Entretenimiento
Armando Manzanero comparte experiencias
La primera edición de la Feria Internacional de la Música recibe a una de las figuras determinantes del bolero latinoamericano
GUADALAJARA, JALISCO (20/JUN/2011).- Intenso y lleno de anécdotas que contar, Armando Manzanero fue la gran estrella de la música latina en el último día de actividades de la primera Feria Internacional de la Música (FIM), donde mantuvo una charla abierta con el público, en su mayoría jóvenes, con quienes compartió extensos pasajes de su vida en un pánel magistral moderado por el crítico musical Enrique Blanc.
Frases, ideas y reflexiones fueron parte de la charla que ofreció el legendario compositor, que ofreció todo tipo de conceptos alrededor de su carrera. Confesó, por ejemplo, que “si alguien es celoso es el compositor” y recordó que Guadalajara es una ciudad “determinante en mi vida, me siento muy unido a esta ciudad porque aquí vive y ha vivido gente que estimo mucho”.
El maestro recordó que su interés por la música comenzó pronto, “a los ocho años empiezo a estudiar música y a los 10 le dije a mi papá que quería aprender a tocar violín. Él me lo compró, pero le faltaba una parte que se llamaba arco. Tenían que mandarlo desde la capital en Yucatán y en esa época (la década de los años cuarenta del siglo pasado) la Península estaba muy separada socialmente y geográficamente de México, era imposible enviarlo, entonces jamás tuve completo el violín. Pero mi mamá cambió una máquina de coser por un piano, yo tenía 10 años y así comencé con la música. El piano es mi todo, el motivo de muchas cosas en mi vida, hasta de peleas conyugales. Todos los días debo estar en contacto con él”.
Ya encarrerado, el intérprete y compositor de Esta tarde vi llover recordó que “viví en un ambiente cuando era niño donde mi padre tocaba su piano y su jarana. Era un magnífico compositor y buen guitarrista y cantante. Fue un ambiente de música muy bonito, y por si fuera poco tuve convivencia con grandes creadores de música romántica en Yucatán, y la influencia de música cubana, estadounidense y argentina”.
El secreto es innovar
Durante la charla con Manzanero hubo oportunidad de que el público le formulara preguntas al artista. Una de las cuestiones fue si existía algún secreto para alcanzar el éxito como compositor, a lo que el cantautor señaló que lo primero que debe observarse en un tema es “el argumento de la canción, de qué se va a tratar. El compositor al que le va bien es aquel que hace algo diferente. Por ejemplo, Agustín Lara le canta a un farolito en lugar de cantarle a las caderas de una dama y fue un éxito. En cambio ahora salen con que ‘si tú te vas yo me muero y mi corazón se parte en dos’, no, no, no, qué aburrido. El argumento lo es todo. Pero el verdadero secreto: hay que saber música. Yo comencé a los ocho años y todavía a mi edad sigo interesado en aprender más. El conocimiento es un aliado muy importante”.
Manzanero, vestido impecable de traje y de buen humor al momento de atender las preguntas del público, aconsejó a los jóvenes que “no se deben apegar a las modas para agradar. Uno debe tener sinceridad a lo que quiere hacer y no andar pidiendo opiniones a nadie, porque la gran mayoría de las opiniones que uno va a recibir son negativas. Por ejemplo, mi padre tenía una muy mala opinión de lo que yo hacía, y si sólo lo hubiera escuchado, jamás habría triunfado. Él quería que yo fuera otra cosa, un oficio con más oportunidades, pero yo, contra viento y marea, me dediqué al que yo considero el trabajo más bello del mundo: La música”.
''En la vida hay dos tipos de música: La buena, que perdura para siempre, y la mala, que cumple con una función y desaparece'', Armando Manzanero, cantautor.
EL INFORMADOR/ FRANCISCO GONZÁLEZ
Frases, ideas y reflexiones fueron parte de la charla que ofreció el legendario compositor, que ofreció todo tipo de conceptos alrededor de su carrera. Confesó, por ejemplo, que “si alguien es celoso es el compositor” y recordó que Guadalajara es una ciudad “determinante en mi vida, me siento muy unido a esta ciudad porque aquí vive y ha vivido gente que estimo mucho”.
El maestro recordó que su interés por la música comenzó pronto, “a los ocho años empiezo a estudiar música y a los 10 le dije a mi papá que quería aprender a tocar violín. Él me lo compró, pero le faltaba una parte que se llamaba arco. Tenían que mandarlo desde la capital en Yucatán y en esa época (la década de los años cuarenta del siglo pasado) la Península estaba muy separada socialmente y geográficamente de México, era imposible enviarlo, entonces jamás tuve completo el violín. Pero mi mamá cambió una máquina de coser por un piano, yo tenía 10 años y así comencé con la música. El piano es mi todo, el motivo de muchas cosas en mi vida, hasta de peleas conyugales. Todos los días debo estar en contacto con él”.
Ya encarrerado, el intérprete y compositor de Esta tarde vi llover recordó que “viví en un ambiente cuando era niño donde mi padre tocaba su piano y su jarana. Era un magnífico compositor y buen guitarrista y cantante. Fue un ambiente de música muy bonito, y por si fuera poco tuve convivencia con grandes creadores de música romántica en Yucatán, y la influencia de música cubana, estadounidense y argentina”.
El secreto es innovar
Durante la charla con Manzanero hubo oportunidad de que el público le formulara preguntas al artista. Una de las cuestiones fue si existía algún secreto para alcanzar el éxito como compositor, a lo que el cantautor señaló que lo primero que debe observarse en un tema es “el argumento de la canción, de qué se va a tratar. El compositor al que le va bien es aquel que hace algo diferente. Por ejemplo, Agustín Lara le canta a un farolito en lugar de cantarle a las caderas de una dama y fue un éxito. En cambio ahora salen con que ‘si tú te vas yo me muero y mi corazón se parte en dos’, no, no, no, qué aburrido. El argumento lo es todo. Pero el verdadero secreto: hay que saber música. Yo comencé a los ocho años y todavía a mi edad sigo interesado en aprender más. El conocimiento es un aliado muy importante”.
Manzanero, vestido impecable de traje y de buen humor al momento de atender las preguntas del público, aconsejó a los jóvenes que “no se deben apegar a las modas para agradar. Uno debe tener sinceridad a lo que quiere hacer y no andar pidiendo opiniones a nadie, porque la gran mayoría de las opiniones que uno va a recibir son negativas. Por ejemplo, mi padre tenía una muy mala opinión de lo que yo hacía, y si sólo lo hubiera escuchado, jamás habría triunfado. Él quería que yo fuera otra cosa, un oficio con más oportunidades, pero yo, contra viento y marea, me dediqué al que yo considero el trabajo más bello del mundo: La música”.
''En la vida hay dos tipos de música: La buena, que perdura para siempre, y la mala, que cumple con una función y desaparece'', Armando Manzanero, cantautor.
EL INFORMADOR/ FRANCISCO GONZÁLEZ
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