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Argentina y México favoritas para el premio latino en edición con buen nivel

El 56 Festival de Cine de San Sebastián ofrece una serie de películas que han destacado por su buena factura general

Argentina y México favoritas para el premio latino en edición con buen nivel
SAN SEBASTIÁN, ESPAÑA.- El cine latinoamericano ha ofrecido este año en el 56 Festival de Cine de San Sebastián una serie de películas que han destacado por su buena factura general y, de las 14 en competición en la sección "Horizontes Latinos", la opinión generalizada es que el premio se irá a Argentina o a México.

"Leonera", del argentino Pablo Trapero, un duro drama carcelario, es sin duda la película de mayor nivel de las 14 que compiten por el premio "Horizontes", aunque en los festivales no siempre se premia a la más redonda, sino que se buscan otras cualidades.

Si se da ese caso y se busca algo novedoso, el premio podría irse más al norte, a México, que ha demostrado una vez más en el Festival de San Sebastián que su cine es uno de los más pujantes e innovadores de la actualidad.

"Parque vía", de Enrique Rivero, una curiosa historia en planos fijos de un hombre que cuida una casa en venta, o el documental "Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo", de la joven Yulene Olaizola, han llamado mucho la atención del público que ha acudido en masa a ver la oferta latinoamericana del Festival.

Este documental está entre los más votados para el premio de la Juventud, un galardón que deciden unos 350 jóvenes de entre 17 y 21 años procedentes de diversos países.

Pero este no ha sido el único documental de la sección latina del Festival, que también ha contado con "El olvido", una sensible historia sobre la vida de un grupo de anónimos peruanos, de Heddy Honigmann, y "La vida loca", del franco-español Christian Poveda, que muestra en toda su crudeza la cotidianeidad de las maras salvadoreñas.

Aunque no sólo los documentales han mostrado la realidad latinoamericana, la más cruda, la más violenta y la más dura.

Ese ha sido el tema recurrente de la mayor parte de las películas a competición, que han utilizado un estilo contrario al tan de moda "documental ficcionado", es decir, una ficción documentalizada, con elementos, criterios, temas e incluso actores que parecen dar un testimonio más que contar una historia.

Es un poco el caso de "Parque vía", pero también de "Gasolina", del guatemalteco Julio Hernández Cordón; "La rabia", de la argentina Albertina Carri, o incluso "Perro come perro", del colombiano Carlos Moreno.

Todas ellas tienen en común la violencia, más o menos contenida, más o menos explícita, la soledad o aislamiento de sus personajes y el retrato más descarnado de las sociedades en las que se desarrollan las historias, puntos en los que también coincide "La sangre brota", del argentino Pablo Fendrik.

También las hay originales, como es el caso de "Tony Manero", en la que el chileno Pablo Larrain presenta a un personaje odioso que quiere convertirse en John Travolta, o "Sleep Dealer", crítica social pero futurista y desde el punto de vista del tercer mundo.

Y luego las más sencillas y menos interesantes -dos conceptos que no tienen porque ir juntos en el cine-, como "Acné", del uruguayo Federico Veiroj, y "Corazón del tiempo", del mexicano Alberto Cortés.

Toda un abanico del cine de Latinoamérica, que demuestra una vez más que las cinematografías más fuertes y más exportadas son la mexicana y la argentina.

Aunque el premio dependerá del gusto del jurado, presidido por la actriz cubana Mirtha Ibarra, que señaló en una entrevista su preferencia por el cine "comprometido con su realidad" pero en el que siempre prime la calidad.
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