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Andrés Calamaro prefiere cantar cada día mejor

El cantante argentino admitió que el éxito musical no alimenta al ego, más bien es trata de un alivio o una obligación: la de vivir con la música y de la música

MADRID, ESPAÑA.- El cantautor argentino Andrés Calamaro afirmó que sus discos no compiten entre sí, "y no creo que sean excepcionales. Principalmente, prefiero cantar cada día mejor".

En una entrevista en el suplemento "Babelia" del diario El País, señaló que "todos los músicos enormes ya grabaron sus discos eternos, insuperables, por eso los tenemos en el altar del arte".

"Espero poder grabar en el futuro mi mejor disco, pero si ya lo grabé (.) íEra lo que estaba intentando hacer!", subrayó.

Calamaro, quien nació en Buenos Aires en 1961, expresó que "el éxito musical no alimenta al ego, más bien es un alivio, o una obligación: hay que vivir con la música y de la música".

Además, consideró que la vida da suficientes oportunidades para reconsiderar el ego, y sin necesidad de salir de casa.

"Ahora me siento querido y apreciado en mi canto, lo mismo en Argentina que en otros países, en donde me reclaman con igual deseo", aseguró.

"Acaso sigo incombustible al acelerado pasar de los años, y sigo cantando sorprendido por las cantidades de gente que nos vienen a escuchar", agregó.

En la entrevista, el cantante defendió sus "Obras incompletas", una caja editada hace un par de meses en la que en seis CD, dos DVD y un libro hace balance de la intensa década que va de 1997 a 2007 (del disco "Alta suciedad" a "La lengua popular").

Esta compilación se hizo juntando grabaciones conocidas, a modo de grandes éxitos, y temas inéditos, versiones, directos y maquetas procedentes de lo que parece un inagotable archivo.

Al recordar la época con el grupo Los Rodríguez, Calamaro aseveró que eso fue su doctorado, "puse mucha energía, mucho tiempo y, metafóricamente hablando, suficiente sangre en mis grabaciones; viví grabando y grabé viviendo".

"Alta suciedad" fue una grabación excepcional, "Honestidad brutal" fue otro tipo de grabación, donde iba al estudio a escribir y a registrarlo inmediatamente y con "El salmón" llegaron las grabaciones más subversivas, dijo al hacer un recuento de su vida artística.

Recordó que luego se retiró de los escenarios por cinco años, aunque por en medio grabó con Javier Limón, luego con Litto Nebbia, y con el disco "La lengua popular" cerró diez años de grabaciones.

"Pensé que era un buen momento para hacer balance", enfatizó.

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