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Andrés Wood rinde homenaje a Violeta Parra

En agosto del año pasado la cinta ''Violeta se fue a los cielos'' fue estrenada en Chile obteniendo una muy positiva respuesta del público

Andrés Wood rinde homenaje a Violeta Parra
GUADALAJARA, JALISCO (06/MAR/2012).- De Violeta Parra normalmente se conoce que es autora de ''Gracias a la Vida'', y que paradójicamente, poco después de escribir una canción que se convirtió en himno, la cantautora cometió suicidio. Pero poco se sabe del resto de su obra poética, de su faceta como artista plástica, de sus viajes a Europa, de sus luchas personales y de su vida familiar y amorosa.

Movido por el deseo de difundir la trascendencia de Parra en la cultura popular chilena, el realizador Andrés Wood comenzó a pensar -hace diez años-- en hacer una película que narrara su vida. En 2009, Andrés se decidió por fin a comenzar la escritura del guión -basado en el libro homónimo del hijo de Violeta, Ángel Parra--; y en agosto del año pasado la cinta fue estrenada en Chile obteniendo una muy positiva respuesta del público.

"Violeta se fue a los cielos" se coronó con el premio a la Mejor Película Internacional en el pasado Festival de Cine de Sundance y hoy fue presentada en el Festival de Guadalajara, donde compite en la categoría de Largometraje Iberoamericano de Ficción.

En la que el director considera una interpretación personal de Violeta Parra -y no un retrato hiperrealista ni un documental--, se introduce al personaje desde su infancia en el ámbito rural de Chile, donde Violeta creció rodeada de hermanos. Se muestran después sus inicios como letrista y cantante, su rol de madre, su relación amorosa con un joven suizo, así como las duras condiciones económicas que vivió esta folclorista con ascendencia indígena.  

"Buscamos conectarnos con esta creadora múltiple, que no hizo lo que un creador moderno hace: ir al colegio y educarse", comentó Andrés Wood en la rueda de prensa posterior a la proyección. "Violeta nunca supo leer o escribir música y sin embargo es una de las artistas más importantes de Chile".

No podía faltar en la cinta la presencia de sus canciones, ya que a través de la poética narrativa se logra transmitir otra dimensión del mundo interior de Violeta Parra.

Y era ese precisamente el objetivo del director, quien también comentó que una de las partes más difíciles del proceso fue buscar a la actriz para que hiciera el papel principal. La decisión recayó sobre Francisca Gavilán, quien no sólo sorprendió al equipo por su buena actuación y gran parecido con Violeta, sino también por ser ella misma la intérprete de las canciones.

Aunque visiblemente cansado por varias horas de vuelo, Andrés Wood concedió una entrevista exclusiva con este medio para hablar más a fondo sobre su exitosa película.

-¿Cómo fue tu primer acercamiento con la obra de Violeta Parra?
-Fue muy ecléctico y muy mezclado. Crecí escuchando rock argentino, Silvio Rodríguez, Génesis, Pink Floyd, una mezcla. De hecho Violeta no me fascinó al principio, yo siento que no es una artista que te atrae de inmediato. Pero fue a través  de la historia, de mantenerla, de escucharla, de entenderla y de leerla como finalmente pasó a ser un referente para mí.

-¿Qué es lo que más te llama la atención de sus canciones?
-Primero me llama la atención la complejidad. Incluso la escritura más simple de sus canciones es compleja, y eso me parece muy atractivo. Segundo: la belleza poética en términos absolutos. Me cuesta encontrar un autor latinoamericano o español con esa belleza poética en las canciones. Y después la locura de ella y esta capacidad de ser lo que fue a partir de su origen, y lo que ve que nadie más ve. Y cómo eso tiene fuerza 50 años después.

-¿Cómo y cuándo es que te decides a hacer una película sobre su vida?
-Conversé con su hijo Ángel muchas veces, cuando todavía ni siquiera había escrito su libro. Mi idea de hacer la película viene de diez años atrás, pero nunca antes había adaptado una vida real a la ficción, y eso fue un paso que me costó mucho dar. Hasta que un día hace tres años dije: 'ya, ahora sí".

-¿Cuáles fueron las reacciones de la familia de Violeta?

-La familia se dividió, y es algo que yo encuentro normal. Si hicieran una película de mi abuelita o de mi madre, a mi no me gustaría (risas). Ángel, que fue parte del proceso, se integró y se emocionó con la película. De alguna manera sintió que estábamos liberando a Violeta hacia los jóvenes, reencontrándola, desenterrándola de alguna manera. Pero a la hermana de Ángel no le gustó.

-En la película no queda del todo claro la parte de su suicidio, ¿por qué decides hacerlo así?
La película se basa en el suicidio, es el anclaje, pero también es compleja en todos sentidos. No es tan clara en el momento de su muerte, e incluso uno no sabe si está viva o está muerta. Es una libertad estructural que nos tomamos, que es siempre mostrar su punto de vista pero mezclado, volando por todos lados. No quisimos ser más literales porque hay muchas preguntas sobre ese suicidio y no quisimos entrar en resolverlas. Había muchos más temas posibles: el amor, la dimensión de la artista que no se reconocía, el envejecer, todas.

-¿Qué significa el premio del Festival de Sundance en tu carrera como realizador?
-Para la película es muy importante. Estar en competencia en Sundance ya era un honor, me parecía casi fuera de contexto porque es una película con un personaje muy local. Y creo que eso demuestra que muchas veces las películas tienen vida propia y superan incluso las propias expectativas de sus creadores. Fue un regalo.

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL
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