Entretenimiento
Aniston y Olsen obligan a suspender fiesta por exceso de ruido
Las protagonistas de las series Friends y Padres forzosos, de forma respectiva, se hospedaron en el Hostellerie des Trös Marets, cerca de donde se celebraba el festejo.
Jennifer Aniston y
Mary Kate Olsen obligaron a suspender una fiesta en la plaza de la ciudad de Malmedy, ubicada en el este de Bélgica, pues el ruido de la música no les permitía concentrarse en su sesión de meditación.
Las protagonistas de las series Friends y Padres forzosos, de forma respectiva, se hospedaron en el Hostellerie des Trös Marets, cerca de donde se celebraba el festejo, pero ambas coincidieron en que no podían hacer sus ejercicios de meditación a causa de los estruendos.
Aniston y Olsen decidieron hacer un alto en el camino a Colonia, Alemania, para visitar a la familia de Mary Kate para pasar la noche en ese hotel, según reportes de prensa.
Añadieron que cuando se encontraban en el jardín del hotel dispuestas a comenzar su sesión de relajación, vieron perturbada la calma del lugar y decidieron llamar a la policía para quejarse.
Los oficiales acudieron al lugar para verificar si el ruido alteraba demasiado el ritual de concentración de las actrices, y al constatar que realmente era excesivo, decidieron suspender la fiesta.
Las actrices pudieron concluir con calma su sesión de meditación, por lo que reanudaron su recorrido a casa de la familia Olsen.
BRUSELAS.- Las actrices
Las protagonistas de las series Friends y Padres forzosos, de forma respectiva, se hospedaron en el Hostellerie des Trös Marets, cerca de donde se celebraba el festejo, pero ambas coincidieron en que no podían hacer sus ejercicios de meditación a causa de los estruendos.
Aniston y Olsen decidieron hacer un alto en el camino a Colonia, Alemania, para visitar a la familia de Mary Kate para pasar la noche en ese hotel, según reportes de prensa.
Añadieron que cuando se encontraban en el jardín del hotel dispuestas a comenzar su sesión de relajación, vieron perturbada la calma del lugar y decidieron llamar a la policía para quejarse.
Los oficiales acudieron al lugar para verificar si el ruido alteraba demasiado el ritual de concentración de las actrices, y al constatar que realmente era excesivo, decidieron suspender la fiesta.
Las actrices pudieron concluir con calma su sesión de meditación, por lo que reanudaron su recorrido a casa de la familia Olsen.
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