necesita que la sociedad mexicana reflexione concienzudamente de por qué está sucediendo esto. Y hacer un cambio profundo. No puede ser posible que para un joven en el campo mexicano la alternativa sea o irse a la Unión Americana o unirse al narcotráfico”.
La reflexión obligada
Precisamente sobre el país vecino y sobre la restrictiva ley de inmigración SB1070 del Estado de Arizona, Arriaga afirma que Estados Unidos tiene todo el derecho “a hacer lo que le venga en gana dentro de sus fronteras. Es un país soberano y, como país soberano, tiene todo el derecho a construir las barreras y las leyes que quiera. Se está tirando un balazo en el pie, porque se ha erigido en defensor de los Derechos Humanos en el mundo”, comenta el cineasta mexicano.
“Una sociedad que se erige como defensora de derechos no puede tener una ley como ésa, que me parece a todas luces inhumana. Pero casi más inhumano me parece un país que no es capaz de retener a sus propios ciudadanos”.
Cine y literatura son las dos prioridades que Arriaga se marca profesionalmente para el futuro más próximo, pero por encima de ello, lo más importante son sus dos hijos, con los que le gustaría pasar más tiempo ahora que se acerca la hora de la emancipación. “Estoy escribiendo dos películas y me gustaría escribir una novela, pero quiero estar más tiempo con mi familia. Mis hijos están ya a punto de dejar la casa, están creciendo, quiero estar más tiempo con ellos”.
Sobre las películas que prepara, cuenta que una está basada en Rusia, en Siberia, y la otra en Estados Unidos. “Pero no deja de ser la mirada de un mexicano sobre algo que pueda suceder en Rusia y la Unión Americana”.
HACE UN LLAMADO A LOS FAMOSOS
Según informaron fuentes de la producción de El Pozo, Arriaga solicitó a personalidades del mundo del cine aportaciones para la subasta por Coahuila que tendrá lugar en México a mediados de octubre.
La idea sería sumar objetos de reconocidos directores, actores y actrices mundiales que asisten este año a Venecia, a los que ya cedieron en México personajes de distintos ámbitos, como Lydia Cacho, Gaby Vargas, el Hijo de El Santo y Poncho Herrera.
Todos ellos contribuyen de distinta manera a la causa de ayudar a los habitantes de Coahuila afectados por el “Huracán Alex”, que se enmarca en la iniciativa bautizada Coahuila hope (Esperanza por Coahuila).
La subasta de objetos tendrá lugar en la Casa de Coahuila, ubicada en Coyoacán, en la Ciudad de México, el próximo 13 de octubre.
Al estreno también acudió el protagonista de El pozo, el ranchero originario de Coahuila, Humberto Berlanga, quien se emocionó y lloró al final de la exhibición, que duró ocho minutos.
Entre el público asistente también se pudo ver al joven director germano de origen turco Fatih Akin, entre otras destacadas personalidades del cine y la cultura, sobre todo italianas.
“Me tiene muy emocionado estar aquí en competencia. Estar aquí ya es un premio, ya van dos años que vengo antes con Fuego, y estoy muy contento de que El pozo se exhiba en este lugar”, aseguró Arriaga, cuyo trabajo fue producido para una serie de TV Azteca, titulada 13 formas de amar a mi México y en la que cuenta la historia de un niño que cae en un pozo abandonado de una petrolera.
El filme es el primero que se exhibe de los cuatro con los que México participa este año en el Festival de Venecia, al que acude con una discreta, pero representativa delegación, en la que también compite Yordí Capó con su corto Firmes, apoyado por la Universidad de Guadalajara.
El filme está en competencia en la ecléctica Sección Horizontes, que promueve las nuevas tendencias cinematográficas. Parte del equipo del cortometraje viajó a Venecia, entre otros, la productora Patricia Bernal, mamá del actor Gael García Bernal, y el fotógrafo del corto, Sergio Yazbek.
Dolor que se transforma
Consciente de los problemas de su patria a pesar de estar lejos de casa, el cineasta Guillermo Arriaga asegura que México sufre un gran dolor por la escalada en la violencia. “Creo que es una violencia generada por los vicios que ha tenido la sociedad mexicana, entre ellos, los más graves, la injusta distribución de los ingresos, la falta de oportunidades y la impunidad. Eso se vive ahora y éste es un momento de gran dolor para México, pero, a veces, es del dolor de donde sacas la energía y la fuerza para transformarte”.
La actual incertidumbre social que vive la República Mexicana, la polémica ley de Arizona, que criminaliza la presencia en ese Estado de inmigrantes indocumentados y que define como un “balazo” en su propio pie por parte de Estados Unidos, o su futuro en el cine y la literatura son algunos asuntos de los que Arriaga habla sin ninguna reserva.
“Cuando tú amas a un país tienes que amarlo con todas sus contradicciones. Por casualidad o por cabalística, o por alguna razón misteriosa, los años 10 han sido críticos en la sociedad mexicana: 1810, la Independencia; 1910, la Revolución, y ahora 2010, esta violencia desatada”, explica el escritor y añade que cree que se necesita “tomar medidas profundas, se necesita que la sociedad mexicana reflexione concienzudamente de por qué está sucediendo esto. Y hacer un cambio profundo. No puede ser posible que para un joven en el campo mexicano la alternativa sea o irse a la Unión Americana o unirse al narcotráfico”.
La reflexión obligada
Precisamente sobre el país vecino y sobre la restrictiva ley de inmigración SB1070 del Estado de Arizona, Arriaga afirma que Estados Unidos tiene todo el derecho “a hacer lo que le venga en gana dentro de sus fronteras. Es un país soberano y, como país soberano, tiene todo el derecho a construir las barreras y las leyes que quiera. Se está tirando un balazo en el pie, porque se ha erigido en defensor de los Derechos Humanos en el mundo”, comenta el cineasta mexicano.
“Una sociedad que se erige como defensora de derechos no puede tener una ley como ésa, que me parece a todas luces inhumana. Pero casi más inhumano me parece un país que no es capaz de retener a sus propios ciudadanos”.
Cine y literatura son las dos prioridades que Arriaga se marca profesionalmente para el futuro más próximo, pero por encima de ello, lo más importante son sus dos hijos, con los que le gustaría pasar más tiempo ahora que se acerca la hora de la emancipación. “Estoy escribiendo dos películas y me gustaría escribir una novela, pero quiero estar más tiempo con mi familia. Mis hijos están ya a punto de dejar la casa, están creciendo, quiero estar más tiempo con ellos”.
Sobre las películas que prepara, cuenta que una está basada en Rusia, en Siberia, y la otra en Estados Unidos. “Pero no deja de ser la mirada de un mexicano sobre algo que pueda suceder en Rusia y la Unión Americana”.
HACE UN LLAMADO A LOS FAMOSOS
Según informaron fuentes de la producción de El Pozo, Arriaga solicitó a personalidades del mundo del cine aportaciones para la subasta por Coahuila que tendrá lugar en México a mediados de octubre.
La idea sería sumar objetos de reconocidos directores, actores y actrices mundiales que asisten este año a Venecia, a los que ya cedieron en México personajes de distintos ámbitos, como Lydia Cacho, Gaby Vargas, el Hijo de El Santo y Poncho Herrera.
Todos ellos contribuyen de distinta manera a la causa de ayudar a los habitantes de Coahuila afectados por el “Huracán Alex”, que se enmarca en la iniciativa bautizada Coahuila hope (Esperanza por Coahuila).
La subasta de objetos tendrá lugar en la Casa de Coahuila, ubicada en Coyoacán, en la Ciudad de México, el próximo 13 de octubre.
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