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Andrés Calamaro, entre la música y el delirio

El músico lanza en Latinoamérica el disco Salmonalipsis now, donde examina su pasado y pone las bases de su futuro

Andrés Calamaro, entre la música y el delirio
CIUDAD DE MÉXICO (03/JUN/2011).- Músico de larga trayectoria y de amplias vivencias, Andrés Calamaro es un artista que a lo largo de su carrera ha tenido que dejar de lado algunas canciones por considera que no estaban “listas” para ser presentadas en público.

“El Salmón” ya hizo una compilación de cientos de canciones en cinco álbumes, pero ahora regresa para nadar contra corriente con un proyecto que en apariencia es el más ambicioso de su carrera, que da continuidad a 10 años de ese trabajo titulado Salmonalipsis now.

El músico argentino, quien ha colaborado con varios cantantes desde el inicio de su carrera, se encuentra nuevamente vigente gracias a su participación en el disco de Los Tigres del Norte and friends.

Enemigo de la comodidad y de las redes sociales y un bohemio empedernido, Calamaro es de los que no se quedan callados ante lo que les molesta y mucho menos cuando se trata de defender la música que ama.

— ¿Qué significó haber participado en el disco de Los Tigres del Norte and friends, donde tuviste que adaptarte a un género que hasta ahora habías explorado poco, como lo es la música regional mexicana?
— Estoy completamente volcado al deseo de profundizar en la música popular mexicana y me sentiría muy honrado de poder cristalizar este deseo; como todos los cantores también canté rancheras tanto sobrio como en la formidable compañía de 100 mil caballitos de tequila.

— Tu carrera se ha caracterizado por ser siempre  ir “contra corriente”, por llevar un ritmo diferente ¿este disco, Salmonalipsis now no es una forma de seguir ese flujo, al igual que otros artistas que reeditan los discos?
— Sinceramente creí que aquel repertorio ‘salmontonero’ era prácticamente desconocido para la crítica y el público de Latinoamérica, jamás fue editado en su versión original fuera de España, donde pudo comprarse a precios razonables.

— A 10 años de “El Salmón” apostaste una vez más por recuperar la esencia de aquel emblemático proyecto, ¿cuál fue el reto principal?
— “No creo que las canciones se ajusten a la dictadura del tiempo, ni siquiera me consta la existencia del tiempo, concepto que considero cultural antes que absoluto”.

— ¿Existen proyectos de trabajo que ahora se presentan como inéditos?
— Confieso que quedan cientos de grabaciones guardadas en mi ‘archivoteca’, probablemente miles, de las cuales elegimos un puñado para condimentar la contraofensiva de los salmones errantes. Salmonalipsis, yes (risas).

— ¿Esto podría suponer el fin de una etapa?
— Creo que no estoy transitando etapas realmente, acaso accidentes formidables para coronar simbólicamente las caprichosas décadas. Vivo recreando mis propias canciones en cada concierto y lo siento como una propiedad de los intérpretes emparentada con el teatro, disciplina con la cual compartimos el uso del escenario y el apuntador.

— En ocasiones anteriores has manejado un discurso político ¿cuál es tu sentir respecto a la situación que vive México y los índices de violencia?
— La violencia anula incluso la confrontación de ideas. Todavía no entiendo a qué clase de sinfonía responde este concierto donde México es un territorio hirviendo en sangre; mi generación es de la opinión que la mayoría de los males se cocinan del otro lado de la frontera.


''Tengo una memoria selectiva que decide qué cosa olvidar, y me ocurre con las letras de las canciones'', Andrés Calamaro, músico.

Navega: www.calamaro.com

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